Sepulcro

Capitulo XVIII

Fiorella

Estoy muy asustada, no sé que pasará ahora, parece tan irreal, hace tan solo unos minutos Jennifer y yo estábamos disfrutando de un feliz baile y ahora estamos bajo una mesa cruzando los dedos para que no nos lastimen.

–Sabía que esto pasaría– murmura Jenny en voz baja, la volteo a ver– Ehh... lo que quiero decir es que estas cosas no pasan aquí, este lugar es muy exclusivo y seguro– trago el nudo de nervios en mi garganta.

–Supongo que en parte yo le traje mala suerte al club– miro el caos a nuestro alrededor– Primera fiesta a la que voy y termino en un enfrentamiento– mi amiga niega con la cabeza riendo.

–Creeme Fio, en el mundo esto pasa más seguido de lo que creerías– suena otro disparo, la sensación de estar en peligro de muerte me cubre el cuerpo, me acerco más a Jenny–Tranquila, nada nos pasará.

Nuestro alredor está lleno de personas que corren de un lado a otro, se oyen gritos y disparos, seguimos en nuestro pequeño refugio cuando veo que una sombra de lo que parece ser un hombre se acerca, tomo a Jennifer del brazo, ella sigue la dirección de mi mirada, de manera rápida me coloca detrás de ella. Cuando el sujeto está al frente de nosotras el cuerpo de Jennifer se relaja.

–Ya te habías tardado–le dice a un Diff que llegó con arma en mano.

–Sabes que tenía que controlar a cierta situación– el grandote le dedica una mirada extraña a Jennifer.

–Lo importante es sacar a Fiorella– Diff despega su mirada de Jennifer, creo que si no me hubiera mencionado ni se hubiera dado cuenta de que estoy, y como no, si desde que vino solo enfocó a mi amiga.

–¿Te encuentras bien pequeña?– no sé si es el miedo de todo o el término cariñoso del grandote pero en lugar de responder me despego de Jenny y me abrazo a Diff– Shhh– me da palmaditas en la espalda–Ya nos vamos, tranquila.

Jennifer se acerca a nosotros y le hace un gesto de la cabeza a Diff.

–Hora de irse– los tres pasamos entre la multitud, los disparos no han cesado, pero me imagino que el grandote con la expresión que tiene como guardaespaldas sabe como proceder ante estas situaciones, llegamos a un lugar que supongo es la salida trasera, Diff y Jennifer no cortan el paso, al contrario siguen hasta llegar al que reconozco como el auto de Jennifer.

–Ustedes suban–nos indica Diff–Me aseguraré de descartar cualquier peligro a los alrededores– Jenny me toma de la mano y me coloca en los asientos traseros, mis manos tiemblan, aún no estoy del todo bien.

–Ya estamos a salvo–me dice, me acomoda el pelo detrás de las orejas–  Diff y yo jamás dejaremos que te pase algo, ahora eres como nuestra hermana– sé que sus palabras son sinceras por eso comienzo a sollozar–Diablos, lo dije para que te sintieras más segura, no para que lloraras.

–Es que estoy muy feliz de conocerlos– ya controlando un poco mis nervios, me limpio alguna que otra lágrima del rostro, Jennifer me coloca el cinturón y me da un beso en la cabeza.

–Te llevaremos a casa– siento como si Jennifer fuera mi hermana mayor, la sensación es calidad, y lo que le dije es cierto, me alegro de haberla conocido a ella y al grandote. Hablando de él, sube y se coloca al lado del conductor, Jennifer va en el lado del copiloto.

–¿Dónde queda tu casa pequeña?– pregunta.

–Yo te dirijo– le dice Jennifer, me alegro que lo haga, estoy aún en shock y no pienso con claridad, arrancamos el coche y escucho como le va dando las instrucciones a Diff sobre como llegar al lugar donde vivo.