Capítulo 14

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- Elisa -

Después de un rato más hablando decidimos ir a dormir. Nos despedimos en el pasillo. Me tiré en la cama nada más verla. Estaba bastante cansada. Era la primera vez que paraba en lo que estaba aquí.

Pensándolo bien, nadie podía haber imaginado que la vida pueda cambiar tanto en tan poco tiempo. Todo esto me está enseñando que hay que vivir el momento, mi vida no será eterna y tengo que aprovechar todo lo que pueda.

Los ojos se me cerraban, me acurruqué en la cama y me dispuse a dormir por primera vez desde mi secuestro. Lo último que percibí fue el olor de Steve cerca de mi cara.

"No tengas miedo" me decía mi madre "Tu padre y yo confiamos en ti". "Puedes lograrlo" decía Thor "Solo busca dentro de ti" "Busca lo que te haga feliz" "A quienes proteger" "Y déjalo salir". Pensé en sus palabras y busqué dentro de mí algo por lo que luchar. Mi familia, toda la gente a la que quiero. "Adelante" habló la voz de Steve pero no estaba allí. Noté una fuerza en mí y la dejé salir.

Me desperté de golpe. Estaba en la cama, con la ropa de ayer todavía puesta. Respire hondo recordando ese extraño sueño y otra vez sentí el olor de Steve cerca de mí. Ví que estaba apoyada en la camiseta que llevé ayer en el entrenamiento. La cogí y la olí. Mi camiseta olía a él. Una sonrisa se formó en mis labios. Cuando nos quedamos abrazados en el suelo debió de coger un poco de su olor. Un fuerte golpe en la puerta me sobresaltó.

- ¡Elisa! No seas vaga y sal de la cama. ¡Vamos a llegar tarde! - gritó Natasha detrás de la puerta.

Miré mi móvil y eran las ocho y veinte. Mierda. Corrí a la puerta y la abrí con demasiada fuerza.

- Vaya, estas horrible - contestó Nat.

- Buenos días a ti también. En cinco minutos estoy - fui corriendo a por ropa al armario. Cogí unos shorts negros y una camiseta de tirantes rosa fosforito.

Nat entró en la habitación y abrió las ventanas para ventilar mientras yo me cambiaba a velocidad de crucero. Fui al baño a lavarme los dientes y hacerme una coleta medio decente.

- Ya nos podemos ir - dije saliendo del baño. Ella me miró y fue al armario. Sacó algo y me lo tiró.

- Puede que vayamos a entrenar, pero es muy pronto y seguro que tienes frío - lo que me tiró era una sudadera gris. Me fijé como ella iba vestida: unos pantalones largos grises, una camiseta y una chaqueta. Y yo en shorts y una camiseta de tirantes.

Me puse la sudadera y nos fuimos a entrenar.

- Menos mal que te piqué, dudo que quisieses llegar tarde a tu segundo día aquí.

- Muchas gracias. Se me olvidó poner el despertador y, de verdad, que necesitaba descansar.

- ¿No te mantuvo en vela lo que te dijo tu padre?

- No, pero soñé con él. Fue algo muy raro.

- Los sueños suelen serlo. Mejor céntrate en entrenar. Hoy será un día muy duro - me sonrió.

Salimos fuera de la construcción y nos dirigimos a la zona dedicaba a entrenarnos. Me alegro que Nat me diese la sudadera, hacía mucho frío. Todos mis compañeros estaban allí, junto con Thor, Clint, María y Steve. Me puse un poco roja al recordar que también soñé con él. Llegué donde estaban los futuros Vengadores y nos mandaron correr diez vueltas a lo largo del recinto.

A la segunda vuelta me quería morir, pero aguanté, sin saber cómo, todas las vueltas. Aunque, cuando todos ya habían acabado, a mí me quedaban la mitad. Al acabarlas fui a donde los demás, con toda la ropa sudada e hiperventilando.

El legado de Thor ➸ COMPLETA (y editando primera parte)Where stories live. Discover now