soldado del amor

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Narra Louis

-¿Qué has hecho, Harry? – le dije con los ojos cristalizados. Sin creer lo que me acababa de enterar, y de que estaba apunto de soltar unas cuantas lágrimas por una persona a la que quería. Por la que estaba enamorado. 

Si no hubiera sido por las chismosas animadoras, esas “amigas” de mi hermana, nada de eso saldría a la luz. Porque Harry no iría a decirlo. Ángela, Zayn y él, dicen que mi hermana nos traicionó. Pero el que ahora ha traicionado a sido él. Aunque suene raro, aunque parezca incleíble que esto salga por mi boca, lo quería. Como un gran amigo. Un hermano.

-Louis, yo…

-Cállate – dije de mala gana -. Me voy – cogí mi mochila del suelo, que había acabado allí por el enfado y la fustración -.Y olvídate de que alguna vez tuvimos un acto de comunicación. Adiós “amigo” – le dije saliendo por la puerta principal de mi “prestigioso” colegio. Montándome en mi precioso Lamborghini rojo y alejándome a toda velocidad, cosa que me caracterizaba, mientras ese traidor miraba como quería huir a cualquier parte del mundo.

-¿De qué vas, ____? 

-¿Otra vez delirando? Vete por donde has venido, linda – dije cerrando mi taquilla y volviéndome hacia su horrible cara. Aunque por más que me molestase, no era horrible. Para nada.

-Trátame bien. Sólo porque te acuestes con el equipo entero de fútbol, no te hace más popular. Puta – me dijo Ángela con cierto aire de superioridad. Y con sus secuaces tras ella. Las arrastradas que copian todo de la macarra del colegio.

-¿Qué has dicho? – me acerqué más a ella con aire amenazante. A penas centímetros separaban nuestras narices -. A ti tampoco te hace más popular que te acuestes con todos esos “malotes”.

Me tenía más que harta con el asunto de la popularidad. Aunque eso no influía en nuestra vida. Sólo nuestros amigos. Que todo el colegio hablase o no de nosotras, “las archienemigas”, nos daba igual.

Le escupí en la cara, para iniciar mi camino. Pero volví a mi posición inicial después de que ella me trajese de un tirón de pelo. Se hartó y me dio una hostia. Sus secuaces se apartaron, creando un círculo con todos los alumnos que quedaron como espectadores de los pequeños tirones de pelo que acabaron como una pelea. Parece ser que la guarra esta ya tenía pensado en darme unas cuantas hostias antes de hablar conmigo. Y obviamente yo no me iba a quedar parada, también recibió. De repente, una uña arañó mi brazo. Mi grito alertó a dos profesoras del aula de castigo, que estaba al lado, y me aparté mirando mi parte dolorida. Esa macarra y yo acabamos en el despacho del director. Y con tres semanas de expulsión por pelearnos en mitad del pasillo principal de ese “prestigioso” colegio.

Mi colegio, Saint George’s. Supuestamente el mejor de todo Londres. Con profesores cincuentones, calvos o canosos y con barrigas, y con putas como profesoras. Mujeres de treinta años que no pueden ponerse faldas o vestidos más cortos porque sino, se le verían las tetas. Dos de esas, fueron las que nos separaron. A Ángela y a mí. Esa es la macarra de turno. La que se junta con los “malotes”, “chulos” o “guays” del colegio, ese grupo de Zayn Malik, Harry Styles, ella con sus dos secuaces y… Y mi hermano, Louis. Y es supuestamente mi rival en el instituto. Dicen. Ni para ella, creo, ni para mí, la popularidad es lo que nos importa. Las apariencias a mí y las peleas a ella. Completamente diferentes. No nos parecemos en nada, ahora. Antes éramos iguales. Pero me odia y la odio. Es amiga de mi hermano, y también era mía… Igual que Zayn y Harry. Éramos un grupo. Esa, mi hermano, Zayn, Harry y yo… Nos queríamos, nos cuidábamos todos mutuamente y… Y da igual. A ellos, también los odio. Y todo porque nos separamos. Ellos se llevaron a mi hermano, dejándome completamente sola,y se convirtieron en los malotes-guays del colegio. Y yo me metí en las animadoras, cosa que odiaba en esos tiempos, quedándome como su temible capitana. Por último, al que no puedo ni ver es a mi hermano. Me defraudó. Éramos los mejores, nos cuidábamos y reíamos cada segundo de nuestras vidas hasta que pasó. Los prefirió a ellos y a mí me dejó sola. A su hermana, o “sista” como él decía. No para de molestarme cuando está con sus amigos, cuando se los trae a casa. En esos momentos no es él, lo sé. Ni ellos son ellos, también lo sé. Cuando estamos los dos solos, hace como si no existiera. Pero creo que es porque tiene temor a algo… A que me hable otra vez como “brother” y yo pase de él como él lo hizo conmigo. Y que no dude que cuando lo haga, cuando me hable, no voy a hacerle caso. Aquí, la más fuerte soy yo.

soldado del amorWhere stories live. Discover now