El pedagogo me mira como si estuviera tratando de encontrar en mi rostro la respuesta a sus problemas personales. Revisa una vez más los resultados de las pruebas. Me pregunta que tengo pensado hacer. Respondo. Me dice que soy una persona que sabe lo que quiero. ¿Realmente lo sé? Según la prueba psicológica parece que sí. Según esas mismas pruebas debería de tener mejores notas. Me pregunta por eso. Respondo. Se queda pensando.
Lanza una pregunta que alguna vez me han hecho con anterioridad; quiere saber por qué no soy el primero de la promoción. Me río. El pedagogo no entiende. Vuelve a hacer la pregunta. Para no andar dando vueltas. Yo pregunto. ¿Cuál es la motivación?
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La inevitabilidad del arte
General FictionA la venta en ebook y físico: https://www.amazon.com/dp/1076134998 A veces las decisiones más trascendentales, las más difíciles de hacer, no cuentan con el apoyo de los demás. Peor aún si es que deseas estudiar una carrera que, supuestamente, no da...