dj malik

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Desde unos cuantos metros de mi casa, veía que estaba la puerta abierta. También que no paraba de entrar y salir gente. Gente a la que no conocía. Iba a estar con gente a la que no he visto en mi vida en mi propia casa, menos con esos cinco. Pensaba en llamar a Liam y que estuviese conmigo, aunque no soportase a los otros. No quiero que con él me pase eso. Y me estaba faltando el tiempo para coger el iPhone.

-¡¿Pero qué es esto?! – me enfadé, en cuanto entré a mi casa y terminé de hablar con Liam, que venía en cinco minutos. No muy entusiasmado.

-Una fiesta – habló divertido Harry, cuando esquivábamos a la gente que estaba en el recibidor. Para que no nos manchasen con el líquido de sus enormes vasos. Que bailaba al igual que los dueños de estos.

-¡Louis! – grité cuando conseguí localizarlo y empecé a andar más rápido.

-¡Sistaaaaa! ¡Has venido! – me cogió en el aire.

-¡Bájame! – me bajó, todavía sin saber la bronca que le iba a echar -. ¡¿Me vas a decir por qué dejas entrar a gente que ni TÚ conoces?! – y recalqué “tú” porque él conocía a todo Dios, y que no conociese a la gente que había en su casa era muy fuerte. 

-Relájate ____ - rió -. Es una fiesta. Así conoces a más gente y te relajas – me acarició el brazo.

-No, yo me voy a mi habitación – me di la vuelta para dirigirme a tal sitio.

-¡No! – gritó.

-¿Por qué? – volví a mirarle, confundida.

-No te lo recomiendo – empezó a reirse. Después se llevó ese líquido marrón que tenía en su enorme vaso de plástico.

-¡LOUIS WILLIAM TOMLINSON! – perdí los estribos -. ¡NO ME DIGAS QUE HAY GENTE FOLLANDO EN MI HABITACIÓN! – me dirigí rápidamente a él, cogiéndole de su camiseta hacia arriba.

-Vale, no te lo digo – quitó mis manos, a la vez que se reía.

-Eres tonto. ¡Eres un completo idiota! 

-No me digas eso… - me dijo, como un niño pequeño. Cogiéndome de la camisa y acercándome a él.

-Niall ha venido. Cuídalo – y éste apareció después de un pelotón de gente, la que estaba en la entrada, colocándose sus enormes gafas de culo de vaso.

Subí a mi habitación, más enfadada de lo que estaba, dispuesta a echar a los guarros que estuviesen en ella. No me dio tiempo a tocar la puerta, ya que no la toqué. ¿Era mi habitación y encima iba tocar la puerta? Al entrar una pelirroja chocó contra mí. Con el pelo alborotado y terminando de ponerse su cinturón. Mi cara fue de tal asco que la espanté. Yo cuando tengo una fiesta, no me acuesto con el tío en la casa del otro. Eso es de marranos.

-Bueno, bueno, bueno – escuché cuando cerré la puerta. Fugazmente me di la vuelta -. Pensaba que la señorita no vendría por aquí – se fue acercando.

-Esta es mi casa. Y esta mi habitación. Así que fuera – señalé la puerta.

-Tu habitación – rió -… No sabes las cosas que han hecho aquí – empezó a reír con más fuerza, mientras terminaba de abrocharse sus vaqueros.

-Eres un guarro.

-Y tú una preciosa – se acercó a mí.

-Fuera – me aparté.

-Cada día hueles mejor – cogió varios mechones de mi pelo, oliéndolos como si la vida le fuese en ello -. No sé cómo se me pasó por la cabeza rajarte.

-Fuera James – entró Harry.

-Ya viene el príncipe a rescatar a su princesita – soltó mi pelo -. Has estropeado todo tío, estaba a punto de tirármela – me sonrió “triunfadoramente” y se largó.

-Olvídalo – me dijo Harry, viendo mi cara -. Alguien te espera abajo – sonrió, pero con pocas ganas.

-¿Liam? – apareció una sonrisa en mi cara -. Vamos – lo cogí de la mano y bajamos por las escaleras rápidamente.

Solamente había humo y vasos de plástico tirados por el suelo. Cada vez la música aunmentaba con Zayn como DJ. Cada vez mi casa estaba más sucia. Los pinturescos cuadros de los pasillos, acabaron manchados y tirados por el suelo. Había gente por el jardín meando por las esquinas y casi follando en las hamacas. El ambiente cada vez iba peor, igual que mi hermano.

soldado del amorWhere stories live. Discover now