La inevitabilidad del arte

Intentar derrumbar el muro

Tengo que conversar con ustedes.

¿Algo malo ha sucedido en el colegio? ¿Te sientes bien?

Estoy bien y en el colegio me va bien. No tiene que ver con eso.

¿Entonces qué te ha pasado?

No me ha pasado nada. Sólo que quiero decirles que todavía quiero estudiar arte.

¿De nuevo con lo mismo? ¿No entendiste la última vez que si estudias eso te vas a morir de hambre? ¿Qué sólo si eres hijo de alguien rico o con vara puedes hacer arte? No basta con querer. No vas a conseguir nada haciendo algo que no te va a dar para comer. Ya habíamos acordado que ibas a seguir arquitectura.

Pero yo no quiero diseñar casas, yo quiero dibujar, pintar.

Eso lo puedes hacer en tu rato libre. Como carrera ya te hemos dicho que no. Date cuenta que no es rentable. Esto lo hacemos por tu propio bien. No sigas pensando en eso. Quítate esa idea de la cabeza. Olvídalo. Eso no es un trabajo.

Pero...

¡No! ¡Entiende de una vez! ¡No vas a estudiar arte!

Pero...

¡No! ¡Vete a tu cuarto!

Pero...

¡Deja de insistir! Suficiente tienes con que te dejemos hacer lo que quieras con las paredes de tu cuarto. Sigues insistiendo y te las pintamos para que aprendas.

Pero...

¡Ya! ¡Vete a tu cuarto!