Capitulo VI

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Temprano en la mañana me levanto, me coloco la misma ropa de ayer y bajo a la cocina para empezar el día, ya en un descanso que tenga iré a cambiarme a casa, pero por ahora debo preparar el desayuno para la familia. Mientras hago las tostadas, los huevos y el jugo de los señores repito muy lentamente los acontecimientos sucedidos en esta misma cocina ayer por la noche.

Aparte de sentir una gran vergüenza por ser tan descuidada con mi atuendo y casi ponerle en primera plana min senos a un completo extraño, estoy verdaderamente mortificada por ese sujeto ¿Quién es? ¿Cómo que esta es su casa?hasta dónde tengo entendido esta casa es de los Telnaster y ya conocí a todos los miembros de su familia, bueno menos los padres de Nicholas, al parecer ese tema es prohibido aquí. Sigo tratando de descifrar quien es ese hombre cuando Jennifer llega a la cocina.

-Espero que hayas pasado una buena noche y ya te sientas mejor-si ella supiera que ayer pasó de todos menos tiempo de descansar.

-Ya me siento mucho mejor, gracias-le aseguro-También te agradezco por la ropa que me prestaste, más tarde iré a mi casa a cambiarme y podré lavártela-le digo, es de material ligero así que se secara rápido.

-No te preocupes por eso, yo me encargaré-me dice con una sonrisa-No estaba segura si te quedarían-hace un gesto con sus manos que simula sostener sus pechos- Ya que tú eres más grande en esta parte-si Jenny, ayer estuvieron a la vista para alguien también, quiero decirle pero sigo apenada con solo recordarlo.

-Sí, me quedó un poco ajustado-le digo de repente nerviosa por estar recordando mi noche, cambio de tema para alejar esos pensamientos-Ya tengo listo todo, ya puedes decirles a los demás que vengan-mientras le hablo estoy terminando de revisar que los platos de los Telnaster estén como a ellos le gustan.

-No solo vine para ayudarte con eso-me dice, la observo con el gesto arrugado en confusión- También vine a decirte que la señora Telnaster solicito que sirvieras otro plato para un invitado que los acompañara a desayunar-me explica, de seguro son de los socios que les gusta madrugar, imagino que no tiene ninguna alergia porque si ese fuera el caso Jenny me lo hubiese hecho saber.

Ya listos todos los platos correspondientes le pido a dos de las muchachas que están en la cocina y a Jennifer que me ayuden a llevar el desayuno al comedor, ya entrando al lugar puedo ver que el ambiente es diferente de lo normal, la atmosfera se siente incómoda y pesada, Lucrecia, el señor Dominic, su esposa Margot y Nicholas que siempre tiene un gesto en blanco se ve algo ¿Nervioso?, la pequeña Anastasia parece ajena a lo tenso que estas sus familiares porque se encuentra muy tranquila, incluso al verme entrar sonríe como si fuera la mayor de sus amistades, al menos alguien si se alegra de verme. Observo bien a los que integran el comedor y es más que obvio que nada es usual, todos están en lugares diferentes a los de siempre y todo a causa de que quien está ubicada en el lugar que siempre usa Lucrecia como jefa de familia, lo está ocupando nada más ni nada menos que el hombre de cabello blanco que tuve la desgracia de conocer ayer.

Las chicas y yo no perdemos tiempo y nos apresuramos a dejar los platos en frente de cada uno de los miembros de esta familia y de su encantador invitado, no comprendo quien es él y como su mera presencia está causando tanto alboroto. Me acerco al señor Nicholas y le dejo su plato, veo que todo esté en orden y a como debe ser, al parecer no hay ningún inconveniente así que el personal y yo buscamos la salida, giro para ir detrás de las demás pero siento un apretón en mi brazo, me doy cuenta que el señor Nicholas es quien me sujeta, en ningún momento me mira a la cara cuando habla.

-¿No deseas saber quien es nuestro invitado Fiorella?-pregunta en tono tranquilo, de verdad que tengo ganas de decirle que no me apetece en lo absoluto, pero en su lugar digo.

-Como usted lo desee señor- volteo a ver al hombre que no me permitió dormir por estar rondando mi cabeza-Es un placer tenerlo en la mansión de la familia Telnaster, mi nombre es Fiorella y espero que la comida sea de su agrado-el muy educado ni siquiera me prestó atención, parece que el plato que tiene enfrente es más entretenido que cualquiera en este salón-Si me disculpan me retiro-ahora si salgo la más rápido que puedo de ese lugar antes de comentar alguna imprudencia, pero me detengo a escuchar las voces que provienen del comedor.

-No te mataba saludar a Fiorella con un mínimo de interés Maximiliam-dice Lucrecia en un tono de voz que jamás le había escuchado usar, se escucha realmente irritada, como si estuviera cansada de la actitud tosca de quien ahora sé es Maximiliam, bueno el nombre si que le pega.

-Sabes muy bien que no pierdo tiempo en estupideces como las presentaciones- dice aburrido-Además para que me molesto en detallarla, no es como si fuera impresionante a la vista- este hijo de put...calma Fiorella este idiota no merece ni mis insultos.

-Te equivocas en eso hermano-dice de repente el señor Nicholas-Fiorella es una joven muy atractiva y como estoy seguro que sabrás, también con un hermoso cuerpo ¿O me equivoco?-no entiendo por qué el señor Nicholas dice esas cosas, en cada uno de nuestros encuentros a dejado claro que no me tolera ¿Pero le parezco atractiva? Tantas cosas me harán doler la cabeza.

-Nicholas no hables así de Fiorella- lo regaña su abuela-Recuerda que es una señorita- si Nicholas recuerdalo y de paso también tu hermano. ¿Qué? Para el carro, ¿Cómo que hermano?. Estaba tan perdida escuchando la reprimenda de Lucrecia a su nieto que pasé por alto ese detalle.

El señor Nicholas tiene un hermano, un hermano quien es Maximiliam, un hermano que anoche casi me vio las tetas, un hermano que dice que no soy impresionante a la vista osea un maldito hermano. Que mi nona me ayude, si creía que el señor Nicholas era la amargura echa persona, Maximiliam le quita el puesto.

Aunque no es solo amargado, es grosero, vulgar y lo peor de todo intimidante, si logra causar ese tipo de reacciones en su familia no imagino como es con todos los demás.

-No sabía que te gustaba espiar a los demás hermanito-le dice Maximiliam, ¿Espiar? ¿A qué se refiere?

-Sabías perfectamente que me habías visto-dice el señor Nicholas-De verdad que tú nunca cambias, sigues siendo el maldito zorro de siempre-se escucha un estruendo y la voz enojada del señor Dominic quien había estado callado durante todo este tiempo.

-SUFICIENTE-regaña-Recuerden que mi hija esta presente y no quiero que sea testigo de como ustedes dos actúan de manera imprudente- debería irme ya, esta conversación no me incumbe.

Regreso a la cocina y termino mis labores antes de los normal, necesito llegar a mi casa, cambiarme y poder dormir de verdad. Le digo a Jennifer que me iré más temprano y que ya terminé todas las labores, me despido de todos en la cocina y me dirijo a la salida, voy perdida en mis pensamientos que es demasiado tarde cuando ya me he estrellado contra una pared, una pared que parece tener vida.

-Lo siento señorita-me sobo la frente porque es donde más me golpee y veo al gigante que tengo al frente, mira tú es el hombre que estaba cuidando a Lucrecia aquella noche que nos conocimos en el parque-Oh!, eres tú pequeña-al parecer él también me reconoció.

-Un gusto verte de nuevo grandote-le digo-Bueno ahora que trabajamos para la misma familia sería bueno que nos presentemos correctamente-le extiendo mi mano y él la estrecha-Mi nombre es Fiorella Leblanc-le sonrío.

-Lo sé-contesta, frunzo el ceño en confusión, pero se corrige-Digo... que mi nombre es Henry Smith, pero todos me llaman Diff-creo que el apodo no le pega.

-¿Te puedo llamar grandote?-le pregunto divertida-Ese apodo te pega más.

-Solo si yo te puedo decir pequeña-me contra ataca-Ese también te pega a ti-suelto a reír porque tiene razón, es que mirenme, mi mano que en este momento está en la suya parece la de una muñequita-Sonríe más pequeña, te ves muy dulce-inmediatamente me sonrojo por sus palabras, que alguien tan grande diga palabras tan amables es un completo contraste. Voy a agradecerle por el cumplido cuando alguien se aclara la garganta a mis espaldas.

-Señor-dice soltando mi mano como si esta fuera ácido. ¿Yo? yo solo puedo pensar quien de los simpáticos es ¿Nicholas o Maximiliam?

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