la fiesta

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-____, vente a mi casa. Este no es sitio para…

-¿Para qué? – vaciló Harry, apartándome del medio.

-Para _____.

-____ está muy bien aquí. Con sus amigos. También cuidada por ellos – se acercó.

-Pues mañana llámame. Me gustaría saber si seguirás viva – volvió Liam hacia la puerta principal.

-Liam no – intenté detenerle, pero alguien me agarró del brazo. Impidiendo que siguiese hablando y que fuese con Liam.

-Déjalo, vamos – me llevó hasta el salón, pasando por toda la gente más bebida de lo normal, que era el centro de la fiesta.

Ahí la música sí que retumbaba en las paredes. Y unas luces de colores bailaban por la habitación. Ni siquiera sé de donde saca tales cosas para sus fiestas. La verdad es que tiene muy buenos contactos, tanto como los otros tres malotes.

Solté la mano de Harry y me acerqué a Louis, que prácticamente estaba tocando el culo de una mientras recorría su boca con la lengua. Yo la aparté y ésta me miró con cara de asco, seguidamente miró a mi hermano. Él no hizo otra cosa que reírse, lo que llevó a la morena a sacarla de sus casillas y a irse.

-Louis, ¡ves como está todo! – grité, a causa de la música. Louis bailaba sobre él mismo, intentando escuchar a la vez lo que le decía -. ¡La casa está hecha una mierda! ¡JAMES ESTABA EN MI HABITACIÓN FOLLÁNDOSE A UNA! Esto se te está yendo de las manos… - intenté concienciarle.

-Tranquila sista. Todo está perfecto – volvió a reír -. Anda, sírvete algo y pásatelo bien – genial, encima estaba borracho no, lo siguiente.

-Sabes que no bebo – intenté tranquilizarme no mirándole, pero mirar alrededor, mirar mi casa, hacía que me pusiese más nerviosa -. ¿Y Niall? ¿Dónde has dejado a Niall?

-¿No se ha ido? ¿O era ese que estaba en la mesa de mezclas…? – alargó la última pálabra, pues una guarra lo agarró de su camiseta y se lo llevó con él. 

-¡Louis! – grité, pero él hizo caso omiso.

Me alejé del centro, donde la gente bailaba, hacia la mesa de mezclas, a lo mejor así tendría alguien con quien hablar y alguien que me diera una pista sobre Niall.

Zayn, era el que mejor se lo estaba pasando. Con su música y con sus mezclas. Con su bebiba y con su cigarrillo en la boca. Bailaba sobre él mismo mientras que un pelotón de chicas, que estaban a su alrededor, le susurraban cosas. O mejor dicho, le gritaban al oído. En cuanto terminé de atravesar un camino inuniforme por personas obesas y no obesas, conseguí alcanzarle. Y también espantar a todas esas chicas. Que salieron en dirección contraria, como si yo tuviese un repelente “ContrachicasquesequierenacostarconZayn”. ¿Es que nunca puedo hacer amigas?

-____ - sonrió, a la vez que me gritó -. ¿No bailas? – se acercó, para no tener que dejarse la garganta.

-No…

-¿Por? ¡Venga! Olvídate la gente con la que estás, la gente que no te guste y diviértete – volvió a gritar -. Aunque estos chicos te gustarán – me indicó a toda la gente que estaba bailando.

Y tenía razón, por más que fumasen y por más que bebiesen esa gente era de lo mejor. En cuanto Zayn me dijo eso, mi razón cambió. Y corrí hacia el centro del salón, al lado del sofá, para bailar. Luego Ángela fue a mi lado, las dos volvimos a ser las locas de antes y todo se descontroló.

Todo se volvió gris, apartando las luces multicolores que salían de los focos colocados a lado de las dos arañas. Todo iba a cámara lenta, apartando a la música. Que cuando quería iba rápido y luego lento, después a su estado normal. Y yo tenía ganas de vomitar. Me apoyaba en todos los sitios que podía para no caerme. Los tacones desaparecieron y mi camisa de seda también. Los pantalones estaban manchados y pegajosos. Cuando conseguí llegar al baño, verlo hizo que me diesen más ganas de vomitar lo que hubiese tomado. Todo estaba lleno de líquido verde, amarillo o naranja. El lavavo, el váter y el hidromasaje. Salí de allí con arcadas y el mismo chico que me ofrecía no se qué estaba, siempre él. Lo último que recuerdo es que caí a la piscina con ropa interior, y no sé como acabé. Y también, que ese chico, terminó sangrando y la mayoría de la gente se fue. Pero ahora me duele mucho la cabeza. Lo único que vi al abrir los ojos, fueron otros que brillaban más de lo normal justo a mi lado. E hicieron que sacase un sonrisa.

Terminó por beber, terminó por fumar. Y todo esto por nuestra puta culpa. Terminó quitándose la camisa mientras bailaba encima de la mesa de madera tapizada, que terminó con arañazos. Los borrachos, tanto chicos como chicas, la rodeaban haciendo que se emocionase más y que bailase más sexy de lo que estaba haciendo. Algunos se subían a la mesa, queriendo bailar y pegarse a ella. Pero ni su hermano ni yo lo consentimos, y salieron a patadas de la casa. Louis la obligó a bajar de la mesa, ____ enfadada se alejaba de él. Y el mismo chico de siempre, le daba algo. También terminó drogada. Y también lo terminó por hacer con ese chico. Ni siquiera sé como se llama, pero ni me interesa. Él está muerto, lo maté. Pero a palos. Sangró y salió corriendo del jardín donde acabó con ____ hacia la calle. ____ se quedó en la piscina mientras Ángela se iba a dormir al sofá, con Zayn y con Louis. Cuando terminé de echar a la gente de la casa, sobre las seis de la mañana, subí a la ____ mojada a su habitación entre mis brazos. La acosté y me encaminé al salón junto con los otros. Pero me lo impidieron.

-No, no te vayas – me atrajo a su cama -. Quédate conmigo, por favor – temblaba -. Tengo frío – lloraba -. No sé lo que me pasa – sollozaba -. Por favor, no te separes de mí.

Estaba en ropa interior, con el pelo mojado y con el maquillaje corrido por toda la cara. Pero eso no la hacía ver más fea.

Me acosté a su lado, tapándola con todas las mantas y edredones que tenía. 

Y ahora estoy aquí junto a ella, viéndola dormir mientras los demás desayunan-comen-meriendan. Son las seis de la tarde, y ella acaba de abrir sus preciosos ojos junto con una sonrisa.

soldado del amorWhere stories live. Discover now