Revenge (Chestappen)

39

Capítulo 39

Max

Pedimos unas hamburguesas en car service, Sergio luce en calma, pero se lo que vendrá después. El golpe de la realidad de haber tomado 2 vidas esta noche. No es que tenga remordimiento por Hamilton, pero se que el jamas lo hubiera hecho, era demasiado el dolor que sintió.

-Quiero papas igual- Asiento y pido por el altavoz 2 ordenes de papas. El solo sonríe.

-Como te sientes?- Le pregunto, mientras pago por nuestra comida.

-Alerta.- Lo miro y el señala las patrullas que pasan por las calles.- La Interpol, buscará a los culpables de la muerte de Sebastián y Lewis.

 -Estaremos bien,confía en mi. - Recibo nuestra comida y salgo del lugar, buscando un lugar para apartar y poder cenar.

10 minutos después, aparco frente a un parque, le paso su hamburguesa y papas, coloco las sodas y comemos en silencio. Esta noche la Bratva se corona nuevamente, soy el líder de la pirámide, hemos matado a los Hamilton, dejando el camino libre para nuestros negocios.

-Hay algo que quiero preguntarte- Me dice mientras toma de la soda. Yo solo asiento.- Lewis dijo algo antes de que llegaras, y necesito que seas honesto conmigo. Eres mi esposo quiero que nuestra relación se base en honestidad y confianza.- Maldito Hamilton incluso muerto me causa problemas.

-Claro dime- Tomo unas cuantas papas y las meto a mi boca, Sergio carraspea y lo miro directo a esos bellos orbes cafés.

-Lewis, insinuó que tu planeaste todo el secuestró, que te auto secuestraste, se que es ridículo, pero prefiero escucharlo de ti.- Trago las papas, sintiendo como todo se revuelve en mi estomago. Maldita sea.

 -Como podría hacer eso?- El me mira, se que busca en mi algún indicio de que mienta.- Me torturaron por días. Tu mismo fuiste por mi. - el asiente y se acerca para depositar un suave beso en mis labios.

-Bien, solo quería escuchar la verdad de ti, estoy un poco cansado de tantas mentiras. Creo que no podría perdonar algo asi. - Uno su mano con la mía, depositando un beso en ella.

Como diablos Hamilton se entero de eso!?, maldita sea tendré que eliminar a las pocas personas que podrían causarme problemas con Sergio. Charles lo tiene que arreglar.

Arranco el auto y comenzamos a conducir de vuelta a casa.

-Pensaba en irnos de Luna de miel. Te gustaría ir a algún sitio en específico?- El me mira con ilusión. Yo solo logro sonreír.

-Egipto! Joder si! Egipto. Quiero recorrer las pirámides y ver las estatuas de Anubis, te imaginas! Sii me encantaría tener un viaje solo tu y yo.- Estaciono frente a la casa y veo movimiento por parte de mi gente.

 -Egipto será entonces.- Entrelazó nuestras manos y entramos a la casa. Todos bajan la cabeza cuando pasamos junto a ellos.

Subimos a nuestra habitación y jalo a Sergio, pegándolo a mi cuerpo. Aferro mis manos a su cintura. El me mira con tanto amor.

-Escúchame- Acarició sus mejillas con mis manos,- Los sentimientos que sientas que te abrumen, dímelos, no quiero que sufras solo, eres mi esposo, pasaremos todo juntos, se que puede ser difícil pero quiero estar aquí para ti.- No me deja terminar cuando siento como sus labios se estampan con los míos.

Es un beso suave, pero intenso. Siento como sus manos juegan con mi cabello y mis mano se aferran a su caderas. Un ligero sabor salado se filtra a mi boca, abro los ojos y veo las lagrimas caer de sus hermosos ojos.

Nos guió al baño, para despojarlo de la sangre seca de su cuerpo. Una vez que considero el agua lista, lo despojo de la ropa y lo guió al agua.

Lagrimas siguen corriendo por su rostro, entro a la tina, quedando detrás de el, pegando su espada a mi pecho, mientras jabonó su pecho. Siento como su cuerpo tiene pequeños espasmos.

-Esta bien, déjalo salir- Le digo y su mano se aferra a la mía.- Estoy aquí, y te amo.

 -Creí que harías el cambio- Me dice con su voz entrecortada.

-Jamás lo pensé. Me dolió el saber que quisiste traicionarme, pero me di cuenta de lo mucho que te amaba al saber que a pesar de todo, querías estar a mi lado.

 -Te escogería esta y mil vidas mas. Me haces sentir vivo, pero también temo el perderte. Se que somos criminales, pero es cansado huir.- No, mi Sergio no es un criminal.

-Amor, no tenemos porque huir, podemos ir a donde queramos, no eres un criminal. No puedo cambiar quien soy, pero puedo protegerte de todo. Lo qué pasó hoy no fue la Koroleva tomando su cargo. Fue una persona herida, matando al causante de un dolor que jamás se mereció.- El solo besa mi mano.

 -Jamás lo creí capaz de todo eso. Tenia razón no lo ame a como el merecía, eso me vuelve culpable de su locura. - Lo volteo para que me mire.

-Lewis tuvo opciones, escogió las peores porque la naturaleza real de cada persona no se puede ocultar. Jamás te sientas culpable por nada. Eres una persona inocente y buena rodeada de cosas malas. Pero juro que jamás tendrás un pasar por nada de eso nunca mas.- Sus nariz roja a causa del llanto hace que su pecas luzcan mas.

-No soy inocente Max, ya no. He visto el lado cruel del mundo y no dudaré nunca en matar a alguien si es para protegerte.- Lo beso, lo beso porque lo amo, lo beso porque escucharlo decir esas palabras hace que mi corazón lata con mucha fuerza.- Te amo Vor.

Lo veo dormido y una vez que me aseguro que esta en paz, salgo de la habitación buscando a Charles quien ya me espera en la oficina.

-Como va todo- Me siento a su lado y el despega la vista de la computadora.

-Bien, las cargas han llegado a su destino, la Interpol a lanzado una búsqueda por su coronel.- Asiento.- Miro las cámaras y los veo dormidos.

- Necesito que mates a los que nos ayudaron con lo del secuestró.- Charles asiente.

-Porque?- Cierra la computadora y me mira.

-Lewis le dijo a Sergio, si alguien le confirma eso, podría perderlo. No creo que pueda resistir eso. No ahora que todo parece ir tan bien- Charles asiente.

 - Solo serían 3 personas. - Asiento.- Respecto a los Hamilton, podríamos decir que un incendio terminó con la vida de todos en el hospital. Esos accidentes pasan. Un favor le haríamos son personas que no tienen oportunidad de vivir una vida digna.- Asiento y termino por dar la orden fatídica de acabar con los 2 Hamilton que quedan.

Se escucha un ruido fuera de la oficina y nos alarmamos, saliendo con sigilo.