Capítulo 20

3.5K 471 152
                                    

—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—...y esa fue una noche épica, no te lo puedes imaginar. ¿A que si Iván? Te has puesto rojo.

Las risas estallaron en la mesa de póker. Incluso León los acompañó en la anécdota de sus guardias.

—Solo fue una vez —respondió su mejor hombre, la persona que se enteraba de las venganzas en su contra primero que nadie. Y esas eran muchas.

—¡Que no! —rechistó alzando sus cartas —. Si estaba Isaak también, has salido corriendo como un cobarde —prosiguió entre burlas.

León sacudió su cabeza sonriendo a medias. Un cigarro colgaba de sus labios y su mente en el juego que estaba a punto de lanzar. Era sábado, y el casino iba cargado de gente, junto al antro. Eso era motivo suficiente para celebrar y jugar unas cartas con sus únicos compañeros de todos los días.

No era lo mismo que jugar con sus hermanos y soportar la bronca de Emilio cada vez que perdía, y el macabro juego de Donovan para ganar.

—El cobarde ha sido él, que si no fuese por su hermano la quedaba ahí —se defendió Iván.

Todos se quedaron en silencio, era claro que se refería a Alek, a ese nombre que durante meses era imposible mencionar delante de León, para nadie era novedad el poco trato con el mejor guardia de Emilio.

León dio una calada y arqueó su ceja moviendo sus cartas, pasando por alto las miradas de sus guardias.

Iván carraspeó ante la ausencia de reacción de su jefe, y con un solo movimiento les indicó a los demás que se largaran. Volvían a ser los únicos dos en esa jugada que León sabía sería suya.

—Hay una mujer que quiere verte —comentó Iván pausado rascando su cuello, allí donde no sobraba un poco de piel sin tinta, sabiendo que debía tantear los hilos con esa mente peligrosa.

—¿Una mujer? —cuestionó sin preocupaciones.

No era la primera vez que aparecían en busca de trabajo o para entretener a los presentes en el casino, allí donde algunos clientes las recibían a cambio de una buena suma.

—Dice que es importante que la escuches —prosiguió en esa confianza que le permitía tutear a su jefe —. Está en la otra sala, terminamos aquí y le—

León reveló sus cartas junto a esa cínica sonrisa dibujada en sus labios. Tiró su cuerpo hacia atrás señalándolo con el cigarrillo. La partida había terminado. Iván sacudó su cabeza y bufó cansado de la buena suerte que cargaba León.

Eh...cambia esa cara que no es mi culpa que seas tan malo.

—Los dos sabemos que revisas las cartas primero —acusó poniéndose de pie.

—Mi mesa, mis reglas —carcajeó juntando las cartas —. Dile a esa mujer que pase, prefiero salir de esto de una vez —indicó meciendo su cabeza hacia la puerta.

Reputación macabra © (Markov IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora