Sepulcro

Capitulo Final

Maximiliam

- Por favor prometido, pongámonos muy suc-ios- mi corderito está tan borracha que ni siquiera termina bien sus frases.

La idea de que ella quisiera estar a mi lado tanto como yo, me enloquecía. Ya queremos llamarla esposa y que todos sepan que es nuestra.

Cuando ella, Jennifer y Svetlana decidieron quedarse en Pallas ninguno se opuso, de cualquier modo mañana es nuestra boda aquí. Decidimos hacerla lejos de Toronto, ese lugar es algo de lo que todos deseamos mantener distancias por algún tiempo.

La planificación fue rápida y efectiva, Como no si todo el dinero que se pagó merecía buen servicio. Eso es algo que me da igual, por ver a mi chef caminando hacia nosotros en el altar con su vestido, Que por cierto, no nos ha querido enseñar. Ella y Jennifer salen con sus cosas de que la mala suerte y eso. Pura estupidez si nos preguntan.

Mi mujer después de pedirme sexo en frente de todos, fue a besar y darle las buenas noches a nuestro pequeño y me arrastró hacia la habitación. Y aquí estamos con una novia profuga de su despedida de soltera.

- Estás ebria amor- le digo recostandola en la cama para quitarle los tacones, se que no le gusta usarlos, pero se ve jodidamente sexy esta noche con este vestido y este calzado- Tendremos mucho tiempo en la luna de miel- le doy un beso en su tobillo- Créeme que no daremos tregua, es más, creo que Ayax podría ser hermano mayor.

- Pero yo quiero esas cosas ahora- dice subiéndose a mi regazo- Quiero a mi prometido...- mordisquea mi barbilla. Al ver que no hago ningún movimiento me frunce el ceño, sus pupilas están dilatadas, Quién sabe si es por el alcohol o lo excitada- ¿Dónde quedó el Maxi atrevido de las Vegas?- pregunta viéndome- Por ahí escuché que eres un gran bailarín.

-Hoy si los mato- digo cuando entiendo el trasfondo de sus palabras, esos tres son los únicos que saben de esa mierda de noche- ¿Quién te lo dijo? ¿Diff, Jennifer o el viejo?- mi corderito ríe mientras me da un beso en las mejillas y recuesta su cabeza en mi hombro.

- Te lo diré si me besas por todo el cuerpo- dice en tono coqueto. Eso nos gusta, la Fiorella ebria es muy linda coqueteando.

- Mmm- murmuro mientras subo mi mano por la piel de su muslo, el blanco de su tes contrastando con mi guante. Cuando llego al inicio de su ropa interior escucho algo que me desconcierta, ¿Eso es un ronquido?- ¿Amor? - pregunto pero no tengo respuesta.

Giro mi rostro para verla y la encuentro profundamente dormida. Nos calienta y se queda dormida, es tan adorable. Esta mujer me va a matar un día.

Con mucho cuidado la levanto y la coloco sobre la cama, la cubro con las sábanas y le doy un beso en sus labios rosados.

- Mañana inicia muestra vida de familia- le digo, le doy un último beso en su frente y con mucho silencio salgo de la habitación, sé que mañana Jennifer me correrá del cuarto antes de tener tiempo de decir buenas días a mi corderito.

Llego al cuarto de Fabiano y como es costumbre, su perro guardián está de pies en un lado de la habitación vigilando a su jefe y a mi hijo.

-¿Nervios prenupciales?- pregunta levantando una ceja.

-Cállate- le digo viendo a mi pequeño dormir plácidamente en el lado de la cama que Fabiano preparó especialmente para él- Supongo que hoy seremos dos en la guardia.

Sin decir más tomo una silla de la habitación y la coloco cerca de la ventana para observar el paisaje de la ciudad, no falta mucho para que salga el sol, así que dormir no es una opción.