dime

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Jueves. De vuelta al colegio. Esas tres semanas en mi casa expulsada, por la macarra esa, pasaron. Y lo bueno de eso, era que no veía las caras de Ángela, ni de Zayn ni de Harry. Nada más que cuando se pasaban por aquí, para ver a Louis. Cosa que él no quería, estaba fatal. Y normal, ¿qué clase de mejor amigo se acuesta con la novia del susodicho enamorado? Ese elemento era Harry. Y el sinvergüenza decía que él no había sido, encima gritando y en MI casa. Que fue Dana, ¿qué clase de persona se acuesta con otra si no quiere? Y ese elemento, sigue siendo el gilipollas de Harry. También decía que por qué prefería al friki ese como amigo que a él, gritando más fuerte. Ese “friki” era Niall. Era un rubio con gafas. El típico inteligente y listo del que la gente abusaba. A mí me daba pena. Y Harry estaba furioso porque ahora Louis se fuese con él, mientras Ángela y Zayn se mantenían al margen. No querían empeorar las cosas, por lo que yo veía. Éste le montaba pollos y Louis le mandaba a la mierda. Le pedía que lo perdonase y Lou le seguía mandando a la mierda. Harry estaba mal y Louis pasaba de él. En un momento llegué a sentirme mal por Harry, todos eran tan… amigos.

Niall venía todos los días a darle los apuntes y la tarea a Louis, y a ayudarle. A Lou no le va mucho los estudios… Y yo no iba a ayudarle, pues estoy en un curso menos. Nos pasábamos la tarde juntos, en realidad Niall es una persona bellísima. No sé por qué es el típico friki. Será por su aspecto, y por su coco y…

-¡Vamos! Llegáis tarde – nos decía, mi madre. Metiéndonos prisa, para que Louis terminase su desayuno y para que yo terminase de peinarme.

-¿Te llevo? – me dice él con la boca llena y dos tostadas en la mano, saliendo de la cocina hacia el recibidor, donde yo me estaba retocando en el espejo.

-Obviamente hermanito.

Por más que decía que odiaba a Louis, más iba aumentando su ausencia en mi vida. Lo necesitaba conmigo. En esos momentos, varias personas me faltaban. Sí, varias. Pero ahora no, tengo a Liam y a mi brother. O eso creo… ¿Por qué pienso que los necesito? Nunca lo había recapacitado bien. Y ahora me he dado cuenta, que si yo hubiera sido ellos, no hubiese pasado de mí solamente. Hubiera hecho algo para que supiese lo que hice mal y sufriera.

-¿Desde cuándo tienes este coche? – dije montándome en el asiento del copiloto.

-Desde que soy un delincuente, como tú dices – soltó algunas carcajadas.

-No seas tonto. Para tus gustos… Es muy bonito. A mí me encanta.

-Cuando quieras te lo presto – un Mini Cooper en mis manos. Amaba a mi hermano. Es el mejor. ¡Y encima azul! Mi color preferido.

-¿Por qué corres tanto? – le dije, un poco temerosa. Después de que fuese un rato conduciendo.

-Voy súper despacio ____.

-¿Qué dices? Baja la velocidad.

-No.

-Pues entonces salto – dije, abriendo levemente la puerta del coche.

-¡No! ¡La vas a romper! ¡Ciérrala! – me gritó.

-Baja la velocidad – rechistó y lo hizo. No puede ser que todavía me acuerde de cómo manejar a Louis. Y me di cuenta de algo -. Osea, ¿prefieres que se salve la puerta de tu coche que la vida de tu hermana? – le dije, molesta. El sólo rió.

-¿Por qué siempre ganas? – me dijo cuando salíamos del coche, ya aparcado en el colegio.

-¿Por qué eres tan bueno conmigo? – le dije dándole un beso en su mejilla y alejándome de él, con mis libros en los brazos.

-Sí – le confirmé a Liam mientras paseábamos por los pasillos. Acababa de sonar el timbre para el recreo, y nos dirigíamos al césped. Donde estaban los demás del equipo.

soldado del amorWhere stories live. Discover now