Extra

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Sergei

Mientras Fiorella y Maximiliam están de luna de miel.

Tomo un trago de vodka que me ofrece Svetlana mientras nos colocamos en el mini bar con el que cuenta la suite en la que nos hemos estado quedando.

Mi hijo y la bella Fiorella partieron hace unas horas con destino a Italia para su luna de miel. Nos dieron órdenes muy concretas de cuidar al pequeño guerrero y de satisfacer los caprichos de mi otra hija.

No creí estar vivo para verlos a los tres formando sus propias familias, Maxi está casado y con un precioso hijo y mi Diff y Jennifer están a la espera de su propio bebé.

Supongo que mi trabajo fue bien hecho, ahora que ya no me van a necesitar buscaré mi propio destino.

—¿Cómo van las cosas en Irlanda?— pregunta la rusa.

—Realmente no lo sé, tengo años de no ir, pero creo que es momento de regresar— digo tras un sorbo de mi vazo, solo hay una cosa que me retiene aquí.

—Adriano y yo queríamos hacer negocios por ese terreno, pero al parecer están en disputas por quien tomará el control— no es algo que me sorprenda, desde que me fui existe ese caos y sé muy bien quien lo está ejecutando.

Estoy por responderle cuando Dominic acompañado de su familia entran en el lugar.

Verlo siempre es doloroso, que puedo decir, es la verdad. Todos estarían igual que yo si la persona que más amas se pasa frente a ti de la mano de otra compañía que no es la tuya.

—Tenemos que dar una noticia— dice la dulce voz de Margot.

Nunca le tendré resentimiento ni odio, después de todo ella nunca tuvo ni la menor idea de lo que alguna vez vivimos su esposo y yo.

Dejé de sentirme como el sucio secreto hace muchos años, tengo que meterme en la cabeza que todo lo vivido con este hombre no significó nada para él, así que no voy a enterrarme en el pozo de la miseria y la autocompasión. Claro, es más fácil decirlo que hacerlo.

—¿Qué sucede?— pregunta Jennifer entrando junto a Diff y más atrás de ellos vienen Nicholas con Fabiano y el estúpido británico con cara de culo.

Ese hombre es un dolor de cabeza, no sé como diablos lo soporta Fabiano. La verdad son mis ideas, porque parece llevarse bien con todos, a pesar de que no hable una mierda.

—Regresaremos a Canadá— dice así sin más Dominic— Buscaré un nuevo lugar para establecerme con mi Familia.

—Dominic y yo creemos que es mejor irnos a vivir con mis padres— dice Margot.

Observo fijamente al hombre que alguna vez parecí importarle, pero ignora mi presencia como siempre.

No puede llevarse a la pequeña Ana lejos, sería más difícil para mí poder verla.

Independientemente de nuestra historia de asco, Anastasia se ha llegado a convertir en una persona muy importante para mí.

—No puedes llevarte a Ana lejos de nosotros— digo con voz fría, todos en la habitación me observan asombrados por mi tono.

—Puedo y lo haré— dice sin siquiera verme.

—Si esa es su decisión, lo respetaremos— dice Fabiano con voz tranquila.

—Espero que nos visiten — dice Margot con una sonrisa dulce.

—Y también vendré para ver a mi primo Ayax— dice la pequeña Ana.

Sin poder aguantar más la presencia de Dominic decido salir de la habitación. Cuando paso por el pasillo que lleva hacia la azotea del edificio me encuentro con el sobrino de Svetlana, lleva unas botellas de vodka en sus manos, imagino que de su tía.

—No entiendo como es posible que se haya acabado todo lo que teníamos en el bar— murmura, sin que se de cuenta le tomó una botella y sigo mi camino.

Destapo el licor y mientras subo las escaleras para llegar arriba doy trago tras trago.

En serio que mi vida siempre estuvo destinada a estar solo. Mi maldito hermano tenía razón, los hombres de nuestra familia están destinados a una vida sin amor.

Viendo las luces de las Vegas me doy cuenta que es mejor si me resigno a seguir albergando la estúpida esperanza de que un día Dominic se de cuenta de que lo que experimentamos fue especial.

—¿No estás muy viejo para tomar así?— la irritante voz del británico me hace querer girar los ojos.

—Lárgate— es todo lo que digo dándole otro trago a la botella.

Ignorando por completo mi petición, Jeremy se sienta junto a mí y observa la vista que tenemos enfrente.

—Sabes que ninguna persona vale que te estés destruyendo así— dice con voz plana— Los demás no lo notarán, pero yo sí lo veo— gira su rostro hacia mí de modo que nuestros ojos se ven directamente— Yo te veo.

Sus palabras producen algo extraño en mi ya muy ebrio cuerpo.

—¿Qué haces cuando sientes que ya no te queda amor para darle a alguien más?— pregunto después de un gran silencio.

—Amor...— dice lentamente— El amor no se acaba, el amor solo se desplaza, cuando crees que una persona merece tu amor, depositas ese sentimiento ahí. Pero cuando te das cuenta que no era el lugar correcto, lo que se debe de hacer es buscar y buscar el lugar correcto donde dejarlo.

Doy un gran trago vaciando el contenido de la botella y me limpio la boca con el dorso de mi mano.

—Creía haber encontrado el lugar correcto— le digo— Pero supongo que veía cosas que en realidad no estaban, el amor que creía sentir solo era un triste reflejo del mío.

—Me recuerdas a una historia que mi madre me contaba antes de dormir— dice con un suspiro resignado— Pero estás muy ebrio para escucharla.

—¿Por qué me seguiste?— pregunto serio.

—Porque tenia la idea de que podrías hacer algo estúpido.

—Tengo una familia, jamás haría algo así— Jeremy se coloca de pies y me indica que haga lo mismo.

—Esta es la única vez que lo diré— se levanta la manga de su camisa blanca y se quita un reloj de aspecto antiguo— Haremos un intercambio.

—¿Qué clase de intercambio?— pregunto confundido.

—Dame el reloj que siempre cargas contigo y yo te daré el mío— instintivamente toco el interior de mi abrigo donde traigo el reloj que me obsequió Dom.

Jamás creí deshacerme de este objeto, pero algo en los ojos de Jeremy me dice que hacer esto es lo correcto. Saco el reloj de bolsillo y lo coloco en la palma de la mano del hombre de ojos grises frente a mí.

—Es momento de cambiar de lugar— dice colocando su reloj en mi muñeca— Es el momento, Sergei.

Con eso se va dejándome con su reloj, sus palabras y la extraña sensación de escuchar mi nombre en sus labios.


Estos dos son mis protegidos.
Este extra es tan solo un probadita de lo que se aproxima.
Recuerden dejar su voto y su comentario.
Besos en el poto 💋

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