nunca dejare a mis amigos

241 5 0
                                    

-No - me solté.

-¿Y cómo te vas hija? - me preguntó mi padre.

-Llamo a Liam.

-Bueno, sólo por hoy que no es una comida formal. No os acostumbréis a iros en las comidas de los sábados, ¿de acuerdo?

-Vale papá.

-Dale las gracias a Anne y a Des, sino no saldríais de este lugar.

-Gracias - les sonreí y les di un beso a cada uno como despedida.

-Adiós, os quiero - grité, antes de salir por la puerta principal. Y otra vez los clientes me miraron.

Estaba rara. Y no sé por qué. Salía del porche del restaurante para dirigirme a las mesas que estaban allí mismo, pero al sol. Por lo menos me pondría morena.

Me senté en una de sus sillas de mimbre y saqué el iPhone. Buscando el contacto de Liam, lo llamé. Pero no me dio tiempo a hablar con él, oí unas risas. Provenían de detrás de mí, y giré para verlos. Apoyados en el coche y fumándose algo. Esperen, ¡fumando! ¿Pero qué coño hacen? Colgué.

Me acerqué a ellos, para arrebatarle los porros que tenían entre sus dedos.

-¿Sabes que si papá te pilla te mata? - habló Zayn imitando mi tono de voz, cuando yo empujé a Louis, que estaba sentado de espaldas en un poste.

Éste se dio la vuelta, y tiró el porro a un lado.

-¿No te quedas? - cambió de tema.

-¡Por Dios Louis! Ve a casa y te lavas los dientes antes de hablarme.

Después miré a todos. Todavía seguían teniendo eso en la mano.

-¿No pensáis tirarlo? - les pregunté.

No respondieron.

-¿Qué hacéis? ¿En qué os habéis convertido desde...?

-¿Desde? - saltó Ángela.

-¿En qué te has convertido tú desde? - preguntó Zayn a la defensiva.

-He preguntado yo primero - miré a Harry, que todavía no había hablado. Y me miraba. Dios, cómo odio que me mire así y que no hable.

-¿Y? No tenemos por qué responderte.

-O a lo mejor sí - dijo Ángela -. A lo mejor nos convertimos en esto por tu culpa - se quitó de su apoyo, se puso firme.

-Yo no hice nada - dije ahora, bajando la cabeza. ¡Claro que hiciste ___! Claro que lo hice...

-¡¿Qué no hiciste nada?! - rió Zayn.

-Chicos...

-¡Louis cállate! Aunque sea tu hermana, aunque esté aquí con nosotros, di que por un momento deseaste que no fuese de tu familia. ¡Díselo a la cara! ¡Vamos!

Louis se calló, y yo levanté la cabeza inmediatamente. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, y unas pocas habían empezado a bajar después de escuchar que mi hermano no me quería con él.

-Louis... - dije, con la voz entrecortada -. ¿Es verdad? - empecé a llorar -. ¡¿Es verdad?! - grité, ya con la voz ronca -. También llegué a odiarte por todo lo que me hacías cuando ellos llegaban a casa, pero nunca quise que te separases de mí.

-____ yo... Reconoce que... - se puso nervioso, creo que no quería decir nada, pero estaba bajo la presión de ellos y de la mía. Si mi hermano, mi propio hermano quería eso. No sé lo que desearían los otros.

Se quedaba sin palabras, y él no sabía como expresar eso. Yo sólo lloraba cada vez más. Mi llanto hacía que el maquillaje se exparciera por toda mi cara. Ya no sabía como reaccionar a tanto. Yo en ese momento quería que ellos me quisieran como antes.

soldado del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora