dos

404 48 38
                                    

Días después, TaeHyung comenzó en esa escuela en la que había hablado con Joe, además de que le generaba curiosidad aquella rubia, pero tampoco era que solo por ellos dos empezó a estudiar ahí, sino que tenían un buen plan de estudios, los alumnos no se veían tan...hormonales, y se había frustrado de buscar tantas escuelas, así que se decidió por esa, sería solo un año el que estaría estudiando allí y después empezaría la universidad, prefería perder su tiempo buscando una buena universidad de administración de empresas en vez de estar buscando una escuela que duraría un año o menos. Agradecía que no tenía que llevar uniforme, y con los días calurosos que se encontraban en California prefería llevar unas bermudas de jean azul que llegaban apenas abajo de sus rodillas, una camiseta suelta de color blanco con el pequeño logo en el pecho de Louis Vuitton y unas zapatillas deportivas, todos estaban casi de la misma manera, y es que los 32 grados se sentían demasiado.

Lamentablemente al momento de asignarle un curso no fue con Joe, estaba con otros adolescentes que le habían hablado por curiosidad de ser extranjero, así como alguno que otro le ofreció su ayuda en caso de necesitarla, y aunque TaeHyung era muy orgulloso para pedirle ayuda a alguien más, agradecía el detalle. De igual manera, había arreglado con Joe para verse a la hora del almuerzo, y se habían pasado sus números telefónicos ya que ambos corrían con la suerte de tener teléfono propio, lo que a Kim le hacía saber que su compañero venía de una familia adinerada, no muchos tenían el Nokia 3310 que había sido lanzado hace no mucho tiempo. Ahora mismo Tae estaba guardando su libro de literatura en el casillero que le habían asignado, antes de ir al comedor, donde según sabía era como entrar a un lugar repleto de toxicidad y falsedad, no cambiaba mucho eso de Corea del Sur a California.

Estando en el comedor visualizó a Joe en una mesa junto a dos chicos más que TaeHyung no conocía, así que suspiró mientras tomaba una bandeja y en ella colocaba una manzana roja, jugo de manzana, y algunas fresas que se había llevado él mismo desde su casa, era chistoso como todo en su comida era de color rojo, hasta la bandeja era del mismo color, y eso llamó la atención de la chica que era la reina del rojo. Aún así, TaeHyung continuó su camino, con dirección a la mesa de Joe, los dos desconocidos lo estaban esperando de igual manera con una sonrisa amigable y Kim esperaba que se hagan un grupo de amigos como el que tenía en su anterior país, pero a tan solo pasos de llegar al lugar que iba, escuchó una dulce y fina voz llamándolo, lo cual lo hizo detenerse al instante.

⎯ ¡Ey, nuevo!

Kim volteó porque desde que inició el día ese había sido su apodo, sumándole que casi nadie sabía pronunciar su nombre y preferían llamarlo por su apellido para no ofenderlo por la mala pronunciación del coreano. Al darse vuelta se encontró con la rubia que había visto en la fotografía, sentada en la mesa del almuerzo junto a otra chica de cabello negro que también lo miraba curiosa, llevando la mirada de TaeHyung a su amiga, era difícil llamar la atención de Barbie. Kim se acercó con el ceño fruncido, su cabello hacia atrás le permitía a la rubia notar la confusión en su rostro y le mostró una sonrisa divertida, como si le estuviera diciendo que no lo iba a comer. Él le dió una rápida mirada; el cabello rubio suelto, no tenía demasiado maquillaje más allá de unos brillitos en sus párpados y gloss en esos enormes labios, de ropa solo podía apreciar la parte superior que era una camiseta sin mangas, de color blanco, con unas cerezas bordadas en el pecho, y en las costuras tenía detalles en rojo. Sin darse cuenta se quedó parado frente a su mesa, esperando que hable, y la mayoría en la cafetería veía la situación.

⎯ ¿Quién eres y por qué no te conozco?⎯ preguntó la rubia con una enorme sonrisa, tenía los dientes tan perfectos y blancos que parecía hecha para una publicidad de alguna pasta dental.

⎯ Soy Kim TaeHyung.⎯ se presentó, viendo esos lindos ojos celestes que era un color que se repetía bastante entre los estudiantes por ser casi todos de la misma nacionalidad.⎯ ¿Tú eres...?⎯ fue su turno de preguntar, y aunque desde el primer momento que la vió supo quién era por ese lunar sobre su labio, el mismo que tenía Marilyn Monroe, no quería verse como un acosador, aunque por la sonrisa de ella le dejó bastante en claro que no había persona de la escuela que no la conociera.

Heartbreaker| kth. ✓Where stories live. Discover now