soldado del amor

mi amor platonico

-Buen golpe – rió Paul.

-Gracias – fui al vestuario.

Ahora sí me había quedado a gusto. Que vaya y que Charlie le cuide su herida. 

Lo bueno es que ahora lo veo como un amigo al que maltrato y no como mi amor platónico. “Mentira” – decía mi yo interno. Lo que yo quiero es empezar de nuevo. “Mentira” – volvió a decir. Con mis amigos y sin pensar en Harry y en su novia. “Tú sólo quieres estar con Harry” – terminó. 

Después de una ducha de agua fría, para intentar que esa voz saliese de mi cabeza, bajé dispuesta a irme por donde había venido. Pero un tío de pelos rizados caminó a mi lado. Sonreí.

-Parece que cada vez que me acerco te alegras.

Lo ignoré y seguí andando. ¿Cómo se está dando cuenta?

-¿Sabes que me has dejado estéril? – salimos a la calle.

-¿Por qué no me dijiste que tenías novia? – cambié de tema -. Pensaba que eras mi mejor amigo.

-Es que…

-Es que nada Harry. Parece que hemos perdido esa confianza… - me paré en seco.

-¿Y si empezamos de nuevo? – sugirió -. Vamos a hacer que esta tarde ha sido una de las nuestras.

-Harry – sollocé -. Nada va a ser igual.

-¿Cómo? – se acercó más a mí -. Todo será como antes – me acarició. Provocando que mi cuerpo sufriera pequeñas descargas eléctricas.

-No, nada lo será – cayeron gotas de agua sobre mis mejillas.

-¿Por qué lloras? – me las limpió.

-Harry, no es por ti. Es por mi – me aparté, y sus manos quedaron donde estaban mientras me iba en dirección contraria a donde estaba mi casa.