Capítulo XXXI

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Esta vez es para DomenicaAyovi

–Sales sobrando aquí, hermano– le dice Nicholas a un Maximiliam completamente cabreado.

–Yo tengo que seguir con mi trabajo– digo apartandome de Nicholas–Gracias por el pañuelo– Nicholas ignora por completo la presencia de Maximiliam, toma mi rostro entre sus manos y sorpresivamente deposita un beso en mi frente, esto se siente incómodo.

– No olvides lo que te dije, olvidate de las cosas que dijo Charlotte– doy un asentimiento con la cabeza y me dispongo a alejarme.

Paso a la par de Maximiliam sin dedicarle una mirada, él no trata de tenerme, toda su atención está en su hermano.

Ya los rayos del sol están desapareciendo, la cena, paso preparando la cena sumida en mis pensamientos, no sé que debo hacer, pero por el momento no quiero hablar con ningún miembro de esta familia.

Cuando tengo todo listo, lo llevo al comedor, donde toda la familia incluida la nueva invitada están en sus lugares, evito posar mi vista en Maximiliam, quien contrario a mí, no disimula verme, coloco los platillos en los lugares, cuando coloco el de Maximiliam, me hago la loca y no le presto atención.

–Provecho a todos– digo, de soslayo veo como la señorita Charlotte alarga su mano y la coloca sobre la de Maximiliam, eso es todo, no pierdo más tiempo y me marcho del lugar.

Servida la cena, no tengo nada más que hacer en la mansión, estoy dejando todo en su lugar cuando escucho el sonido de unos tacones acercándose a la cocina.

–Mi hermana es una exagerada– dice la muy encantadora señorita Charlotte–No cocinas para nada bien– dice tirandome la comida del plato que traía consigo.

Veo como mi blusa se mancha toda, esto es suficiente, esta mujer es despreciable, no me importa si Maximiliam tiene algo con ella o no, esto, con MI COMIDA, no se lo perdono a nadie.

–Es usted una mujer sin educación– le digo recogiendo los pedazos del platos que rompió– No sé que problema tenga, pero le voy a pedir que actúe como un ser humano decente y sea civilizada.

–¿Quién te crees para hablarme así?– me grita molesta, observo como levanta su mano para abofetearme pero el impacto nunca llega.

–¿Qué carajos crees que estás haciendo?– dice Maximiliam con gesto sombrío mientras sostiene con fuerza la mano de la señorita Charlotte.

–Maximiliam, cariño, me estas lastimando– le dice con voz melosa, puajSolo estaba poniendo en su lugar a esta criada– dice viéndome.

–Cuidado con lo que dices, ¿O quieres perder la lengua?– pregunta tranquilo, tanto la mujer como yo lo observamos atónitas.

Maximiliam observa fijamente a la mujer, pareciera que quiere atravesarla con los ojos, yo estoy cansada, hoy fui humillada, manchada y demás, solo quiero irme a casa.

–Yo me retiro– digo tomando mi mochila y saliendo de la cocina.

Mientras camino hacia la salida escucho fuertes pisadas siguiendome, no tengo que voltear para verlo, sé que es él, lo ignoro por completo y salgo por la verjas, busco en mi mochila mis audífonos y me teléfono, tengo ganas de caminar, así que dejo de lado la idea de tomar un taxi.

–Mi coche está del otro lado Fiorella– dice con voz claramente molesta, hago oídos sordos a sus palabras y continuo mi camino– No me obligues a ponerte sobre mi hombro Fiorella– sigo caminando como si no fuera conmigo la platica– Ya es suficiente, vamos por ella– escucho y eso si llama mi atención, me giro hacia atrás y veo como Maximiliam llega en grandes zancadas hasta mí, me toma en peso y me coloca sobre su hombro.

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