Capítulo 15

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Fiorella

El casino del Gran Varón es un completo lujo, a primera vista este lugar grita sólo una cosa; Poder. Mientras Svetlana, Adriano y yo avanzamos al espacio donde se está desarrollando este evento.

Cada paso que doy lo hago con toda la seguridad. Mientras me veo rodeada de tantas personas de altos rangos y posiciones económicas me doy cuenta que la persona que era antes no existe.

Fiorella Leblanc murió el día que la dejaron en esa Fosa, ahora solo existe Fiorella Petrucci, una mujer fuerte y capaz de lo inimaginable con tal de encontrar a su hijo. Mi vida pasada se quedó ahí, en el pasado. Así como me olvidaron tan fácil y rápido, así les regresaré el favor.

Los camareros vestidos en elegantes trajes están por todas partes asegurándose que los invitados estén lo mejor atendidos posibles. El casino se encuentra completamente lleno de mujeres y hombres vestidos con lo mejor y lo más nuevo de la moda, si se me permite deducir. Lo fascinante de este evento es que no se sabe quien es quien, ahora entiendo el gusto del Varón por este tipo de eventos.

-El Gran Varón se aproxima hacia aquí- dice Adriano dándole un trago a su copa de Champagne.

-Era lógico que deseara ver a la estrella de la noche- dice la rusa viéndome.

-¿Y yo que tengo que ver?- pregunto frunciendo el ceño tras mi máscara.

-Eres la causa de los cuchicheos aquí , amore- me dice Adriano-Es más que obvio que todos quieren conocer a la misteriosa mujer que escapó de la Fosa junto a la gran Svetlana Vasiliev.

-Eres el centro de atención львица- añade Svetlana. Quiero responderles pero un hombre con traje carmesí y con una máscaras del mismo tono se planta frente a nosotros.

-Svetlana querida- dice el hombre con voz gruesa quitándose la máscara. Wow no sabía que esperar, pero definitivamente no creía que se vería así. En el avión Adriano me habló un poco sobre él, con su descripción me imaginé a un viejito canoso, pero este cincuentón es muy atractivo y para nada tiene canas-Me alegro de que estés libre nuevamente- inclinan su cabeza ante la rubia.

-Sabes que no pueden retenerme por mucho tiempo- dice ella con un gesto indiferente.

-Vasiliev- inclina la cabeza hacia Adriano.

-Varón- responde en el mismo tono. El hombre se gira a verme y con una gran sonrisa toma mi mano y me da un beso en el dorso.

—Es un verdadero honor tener a la famosa Emperatriz - dice sin soltarme la mano-Sea bienvenida a mi humilde casino.

—Créame que humilde no es la palabra que usaría para describir este lugar- digo quitando mi mano de la suya.

—¿Y cual usaría?- pregunta levantado una ceja con verdadera intriga.

—Excesivo- es lo único que digo. Adriano escupe un poco de su Champagne y percibo que la comisura de los labios de Svetlana se levantan en una pequeña sonrisa.

—Me gusta el lujo, lo admito- dice el hombre colocándose su máscara-Pero eso solo demuestra una parte de lo que poseo.

—Lastima que tiene que recurrir a la exhibición para que los demás sepan su nivel- sonrío- En mi caso, no poseo ni la mitad de sus bienes y ya soy la estrella de la noche en SU fiesta- mientras Adriano y El Varón me observan con la boca abierta, la rusa me toma del hombro y le dice al anfitrión:

—Está es mi львица- dice con orgullo-Ten cuidado para la próxima, es la mejor con los cuchillos.

-Ya veo- ríe el Varón-Créame que nunca me impresiono, señorita Petrucci- dice inclinándose-Espero que disfrute de la velada - con eso pasa a saludar al resto de sus invitados.

-Y yo que creía que los que me cuelgan eran grandes- dice Adriano viéndome - Definitivamente los tuyos lo son aun más.

-Eres asqueroso- le dice su tía- Pero tienes razón, a Fiorella si que le cuelgan- Madonna Santa y dicen que mis frases son graciosas, ellos y sus analogías están para morirse.

Seguimos pasando la noche entre algunas conversaciones con antiguos socios de Svetlana y presentaciones de mi persona para todo aquel que desee conocerme, que son casi todos los que se cruzan en mi camino.

Todos quieren conocer a la que se murmura, es la nueva heredera y sucesora de Svetlana Vasiliev. La rusa y yo hacemos esa parte, incluso cerramos algunos nuevos tratos con nuevos socios, pero por otro lado, Adriano.

Ha pasado toda lo noche de mujer en mujer, ¿Lo peor de todo? Ninguna le hace caso. Pobre, cada invitación a bailar que ofrece es rechazada una y otra vez.

-¿Cuándo entenderá que nadie quiere bailar con él?- se burla la rusa mientras toma un vaso de vodka.

-No sé si sentirme mal por él o reírme de su situación- digo mientras tomo un trago de Champagne. Observo como una hermosa pelinegra en un vestido blanco de escote alto le dice por enésima vez que no quiere bailar con él, el ruso refunfuñando se retira y viene hacia nosotras.

-Parece que tengo una especie de maldición en este país- dice colocando sus manos en sus caderas-Es imposible de creer que ninguna mujer desee bailar con esto- señala todo su cuerpo.

-Yo huiria de todo eso- lo señala Svetlana, no sé si es por el Champagne que he tomado, pero cuando suena Blurred Lines en todo el lugar, tomo a Adriano de la mano y lo llevó a la pista de baile.

-Sabía que en el fondo me deseabas, amore- dice mientras me sigue el ritmo, admito que baila muy bien.

-No hagas que me arrepienta de ayudarte en tu miseria- le advierto. No dice nada más y con eso nos sincronizamos juntos. Es divertido bailar con él, decidí llevarlo a bailar como muestra de agradecimiento por las veces que me ha hecho sonreír en mis momentos de tristeza.

Cuando Adriano me hace girar de forma que nos separamos por un minuto me atrapa y me pega por completo a su cuerpo, pero se siente diferente esta vez. Cuando suena el coro de la canción siento que sus manos vagan por mi cuerpo.

-Adriano- le advierto pero no me responde. Sus manos bajan hasta colocarse cerca de la abertura del vestido en mi muslo, cuando su mano toca mi piel abro los ojos por la sorpresa. No sentí piel con piel, se sintió como:

—Buenas noches, corderito.

*Muda*
Besos en el poto 💋.

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