nueve

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La espalda de TaeHyung chocó contra la pared detrás de él, el único sonido que había entre ellos era el chasquido de sus lenguas junto a la música de fondo, pero para ellos no había otro ruido que no sean ellos dos, y los pequeños jadeos que soltaban cada que el beso se calentaba más. Tenía las manos en su cintura, atrayéndola cada vez más a él entre jadeos, y sintió una corriente eléctrica ir desde su espalda hasta su miembro cuando sintió la mano de ella por encima de la ropa, apenas se le estaba formando una erección, pero eso lo había puesto muy caliente. Con bastante atrevimiento, bajó la mano desde su cintura hasta el trasero, al tener una falda corta no se le dificultó sostener una de sus nalgas con fuerza, tocando la suave piel y levantando la tela que la cubría, Crystal mordió su labio inferior cuando Kim hizo eso, totalmente excitada.

La morena soltó una risita juguetona mientras dejaba de besarlo para empezar a marcar su cuello, sintiendo como TaeHyung tragaba saliva y levantaba la cabeza para darle más espacio, permitiéndose abrir la boca, soltando gemidos que solo le encantaban a su acompañante. La mano de Crystal seguía masajeando su miembro por encima de la ropa, no le molestaba eso en lo absoluto, pero como si Barbara fuera una pequeña diablita en su oído, escuchó su voz recordándole que la morena trabajaba vendiendo su cuerpo, no tendría nada de malo eso si no lo involucra o no tuviera ninguna enfermedad, pero a decir verdad no sabía si confiar en Barbara, tampoco en Crystal, entonces...¿Qué se suponía que tenía que hacer?

⎯ A-ah..⎯ gimió cuando sintió la mano fría de ella entrando en su pantalón, tocando al desnudo su miembro, por lo que agradeció haberse afeitado esa zona. La pregunta que rondaba su cabeza rápidamente se esfumó cuando la mano de ella empezó a subir y bajar frenéticamente por su longitud, cerró los ojos con fuerza, sintiendo que era la mejor paja que le habían hecho en algún momento, y es que ese papel de niñas tiernas que jugaban las chicas de su país no le era tan atractivo a comparación de una mujer atrevida.

Suponía que era cuestión de sus hormonas que en ese momento no le importe el hecho de ser inconsciente por si ella tenía alguna enfermedad sexual o algo tan simple como que ninguno traía preservativos, ahí entendía cuando su padre le decía que "estando en caliente no se piensa", por miedo a que su hijo lo haga abuelo a tan temprana edad. Lo único que TaeHyung deseaba en ese momento, y Crystal también, era terminar follando en esa cama de desconocidos hasta que la fiesta termine. Sabía que no era lo más ético hacerlo en una fiesta, habiendo adolescentes igual de calientes que ellos afuera que pensaban en hacer lo mismo, menos sabiendo que si alguien lo ve salir de ahí posiblemente lo traten como un ganador por tener sexo en la primera fiesta que fue desde que llegó a San Francisco, TaeHyung no quería eso, no quería exponer a Crystal ni que el lunes le digan rumores de ella.

Pero a su vez quería follarla tanto.

Levantó una de sus manos y empezó a masajear el pecho izquierdo por encima de la ropa, escuchando que ella gemía y dejaba de besarle el cuello para verlo a los ojos, sin vergüenza alguna, abriendo la boca con total libertad para que pueda escucharla. TaeHyung mordió su labio inferior cuando la otra mano de ella le terminó por bajar el pantalón y el bóxer, dejándolos en sus tobillos mientras la otra mano masajeaba sus testículos. Ella apoyó la frente sobre la de él, ambos sudando y sintiendo que la ropa les estorbaba más que otra cosa, pero ninguno se animaba a dejar de tocar al otro para terminar de desnudarse, sus pieles casi brillaban por el sudor, tenían la garganta seca por tanto gemir y el labio inferior de TaeHyung dolía por los mordiscos que se daba él mismo o Crystal le otorgaba.

⎯ Quiero chuparte el pene.⎯ dijo agitada, y solo bastó una sonrisa de él para que termine arrodillada frente a su miembro erecto, que estaba algo rojizo y con la punta goteando.

TaeHyung bajó la mirada mientras le tomaba el cabello, formando una despeinada coleta que la ayudaba a que no se interponga en su trabajo, y abrió la boca gustoso cuando ella se tragó todo su miembro de una sola vez. Sintió como lo llenó de saliva con su lengua para después alejarse y continuar el movimiento con su mano, mirándolo desde su lugar con una sonrisa, se veía preciosa desde ahí abajo; las mejillas sonrojadas, labios entreabiertos, largas pestañas que le hacían los ojos más grandes, y lo más importante era que no dejaba de masturbarlo, chocando su glande con la barbilla de ella. Con su mano la impulsó a que siga haciéndole una mamada, ambos sonriendo por eso y Crystal concentrándose en hacer círculos con su lengua en la punta para después tragarlo todo, su mano se había dirigido a sus testículos, masajeándolos con experiencia y la otra se sostenía de su muslo.

Heartbreaker| kth. ✓Where stories live. Discover now