El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]

Capítulo 11.

—¿Castiel? ¿Eres tú? —Pregunté sentándome en la cama y luego levantarme, la manija de la puerta giró y la puerta se comenzó a abrir... Vi a la persona que menos esperaba en estos momentos...

—¿Me extrañaste, bonita? —Yo solo retrocedí un par de pasos al verlo, asustada al ver que con él traía un arma blanca en su mano. —Nos divertiremos mucho y lo haremos antes de que llegue ese idiota. —Comenzó a dar pasos hacia mí pero yo solo retrocedía, pero para mi mala suerte choqué contra la pared de mi habitación.

—Viktor... ¿Por q....?—Me interrumpió.

—¿Por qué? ¿¡Por qué!? —Gritó furioso. — ¡Por dejarme por ese pelirrojo! Pero eso ya no me importa, solo estaba contigo por una cosa y la cobraré ahora. —Se acercó más ahora arrojando el arma a un lado y tomándome de ambas muñecas para así tirarme a mi cama con él encima de mí, traté de zafarme, pero no lo logré.

—¡DÉJAME!

—Grita todo lo que quieras, nadie vendrá. —Él rió con malicia. Con una de sus manos me afirmó de ambas muñecas por arriba de mi cabeza dejándome sin movilidad en esa zona.

—¡Viktor! ¡SUELTAME! —Volví a gritar entre sollozos, no quería ni imaginarme lo que me haría este bastardo.

—¡A callar! —Me gritó dándome un fuerte abofeteada, tanto, que logró hacer que mi cabeza se girara hacia a un lado. Yo solo mantenía mis ojos abiertos a más no poder, aterrada. — Te aseguro que lo disfrutarás. — Volvió a reír sentándose en mi regazo sin hacer mucho peso, pero lo suficiente para dejarme inmóvil. Él se comenzó a quitar su camisa y la tiró al suelo para continuamente tomarme nuevamente de las muñecas haciendo que gritara de dolor por los cortes, pero al parecer a él no le importó ya que sin inmutarse de aquello se inclinó a besarme el cuello y llenarlo de su asquerosa saliva. Yo solo miraba hacia otro lado sin mirarlo mientras que lágrimas caían de mis ojos, de verdad que estaba asustada.

—Por favor... basta... —Supliqué aún sin mirarlo, me tenía agarrada de ambas muñecas con una de sus manos y la otra quitaba mi blusa y corría hacia arriba mi brasier dejando al descubierto mis senos los cuales él comenzó a lamer y succionar. —¡VIK...! —Iba a pegar un frito, pero él me dio otro golpe en mi otra mejilla haciendo que gritara de dolor y comenzara a llorar desesperadamente. — P-Por favor... No más... —Volví a suplicar entre lágrimas.

—Debiste haber pensado eso antes de dejarme, perra. —Él solo reía sin darle importancia que me estaba haciendo daño. — Ahora te quedarás callada y disfrutarás, porque después de seas mía no volverás a verme en tu puta vida. —Volvió a besarme a la fuerza pero yo obviamente no correspondí, solamente me quedé paralizada.

Obviamente no podía hacer nada más que quedarme callada y no hacerlo enfadar, pero tampoco quería que este abusara de mí, pero ¿Qué podía hacer? Soy débil, no puedo contra él...

Él terminó de quitarme la blusa y el brasier para así luego continuar con mis short los él cuales desabrochó y comenzó a bajar hasta que estos yacían en el suelo todo arrugado. Yo comencé a temblar de miedo, solo estaba con mis bragas y él comenzaba a quitarse el cinturón y desabrocharse el pantalón. Yo lo miraba aterrada y al parecer él disfrutaba mi sufrimiento, se le veía en la mirada.

Él se quitó todas sus demás prendas quedando solamente en bóxers, noté como en estos se hacía ya un gran bulto lo cual solo me asustó más. Otra en mi lugar estaría encantada tal vez, pero en mi situación, no, digo, ¡Voy a ser violada! Joder... Castiel, ¿Dónde mierdas estás...?

Viktor se me quedó mirando por unos cuantos minutos, examinando cada parte de mi cuerpo en cambio yo solo miraba hacia otro lado, sentía repulsión en ese instante por mi misma y más porque este empezó nuevamente a tocarme, tocándome cada vez más abajo hasta que una de sus manos llegó a mi bragas metiendo su mano en esta y con dos de sus dedos comenzar a estimular mi pequeño botoncito haciendo que soltara unos cuantos jadeos, pero no eran de placer, de verdad sentía muchas cosas, pero menos placer, no, me sentía sucia, de verdad...