Capitulo XXX

6.1K 459 72
                                    

El capitulo de hoy va para Adelhay1

–Non so se sia un dono, una benedizione o il destino, ma quello di cui sono sicuro è che non voglio allontanarmi da te– murmuro mientras paso las yemas de mis dedos por el rostro de Maxi.

Llevo varios minutos despierta, me ha fascinado cada momento de verlo así, tan relajado, parece un angelo. Es aquí donde recuerdo quien es en realidad Maximiliam, un líder de la mafia.

No tengo miedo de él, tengo temor por la vida que lo rodea, apenas lo tengo, no quiero que me lo arrebaten, quiero esto que tenemos, estar al lado del otro sin miedo a que sea atacado o herido.

Necesito hablar de esto con Jennifer, ella sabe más sobre estas cosas de la mafia, buscaré algo de tranquilidad en algo, lo que sea que diga para tener un poco de seguridad sobre el bienestar de Maxi.

–¿Qué atormenta la cabeza de mi corderito tan temprano?– la voz de Maximiliam me sobresalta, estaba tan perdida en mis pensamientos que no noté que se había despertado.

–No es nada– aseguro, me recuesto a su lado colocando mi mano de manera que sostenga mi cabeza–¿Cómo dormiste?– pregunto pasando mi mirada por todo su cuerpo, me detengo más tiempo en su mano enguantada, en ningún momento de la noche se lo quitó, paciencia, eso debo tener, algún día se abrirá con respecto a ese tema.

–No lo tomes personal– me dice, levanto mi vista de su mano y observo su cara– A nadie le he mostrado mi mano desde que uso guante– explica, toma un mechón de mi cabello y lo coloca detrás de mi oreja– Así que no pienses que no confío en ti o mierdas así– se acerca con intenciones de besarme pero aparato el rostro.

–No me he cepillado– le digo con una sonrisa tímida– Ya regreso– me levanto y me dirijo al baño, escucho los pasos de Maximiliam seguirme, dentro del baño estamos ambos frente al pequeño lavado, el lugar se ve tan diminuto con Maximiliam dentro, busco en el cajón donde guardo suministros, encuentro un cepillo nuevo, le coloco pasta y se lo entrego– Aquí tienes– sonríe y con una mano en mi cintura nos cepillamos, vernos así, en mi baño, haciendo estas simples cosas, me hacen pensar en un futuro juntos, viviendo juntos, noooooo, aun es muy pronto para pensar en eso.

Terminando con nuestros dientes, Maximiliam coloca su cepillo y el mio en el recipiente sobre el lavado.

–Ahora ya no tienes excusas– me dice levantándome, coloco mis brazos sobre su cuello y lo rodeo con mis piernas– Quiero que siempre que estemos juntos nos des besos– exige refiriéndose a él y las voces.

Río y obedezco, esto lo disfruto tanto como él, ahí en mi baño, prometí siempre besar a Maximiliam y a las voces.

–Se me hace tarde– digo entre besos–Creo que ya no me dará tiempo de bañarme– me bajo de encima de Maxi y salgo a buscar que ponerme, mientras él se coloca de nuevo su traje, yo me pongo unos jeans rasgados y una blusa sencilla rosa, me hago unas trenzas sencillas y preparo mi mochila.

–Se me hace tarde– digo entre besos–Creo que ya no me dará tiempo de bañarme– me bajo de encima de Maxi y salgo a buscar que ponerme, mientras él se coloca de nuevo su traje, yo me pongo unos jeans rasgados y una blusa sencilla rosa, me hago unas ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sepulcro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora