Heartbreaker| kth. ✓

dieciséis

Pasaron dos semanas en las que Barbara no se olvidó de la voz de TaeHyung nada más porque los martes se veían para que ella le explique geografía, porque después de su última conversación en la casa de él, habían quedado en que no hablarían en público, ni siquiera se mirarían, ni saludarían, lo cual a la rubia no le sumaba ni restaba, hasta le parecía gracioso tener que verlo a escondidas como si realmente fuera una amante, le daba algo de adrenalina a la situación, pero algo que sí detestaba era pasar por los pasillos de la escuela y ver la enorme sonrisa triunfante en el rostro de Crystal, teniendo el brazo de TaeHyung al rededor de sus hombros por haberse visto en algunas citas más. Le fastidiaba que ella piense que había ganado, como si Kim fuera un objeto entre las dos para alcanzar o algo así, cuando Barbara no lo veía de esa manera, y si no se le acercaba a decirle la verdad para que deje de estar tan egocéntrica por ser novia de un chico guapo, era porque TaeHyung era su amigo, y respetaba que a ella la vea a escondidas.

Era como la otra mujer, o algo así.

Además de que Joe había vuelto a la escuela, ella actuó como siempre, ignorándolo en todo su esplendor hasta cuando se le acercó para pedirle millones de disculpas que no las respondió. Ya había pasado el tema, quedó en el pasado y listo, no le servía de nada quedarse estancada en una relación ya pasada, o en el golpe en su mejilla de dos semanas atrás. Es más, Joseph debía agradecerle que ella no le haya dicho nada a sus padres, bueno, en realidad lo hizo, pero Barbara estaba pensando en los zapatos que usaría ese viernes a la noche para ir a un bar con su amiga, por lo que no lo recordaba si lo había hecho. TaeHyung no le habló a Joe, Christian y Alan muy poco, ellos mantenían una amistad de años, entendible que les cueste alejarse de él, pero sí había un muy notorio cambio en la confianza y las bromas. Joseph sabía que la cagó, no solo por actuar de impulsivo en toda la situación, porque si lo hubiera pensado tan solo un poco, no hubiera saltado a la defensiva y le podía hacer creer a sus dos amigos que TaeHyung solo mentía, pero sus impulsos ganaron, y con ello también lo que ocurrió con Barbara, que estaba demasiado arrepentido, a pesar de estar soñando con devolverle una mínima parte del dolor que le hizo sentir a él, no quería hacerlo de una forma física.

Lo emocional duele el triple.

Barbara rodó los ojos cuando vió a Crystal y TaeHyung tomados de la mano por el pasillo, ambos hacían un trabajo espectacular en ignorarse, hasta parecía que habían discutido fuertemente y la amistad que tenían se rompió, eso fue lo que le dijo Kim a la chica, sin dar más respuestas, sin explicar mucho, un simple "Discutimos, ya no somos amigos." tenía que alcanzarle, aunque le molestó cuando quiso meterse más en el tema, pero TaeHyung era pésimo mentiroso por lo que cambió al instante el tema de conversación. Y por la parte de Barbara, no era que justo los veía porque buscaba con la mirada al chico, ella también sabía actuar como si nunca se hubieran conocido, pero parecía una cruel jugada del destino que cuando uno venía por la izquierda otro venía por la derecha de los pasillos, por ende si tenía la mirada al frente los miraría, y si eso no ocurría era la misma Crystal quien carraspeaba o gritaba un meloso apodo a Kim para que la rubia escuche y los vea.

Totalmente ridícula.

⎯ Tomaré algo de mi casillero y después te veo, ¿si?⎯ Barbara nuevamente rodó los ojos irritada, Crystal y TaeHyung estaban a tan solo unos pasos de ella, por lo que podía escuchar toda la conversación y hasta más. La chica usaba un asqueroso tono agudo para hablarle, como si estuviera tirándole un hechizo con la lengua, y aunque a él le gustaba su tono de voz, a la rubia le hacía casi sangrar los oídos. Escuchó el sonido de un beso baboso, así que abrió más la puerta de su casillero y vió por el reflejo cómo se comían las bocas frente a ella, aunque les estaba dando la espalda. Asqueada cerró un poco la puerta y continuó buscando sus cosas para la clase de español, aprovechó para tomar un brillo labial que tenía ahí guardado.⎯ Adiós, bebé.