Capítulo 1

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- Thor -

Correr, correr, correr y no parar. Es lo único que puedo pensar al tener a mi hija muerta entre mis brazos. Al no ser lo suficiente rápido, cojo a Mjolnir y nos llevo volando a la sala de sanación de palacio. Entro de una patada, ante los gritos de los que están dentro y dejo a Elisa en la mesa de curación.

- ¡Rápido, haced algo, se está muriendo! - grito a nadie en concreto. Al instante, la mejor sanadora de todo Asgard ya está al lado de mi hija.

- ¿Qué ha pasado majestad? - pregunta otra sanadora, que limpia la herida del pecho de Elisa.

- Loki la ha apuñalado por la espalda - contesto. Todos los sanadores se miran entre sí y empiezan a buscar algo por toda la sala.

- Mi señor, ella ya ha llegado muerta, ¿lo sabéis? - pregunta la sanadora.

- ¡Lo sé, pero ella es mi...!

- ¡Mi señor! - grita alguien abriendo la puerta haciendo que no pueda acabar mi frase - ¡El Padre de Todos ha despertado! - no necesito oír más. Salgo corriendo de allí, dirigiéndome a los aposentos de mi padre.

- Mi señor, es muy pronto, vuelva a la cama - dice una voz desesperada.

- ¡Suéltame, tengo que salvarla! - brama mi padre. Giro la esquina y veo a Padre discutiendo con un soldado, sin su armadura. Parece tan frágil.

- ¡Padre! - grito poniendo a su lado - Te acabas de despertar, necesitas descansar.

- ¡¿No quieres salvar a Elisa?! - me grita a la cara. Le suelto al momento y veo cómo se dirigía a la sala de los trofeos. ¿Él conoce a Elisa? ¿Sabe que está aquí, y que está en peligro? Miro al soldado, quien no entendía nada, y me voy corriendo a estar con mi hija.

Llego y ya la han cortado el uniforme para limpiar la herida del pecho. Juro que mataría a Loki por todo lo que ha hecho. La mesa está llena de sangre y mil manos intentan hacer algo por mi hija, pero esta está poniéndose cada vez más pálida.

- Hemos rastreado la herida - me dice una sanadora que sigue limpiando la herida de Elisa - y no hay rastro de magia sobre la herida, pero ha atravesado el corazón... No creo que sobreviva, mi señor.

Me dejo caer en una silla. No puede ser, mi hija no puede morir así, no puede morir antes que su padre. Me tapo la cara con mis manos para evitar que los sanadores me vean llorar. Este no puede ser su final.

Alguien entra de un portazo. Miro y es mi padre con el cofre donde está retenido el Teseracto. Lo abre con cuidado y manda apartarse a los sanadores. Yo solo miro lo que está sucediendo a mí alrededor sin poder hacer nada. Padre pone su mano debajo del Teseracto y lo eleva sin tocarlo, lo lleva hasta el cuerpo de Elisa y lo coloca en el centro de su pecho. Los sanadores ya han cosido su herida, dejando una horrible cicatriz en su pecho y espalda. El Teseracto comienza a reaccionar al contacto con Elisa y va llenándola de color azul.

- Conecta el lector de almas - ordena mi padre. Así lo hacen y vemos, por encima de Elisa, una copia de esta, pero de su interior.

Me levanto para ver mejor lo que ocurre. Veo el corazón de mi hija con un profundo corte y sin latir, pero cuanto llega la luz azul a él, este comienza a regenerarse solo. Las heridas superficiales de su cara empiezan a cerrarse, como algunos cortes de sus brazos y piernas. Cuando la luz ocupa todo su cuerpo, vuelve a sí misma poco a poco, curando completamente a mi hija.

En cuanto no queda rastro de la luz en la complexión de Elisa, su corazón comienza a latir de nuevo. Algo en mí vuelve a revivir y suspiro aliviado.

El legado de Thor ➸ COMPLETA (y editando primera parte)Where stories live. Discover now