soldado del amor

amigo???

-No Lou, no me hagas repetirlo.

-Por favor. Necesito saberlo.

-Lou, ni siquiera te lo iba a contar. Estás mejor sin esos…

-¿Igual que tú? – me dijo, sentándose en el borde de su cama. Entrecerrando los ojos -. ____, dímelo por favor.

-¿Qué quieres que te vuelva a decir?

-¡QUE HARRY LO HIZO POR MÍ! ¡QUE LO HIZO PORQUE ERA MI AMIGO! ¡Y QUE DANA ES UNA GUARRA! – se levantó bruscamente de la cama, gritándome.

-Harry lo hizo por ti. Lo hizo porque era tu amigo. Y Dana es una guarra. ¿Contento? Ya puedes irte al anfiteatro con tus amiguitos – dije, dándome la vuelta pesadamente y saliendo de su habitacón. Pero algo impidió que mis pies andaran y que yo me quedase en mitad de atravesar el marco de la puerta.

-Gracias. Eres la mejor – me dijo, deshaciendo el abrazo que me acababa de dar y bajando con su cazadora de cuero.

-¿Vas a correr?

-Eh… - dijo, parándose en mitad de la escalera y girando para mirarme.

-No corras, por favor.

-Pero es que…

-¿Es que qué? Deja la moto aquí, por favor te lo pido. No quiero que pase nada – dije asustada. Ya me empezaba a aconstumbrar que Louis llegase muchas veces a las tantas de la madrugada a casa con moratones y brechas por peleas. Y no quería que por esas estúpidas carreras ilegales, le pasase algo.

-Pero… - dejé que se explicase con cara de desesperación. Pero se paró en ese “pero”. Lo único que deseaba es que no fuera y se quedase conmigo -. Vale, pero voy en moto.

-¿En serio? ¿Me vas a hacer caso? –le sonreí desde la baranda de arriba de las escaleras mientras él ya empezaba a bajar.

-¡Todo por mi sista! – gritó antes de cerrar la puerta. Hizo que sonriese.

“Mañana hay colegio. Mañana tengo que ir al colegio”. Me maldecía por dentro.” Mis padres dejan que Louis haga lo que quiera cuando quiera y a mí me prohiben todo. Todo a la niña pequeña de la casa. Como odio eso”. Pensaba. Mis padres están fuera, cenando con Dios sabe quien, eso también me enfurecía. Y me di cuenta que todo lo que tengo en esta vida lo odio. “¿Por qué ____? ¿Por qué no haces lo imposible para todo lo que tienes te haga feliz?” Decía mi conciencia mientras hacía zapping. Pero paré de rallarme cuando encontré las noticias. Soy una chica que se preocupa por todo el mundo y le gusta saber las cosas que pasan. Siempre he dicho, que de mayor, ya con la herencia de mis padres, algo de dinero le daría a ONG’s. No puede ser que yo viva aquí como la Reina de Inglaterra y esos pobres niños como bichos en la jungla. “El mundo está muy mal compensado”. Pensaba mientras terminana de ver un reportaje sobre nuevas carreras que se incorporaban en la Universidad.

Decidí no cenar. Esa merienda con Louis en la heladería había causado efecto en mi estómago. Y si tomaba algo más, dejaba mi perfecta figura para convertirme en una bola sebosa. “Qué asco”. Y eso fue lo último que pasó por mi cabeza antes de quedarme dormida en el confortable y costoso sofá de piel.

-¿Los prefieres a ellos ____? ¿A esos a los que odias? O bueno, mejor dicho. A los que odiabas – me dijo Ángela con lágrimas en los ojos.

-Ellos me han… 

-Harry, tienes que hacer algo. No soportamos más sin Lou – me decía Ángela.

-¿Qué coño puedo hacer? Se cree que fui yo, que era yo el que quería. ¿No se lo podéis decir vosotros? – dije, desesperado.