El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]

Capítulo 42.

«Pv's Castiel.»

Ha sido una semana de mierda, lo único bueno creo, es que mi hermano no se ha vuelto a aparecer por estos lugares, ¿Habrá ido a prisión de nuevo? Mejor por mi si fuese así.

Era día viernes y ahora mismo iba saliendo del instituto, solo dos semanas más...Y seré libre de todo, y comenzaría una nueva vida lejos de todo esto.

Caminé tranquilamente a mi departamento, pero de pronto sentí como un gran peso se me abalanzaba contra mí pero no logré caerme, pude resistir aquel peso.

—¡Castiel! —Esa chica que vi el otro día en el club... ¿De dónde mierda salió?

—¿Hola? Eh... —Traté de recordar su nombre. — ¿Lucy? —Ella asintió sonriendo.

—Hablé con Erick y me comentó donde vivías, él quería que te escuchara tocar y le diera mi opinión. —Alcé una de mis cejas. —Me dio tu dirección pero te encontré en el camino.

—Estoy algo ocupado. —Me excusé.

—Por fa. —Dijo de manera infantil, alargando exageradamente el sonido de la "A". —Prometo no molestar.

—¿Tiene que ser ahora? —Bufé. —Está algo desordenado, tengo un perro.

—Puedo esperar, yo tengo un gato y también desordena mucho mi casa. —Se rió. —No tengo problema.

—Vale...—Dije derrotado.

Sin decir nada más, comenzamos a caminar en dirección a mi casa. En el transcurso ella me fue comentando de su vida personal, la cual encontré muy interesante a decir verdad... Ella vivía sola también, pero no iba al instituto, había salido ya y tenía 19 años, era mayor que yo por un año, yo ya había cumplido los 18 en Agosto.

Llegamos a mi departamento, abrí la puerta y dejé que ella entrara primero para tener buenos modales. Cerré la puerta y me fijé que no estaba tan desordenado a decir verdad, solamente recogí unas cuantas cosas y le di comida y agua a Hades.

Él le comenzó a ladrar a ella. Yo la miré arqueando una ceja.

—Oh, debe ser esto. —Sonrió. Sacó de su bolso una pequeña pelota con un cascabel dentro. Entonces ese era el molesto ruido que me irritó todo el camino. Ella se la dejó en el suelo y el pequeño comenzó a jugar felizmente con aquel objeto. —Se la compré a Mía, mi gata, en la mañana y se me olvidó pasársela.

—Comprendo...—Me rasqué el mentón algo incomodo. Nadie jamás ha estado en mi casa, a excepción de Logan y Sucrette. — ¿Quieres algo de beber?

—Oh, no gracias. —Contestó con una sonrisa, sentándose en el sillón. — Me gustaría mejor escucharte tocar la guitarra.

—No he tocado mucho últimamente. —Me excusé. No tenía muchas ganas tocar frente a una extraña a solas. — Tampoco tengo partituras para guiarme, las que tenía se las dejé a mi amigo que trabajará conmigo pero como cantante.

—Supuse algo así. —Rió, volviendo a sacar algo de su bolso, eran unas partituras de una canción. —Es una canción mía, nada especial. Aparte de cantar, también toco la guitarra.

—No te darás por vencida, ¿Cierto? —Suspiré y ella negó. —Supongo que no queda de otra.

Fui a m habitación. Había guardado mi guitarra bajo mi cama... Pues desde que dejé mi antigua casa, dejé de tocar. Tenía algo de polvo pero rápidamente la limpié y salí con esta al salón. Se la entregué un momento y ella afinó las cuerdas de acuerdo a como debía sonar su canción. Me dio un par de instrucciones más, dándome pequeñas demostraciones en las partes que debía aumentar o disminuir el tono, o cuando debía hacer las pausas. Aparte... Me dijo que iba a cantar mientras que yo tocaba, para demostrarme su talento según ella.