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Capítulo 31 

Max

Entramos a la casa donde viviremos por tiempo indefinido, se que mi casa en Oslo quedo hechas trizas, y regresar a Moscú después de todo esto es riesgoso. Entramos a una casa grande, lujosa y llena de luz. Sergio sigue a mi lado. Mi mano aferrada a la suya. Jamas dejare ir a este hombre. Joder creo que yo lo a...

-Señor Sergio- Susie corre para abrazar a Sergio quien sonríe y se deja envolver en el abrazo. Sergio besa la coronilla de Susie, y camina a su lado.

Me quedo parado en la entrada, con un sabor nuevo en la boca, mis pensamientos son dominantes. Mis sentimientos amenazan con tomar el control de todo.

Charles palmea mi espalda y se coloca a mi lado. Se que tenemos que ponernos al dia. Así que caminamos juntos a mi nueva oficina.

-Que diablos paso?- Me pregunta una vez que se asegura de cerrar la puerta.

-Fuimos traicionados, Hamilton les prometió libertad absoluta si me entregaban, ahora todos están muertos. El mismo Anthony los mato.- El solo asiente.- No tenia como avisarte que estaba en ese lugar. Como supiste?- Le pregunto y veo como Charles se frota el cuello.

-No lo supe, Sergio planeo todo, movió a todos a nuestro favor! Maldita sea el incluso logro sentar a los 3 capos en una misma mesa y los hizo trabajar juntos para el!- una sonrisa de orgullo se planta en mi rostro.

-Crees que haya funcionado?- Le pregunto con esperanza en mi voz.

-Planeaste tu propio secuestró para quebrar a Sergio, para que su nueva imagen naciera. Joder Max ese hombre seria capaz de matar si tu se lo pidieras- La sonrisa en mi rostro se ensancha y camino hacia nuestra habitación.

Donde me encuentro a Sergio con una toalla en sus cadera,mirando por la gran ventana que tiene vista directa a la selva. Una de sus manos seca su cabello. Cierro la puerta con seguro pues no quiero ser interrumpido.

Coloco mis brazos a su alrededor abrazándolo, mis manos atrapan las suyas, y el aroma dulce de su cuerpo llena mis fosas nasales. Siento su piel tibia pegar en mi cuerpo y todo en mi despierta.

-Tengo que decirte algo- me dice con miedo en su voz.

-No importa, nada importa mas que tu y yo juntos- Le digo, volteándolo para poder besarlo.

-Esto importa Max.- Sergio delinea mi rostro con sus dedos y cierro los ojos al tacto. Mierda lo extrañé tanto.

-No, no me importa nada- Antes de que pueda protestar lo beso con pasión, dejando que todos mis sentimientos afloren. Deseo tomarlo, poseerlo.

Bajo mis manos hasta el nudo de la toalla y la dejo caer a sus pies, tomo a mi hombre de su hermoso trasero y el aferra sus piernas alrededor de mis caderas.

Sabia que levantar tantos kilos en pesas, me serviría.

Beso a Sergio, introduciendo mi lengua en su cavidad bucal, este se aferra sus manos a mi cabello, bajo mis labios hasta su cuello. Puedo sentir como se pone duro contra mi abdomen. Camino con el hasta la cama y lo deposito allí con mucho cuidado.

Me quito la ropa con desesperación, llevándome una risa burlona por su parte. Pero verlo en nuestra cama, desnudo, con el pelo revuelto, los labios rojizos y duro por mi es una maldición.

 Una maldición que estoy dispuesto a aceptar.

Me coloco encima de el, intentado no aplastarlo, Sergio pasa sus dedos por los moretones de mi cuerpo y sus ojos se cristalizan.

Revenge (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora