Capitulo XXXII

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El capitulo de hoy es para todos y todas aquellos que nunca  se sienten solos porque tienen una historia que les hace compañía, historias que nos hacen olvidar por un instante nuestras realidades. Tú, lector que estás aquí, te deseo un prospero año nuevo, lee, disfruta, vive y muere, porque, al final todos somos parte de un Sepulcro.

Maximiliam

Esta vez Nicholas sobrepasó los límites de la paciencia que no tengo y de la que solo guardo para Fiorella, ¿Qué tal una visita para hacerlo entender?

Si antes me controlé cuando lo encontré abrazado a mi chef, fue solo porque no quiero que ella me vea en un estado violento, Y digamos que el noventa y ocho por ciento de las veces somos violentos, así que tuve que contenerme para no estaparle la cara contra el suelo, mejor aún, quizás esta vez terminar con los ajustes a su nariz.

Saber que él es el causante de la molestia de mi corderito hacia mí por haberle inventado estupideces. Lo único cierto en lo que dijo es que si me involucre con Charlotte, pero fue hace como cinco años y solo fue sexo, ella quería algo más, pero dejé muy claro que no estaba interesado, Y aún así no nos capta el mensaje, eso es cierto, al día de hoy sigue insistiendo en que nos demos una oportunidad, se toma el atrevimiento de tocarme como si fuéramos dos amantes, cuando el único toque que deseo es de la mujer que en este momento se encuentra en la cocina de mi casa preparando una receta que según lo que me comentó es de las primeras que le enseñó su abuela.

–¿No deseas visitar tu país de origen?– le pregunto mientras busca entre los cajones lo que necesita.

–Claro que me encantaría, quizás en un futuro, por ahora solo puedo ahorrar para una cosa y lo que más deseo es terminar la universidad.

–Eso no es problema, yo te puedo llevar a donde tú quieras– digo encogiendome de hombros.

–Mmmm– dice picando unos tomates–Suena tentador, pero por ahora tendré que decir que no– coloca una sarten al fuego y vierte los tomates junto a otras cosas que ni se como se llaman, ¿Cuándo compramos eso?, creo que esa fue Jennifer, ¿Y para que las compra? ¿Acaso sabemos cocinar?, buen punto, pero al menos tenemos todo lo que ocupará Fiorella.

–¿Qué estás preparando?– pregunto colocandome detrás de ella– Eso huele muy bien–digo sintiendo el olor a especias que se expande por todo el penthouse, Esto se siente como un hogar ahoraMe gusta que cocines para mí– beso su mejilla.

–Y a mí me encanta hacerlo, te prometo que esta es una de las muchas recetas que te haré– sonríe– Y gracias por prestarme una de tus camisetas, aunque me quedan como vestidos– observo su cuerpo envuelto en unos chors de deportes y una de mis camisetas más pequeñas que le di para que se cambiara la ropa manchada, La rubia también recibirá una visita especial.

Los luces mejor tú– le digo, mi teléfono suena sobre la encimera donde lo dejé, lo tomo y atiendo– ¿Qué?– digo brusco, Fiorella me observa y con los labios articula, Modales, bueno eso sólo los usamos con ella.

–Vaya, así atiendes a tus amigos– dice la voz irritante de un nada atractivo Sergei.

–Al punto– le digo con molestia, Sergei nos cae bien cada vez menos.

–Hoy es día de entrega, los Polacos vienen por su mercancía, te llamaba para acordar el punto de reuniónmierda, con la visita a la mansión lo había olvidado.

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