CAPITULO 28: "Otra vez"

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Buenas noches... y que tengan una excelente semana....

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"Oye, ¿Crees que esta comida es suficientemente buena para comerla? Pues recógela y cómela. Me recuerda a ese día, ¿te acuerdas? ¡¡El día que me arrojaste comida al suelo para que la comiera!!" Jacob gritó y se giró para alejarse de la otra persona.

Nuevamente toda la comida estaba regada por todo el suelo, al ver aquello Jacob sólo sonrió. En el fondo de su corazón se sentía mal de muchas de sus propias acciones, pero la determinación de hacer que la otra persona se alejara de él era más grande. Además, lo que él estaba haciendo era muy poco cuando lo comparaba con lo que la otra persona le había hecho en prisión.

El joven ex director de la prisión respiró profundamente y guardó todas sus emociones en su corazón, apretó los dientes, sin mirar el rostro de la otra persona para no perder la piedad, habló suavemente.

"Iré a comprar algo nuevo para ti".

El rostro de Sila seguía sonriendo como de costumbre, aunque realmente no lo sintiera debía actuar correctamente porque el hecho de que Jacob se mantuviera a su lado era lo más importante y se aferraba con toda su alma a ello.

"Iré ahora".

Sila rápidamente caminó hacia la puerta con un profundo dolor en su corazón, porque cuanto más quería acercarse a la otra persona, más ira provocaba en Jacob. Sila se fue con su corazón completamente destruido porque a pesar que afirmaba que solo cuidar a su hijo y eso era lo que le permitía estar allí, pero en realidad, no era solo al niño al que quería cuidar, también quería proteger y cuidar a quien lo llevaba en su vientre.

Esta vez, Sila no desapareció por mucho tiempo como la última vez, sabía que debía dejar esperando demasiado a la personita que llevaba su bebé y compró algo que fuera fácil de digerir pero tenían lo necesario para que una persona embarazada lo comiera.

"Ya estoy de regreso."

Como de costumbre, Sila entró y recogió un nuevo plato para preparar la comida, porque esta vez estaba seguro que había traido algo que a Jacob le gustaba. Jacob, solo se mantenía en silencio.

El padre del bebé preparó meticulosamente la comida, las puso sobre un plato blanco y allí se podía ver, gachas de arroz integral y pollo frito con jengibre y las llevó frente al hombre de rostro dulce. Esta vez estaba especialmente atento a que la otra personita lo comiera, ya había pasado mucho tiempo desde su última comida y si no comía definitivamente tendría dolor de estómago.

"Mejor que comida de perro", dijo Jacob en voz baja y cortante como siempre.

El plato  frente a él era de comida simple y que se encontraba en cualquier lugar, pero lo hicieron babear mucho. Simplemente, debía comer lo que ahora tenía frente a él porque el hambre comenzaba a aparecer, ya había soportado mucho tiempo sin ingerir nada y no podía soportarlo más pero no se olvidó de controlar sus síntomas. Sin embargo, con una sonrisa que apareció en la comisura de su boca volvió a hablar seriamente.

"¿Hasta cuándo permanecerán los desperdicios de comida en el piso? Si accidentalmente los piso, ¿qué pasará?"

Al escuchar hablar, Sila inmediatamente fue a buscar un paño para limpiar los restos de comida y fregar el suelo. Si el piso no estaba seco podría poner a Jacob en peligro, por lo que, lo limpió varias veces antes de caminar hacia la ducha para asear su cuerpo.

Estando bajo la ducha su perfecto cuerpo corpulento comenzó a ser golpeado por la corriente de agua que caía sobre él, prontamente se comenzaron a formar gotas brillantes de agua que fluían lentamente a través de su cuerpo hasta llegar al suelo. Incluso el propio Jacob, que había decidido no volver a interferir con él, tuvo que tragar saliva en secreto al mirar a la perfecta figura desde el otro extremo de la habitación.

THE REVENGEWhere stories live. Discover now