La inevitabilidad del arte

Toparse con un muro

Negativa. Cara de extrañeza. Como si yo fuera un extraterrestre o un mariachi. Hasta han cuestionado mi cordura. ¿Cómo no voy a estar cuerdo? Es el momento en que más honesto he sido con ellos y me dicen que no. Pensaron que estaba bromeando, pero cuando se dieron cuenta de que iba en serio comenzaron los cuestionamientos. ¿Cómo pudieron atacarme tanto? ¿Cómo pudieron actuar pensando que yo les quiero hacer daño? ¿Qué mierda les pasa? Estoy contestando a su pregunta. Ellos trajeron el tema, no yo. Yo respondo honestamente. Yo no miento. Prefiero quedarme callado a mentir. Esperé a que estuvieran los dos. Les dije que ya sabía, que ya tenía la respuesta que me habían estado pidiendo desde que comenzó el año. Hecatombe. Hasta mi hermano me habló mal. ¿Dónde estaba mi hermana? Ella me hubiera defendido. Ella me hubiera ayudado. Al parecer lo que quiero hacer con mi vida no es mi decisión. No tengo todas las opciones sobre la mesa. Mi hermano me propuso alternativas en las que hay cosas relacionadas a lo que quiero, pero no entiende que no es lo que quiero, no lo entienden. Me han hecho sentir como un niño engreído al que no le quieren dar un caramelo. Esto no es así. Esto no es un estúpido capricho. Esto es una decisión de vida o muerte y es mi vida la que está en juego, no la de ellos. ¿Acaso me quieren matar?