El legado de Thor ➸ COMPLETA (y editando primera parte)

Capítulo 24

- Visión -

Una sacudida consigue que tire el bol y se rompa en pedazos cuando toca el suelo. Elisa está aquí, noto su gema. Pero está muy lejos... Y tiene compañía. Tengo que informar al Capitán.

Lo ubico en la sala de reuniones con Romanoff. Atravieso la pared y los descubro muy sorprendidos y con cara de enfado.

- ¡Visión! Puedes llamar antes de entrar - ataca ella. Al momento suena su teléfono y contesta.

- Capitán, es muy importante...

- Elisa ha vuelto - me interrumpe Romanoff. La miro fijamente y en su mente hay una mezcla de emociones; demasiada información junta que no puede procesar - Está con Laura, en su casa. Dice que Clint está vivo.

Miramos a Steve y al momento sabemos que tenemos que ir a comprobar lo que afirma Elisa.

- Elisa -

Cavar, cavar y cavar. Solo podemos pensar en eso. Ninguna decimos nada, tampoco sabemos que decir en esta situación. El sonido de la pala de Laura golpear algo duro hace que la mire: me devuelve la mirada y comprendo que ya hemos llegado al ataúd. Como si nos hubiésemos coordinado, empezamos a quitar la tierra que hay por la superficie y conseguimos limpiarla casi entera.

Un ruido muy familiar y una luz nos ciega momentáneamente, para después aparecer mi padre por él y dejar una marca en el jardín. Se encuentra a unos metros de nosotras, cerca de la casa. Empieza a bramar cosas que no consigo entender, pero he llegado muy lejos como para detenerme ahora.

- ¿Y si no está vivo? - pregunta, con un tono normal de voz; se debió de dar cuenta que no lo estaba escuchando - ¿Has pensado por un momento, qué no haya resucitado? ¿Has pensado si quiera el dolor que te puedes causar a ti misma y a Laura si realmente sigue muerto?

- Thor... - habla Laura con la voz completamente rota - He perdido demasiado, si queda alguna duda de que Clint siga vivo... Simplemente no puedo dejar correr esa oportunidad. Es el amor de mi vida, el padre de mis hijos... No puedes pedirme que lo deje ir sin luchar.

Mi padre se queda callado por un segundo y se aparta del hoyo donde estamos metidas. Dirijo mi mirada a Laura y asiente. Me coloco a los pies del ataúd y ella al principio. Abrimos la tapa con fuerza y encontramos el cuerpo de Clint, exactamente igual como lo recordaba: le enterraron con ropa normal -camisa de cuadras y pantalones cómodos y resistentes que solía usar aquí- y le posicionaron los brazos como si estuviera abrazando a su arco con el brazo izquierdo y el otro agarra una flecha. Parece que está dormido, pero no veo movimiento en su pecho. Lo más curioso es que su cuerpo sigue igual, parece que nunca hubiese muerto...

Los sollozos de Laura me hacen volver a la realidad, se ha arrodillado y roza la cara de Clint con sus manos temblando. Puede que el cuerpo de su marido no se haya descompuesto y parece que está en un profundo sueño, pero tampoco está vivo. Salgo del agujero sin que lo note, debo de ser la única persona a la que nunca más querrá ver. Veo a mi padre, quien me mira con cara neutral; me quedo en el sitio, no sé qué hacer ahora.

Papá se acerca a mí y me abraza en silencio. Mis lágrimas no tardan en mojar la armadura de mi padre y la mía. Los llantos de Laura se vuelven más intensos y altos y quiero irme corriendo de allí, pero no puedo dejarla así; yo he causado esto y tengo que estar para Laura.

- ¿Qué...? ¿Qué está pasando? – dice una voz masculina. Lo siguiente que suena son los gritos de Laura, quien parece que quiere huir del agujero.