CAPITULO ESPECIAL 3: "Con su esposa"

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Buenas noches...

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"Oh, no llores, mi dulce pequeña. Vamos, estas con tu padre. Padre está aquí". Sila le decía a la bebé en sus brazos que lloraba sin parar. Caminaba con la pequeña bebe en sus brazos de un lado a otro tratando de calmar su fuerte llanto.

"¿Qué pasa mi pequeña? ¿Por qué estás tan molesta hoy? ¿Estás pensando en tu madre?" Continuaba hablando a la pequeña niña que no dejaba de llorar y parecía que con él paso del tiempo, el dolor solo aumentara cada vez más.

De pronto, un fuerte grito sonó desde una habitación cercana, ese sonido que hizo Sila se apresurara a mirar com desesperación llevando a la niña en sus brazos.

"¡Oh! Acaso, ¿eres un padre? ¡¡Parace que su padre no estuviera aquí porque la niña continua llorando!!"

"Míra mi pequeña aún estoy aquí, no hagas caso. No llores. Se una buena chica con tu padre".

Una persona que era mucho mayor que la personita que tenía en sus brazos, gritaba el nombre del padre de la niña una y otra vez. Sila desconcertado solo pudo mirar hacia abajo con ojos llenos de curiosidad.

La pequeña niña miraba a su padre y su pequeña manita la levantaba para tocar el ancho rostro de su padre pero aún así continuaba llorando como si estuviera siendo autoritaria con su padre. Un fuerte sonido se escuchó de nuevo, provocando que Sila que estaba más nervioso que antes se aterrara con los gritos que continuaban.

Los gritos eran más fuerte que antes, hasta que una poderosa voz gritó frente a la puerta de la habitación en que Sila y la bebe se encontraban.

"¡Perro viejo! Déjame ver a la niña por un momento, no puedes dejar que la niña llore así. ¡Shea!” El rostro de Sila palideció mientras miraba a Jacob con las manos en sus caderas, luciendo muy insatisfecho.

"¡No seas así! Esposa, no sé qué está pasando, solo sigue llorando sin parar ¿Que quieres que haga?"

"¡¿Estás discutiendo conmigo?! ¿Te atreves? ¡¿Has olvidado quién es el más grande aquí?!”

"No, no lo he olvidado, cálmate, tu esposo irá a buscar agua fría para ti",

Jacob inmediatamente movió su rostro con enojo antes de transformarlo en un rostro amable completamente diferente de cuando hablaba con Sila. Luego se volvió para hablar con la pequeña niña que lloraba.

"Hay, mi bebé, ¿tienes hambre? Estoy aquí. No es una buena idea quedarse con papá, ¿no?"

Jacob le hablaba a la bebé mientras lo llevaba a la cama para aceptarlo a dormir. Debido a su habilidad, en menos de media hora la infante comenzó a calmarse y continuó durmiendo.

"Sospecho que es debido al calor de hoy, que mi esposa no está de buen humor".

Sila decía a Jacob, mientras éste salía de la habitación con el control remoto del aire acondicionado, con el fin de reducir la temperatura de la habitación para que fuera más fresca y segura para la niña. Pero a pesar de que la temperatura había disminuido, el humor gruñón de Jacob no se detuvo.

Incluso desde aquel día en que Jacob había decidido vivir en la casa de Sila para tener la oportunidad de tener su propio negocio en el mismo lugar, Sila poco a poco se acercaba a él para continuar a su lado. Pero Jacob solo había aceptado mudarse allí, y eso no significaba que aceptara a Sila en su vida u olvidara las cosas malas que habían sucedido. Además, Sila estaba viviendo en el edificio de enfrente, solo yendo a visitarlos a diario.

THE REVENGEWhere stories live. Discover now