08

4.7K 671 86
                                    

Capítulo 8

Max

Veo a Sergio sentado en la pista mirando hacia el horizonte, trae puesta mi gabardina, sus pies descalzos se mueven entre si, golpeando el piso a un ritmo. Mis hombres se quieren acercar pero los detengo a todos.

-Vuelvan a la casa, que el doctor nos espere listo para atenderlo. Y que le preparen algo de comer!- Ordenó mientras los veo retirarse, bajo de la cuatrimoto, dirigiéndome a el.

El sol pega en su rostro, algunos moretones son visibles aun, Sergio susurra algo que solo es entendible para el mismo. Me siento a su lado, su mano se encuentra desplegada en el piso,siento unas ganas de poner mi mano sobre su mano, rozo mis dedos con los de el, pero el retira su mano de golpe,dejándome con un sabor amargo.

-Te dije que era mala idea, meterse al laberinto.- Le digo

-Si bueno, no suelo escuchar a mierdas como tu- Me suelta, causando que una sonrisa se instale en mi rostro.

-Amanecimos bravos?- Le pregunto con burla.

-Pues imagínate, abrir los ojos y ver tu cara en mi pecho fue de las peores cosas que me han pasado- Suelto una carcajada, consiguiendo que Sergio me mire.

-Muchos matarían por estar en la misma cama conmigo- Ahora es el quien rie.

-Si bueno no soy parte de esos muchos, además meterme a la cama contigo, cuando estoy drogado no cuenta, cuando lo consigas estando yo sobrio, podrás regodearte.- acaso es un reto mi bonito Sergio?

-Puedo hacerlo.- Le digo

-Si, claro, soñar es gratis.- Es todo lo que me dice mientras lo veo ponerse de pie.

Me gusta este Sergio sarcástico, me gusta el ver que no teme retarme. Es un alivio para mi el saber que no me teme, después de lo que hice. 

-Mi ropa se ve mejor en ti- Sergio me fulmina, mientras lo veo quitarse la gabardina y arrojarla con fuerza contra mi, consiguiendo que otra risa se escape de mi boca. Logro ver como su brazo sigue goteando sangre, a este paso Sergio se me morirá desangrado antes de hacer el intercambio.- A donde vas?-

 Le pregunto mientras lo veo caminar de regreso al laberinto.

- A la prisión lujosa donde me mantienes- Veo como sus caderas se contonean a cada paso que da, causando que cierto amigo quiera despertarse.

-Te tomará horas llegar, puedo darte un aventón si gustas- Le digo mientras coloco la gabardina sobre la moto.

-No gracias, prefiero ir por mi cuenta- Este hombre le juega la cola al diablo.

-Bien, pues nos vemos de regreso en nuestra casa-Enfatizo el nuestra, el solo bufa.- solo ten cuidado con las víboras, suelen salir de su escondite cuando el sol sale.- Lo veo detenerse de golpe, mirando sus pies descalzos.

-Mientes, no vi nada cuando caminaba - Me mira, sus ojos cafes brillan con la luz del sol.

-Puedes comprobarlo por tu propia cuenta, solo debes saber que no tengo ningún antídoto si te muerden, eres hombre muerto.- Sergio se cruza de brazos.

-Pues prefiero morir así que por tus manos,- Emprende su caminata nuevamente.

Me trepo en la cuatrimoto, doy la vuelta y me coloco a la par de Sergio, por destino o lo que sea, una gran víbora de Orsini se cruza por el pasto. Sergio al verla se trepa sobre mi, literal encima de mi. 

Sus manos se aferra a mis hombros, y logro sentir el calor de su cuerpo, mis manos se aferran a su cintura, tengo vía libre en su cuello. Sergio solo suelta palabras que no logro entender.

-A la madre! No mames neta si hay víboras!- Siento su corazón latir con fuerza.

-Así no puedo manejar- Le digo mientras él se baja, cerciorándose que no haya nada debajo. Una vez que su cuerpo abandona el mío, extrañamente resiento la perdida de su calor corporal. Lo veo trepar atrás de mí, no sin antes colocarse mi gabardina.

-Pinche perro- Suelta mientras se acomoda.

-Si te sujetas de mi, estarás más seguro- El solo ríe.

-No gracias, ya veré de donde me agarro- Emprendo el camino de vuelta a casa. El camino está jodido pues las llantas quedaban atascadas. Regresar nos tomó más tiempo del debido. Freno de golpe consiguiendo que el cuerpo de Sergio se pegue con el mío, rio ante sus quejas, pero finalmente termina sujetándose de mi.

Una vez que logro ver la casa, Sergio se suelta de mi, apago el motor y lo veo bajar adentrándose rápido a la casa. La criada encargada de él lo  sigue, el doctor hace lo mismo, Charles ya me espera en la puerta mientras niega, pero un atisbo de burla brillan en sus ojos.

-Que nos suban el desayuno- Es todo lo que le digo, mientras sigo el camino que Sergio tomó.

 Sergio esta siendo atendido por le doctor, cuando me ve solo bufa, causando una sonrisa en mi rostro. Las criadas suben con las bandejas de comida listas. El doctor se va dejándonos solos.

-Quieres comer primero o te quieres bañar?- Le preguntó.

-Dios que considerado estas hoy, dime más tarde me esperan mas golpes de tu parte?, digo para no acostumbrarme a tu amabilidad.- Me responde dándome la espalda, su vista se clava en la ventana.

 - Acerca de eso, no quería hacerlo-Que diablos estoy diciendo?- necesitaba que me temieras, que Lewis viera el miedo en ti.- Sergio no dice nada.

-Ya te temía Max, de hecho te temo.- Sus palabras causan una punzada en mi corazón,qué diablos.

Me retiro del lugar, me encierro en mi oficina, veo a Sergio entrar al baño, coloca una toalla cubriendo así la cámara que esta allí. Escucho el agua caer. Se que Sergio estuvo aquí, lo se por la gabardina que traía, claramente sabe de las cámaras, Dios pensara que soy un enfermo que le gusta espiar a la gente!

Veo entrar a Charles.

-Me agrada- Sergio se pasea por la habitación en boxer.

-Mantén tus ojos en el piso Leclerc.- El solo ríe.

Revenge (Chestappen)Where stories live. Discover now