Capítulo 16.

3.6K 216 22
                                    

«Pv's Sucrette.»

—¡Hola! Hace mucho que no nos veíamos, ¿Me extrañaste? —Preguntó con una fingida sonrisa en sus labios. Era más que obvio que fingía estar alegre por verme. Mis ojos volvieron a inundarse en lágrimas, yo culpando a Viktor de que encerraran a Castiel cuando no era así, la verdadera culpable de eso había sido ella. ¿Cuándo llegó a esta ciudad?.

—¿Por qué? —Ella seguía mirándome con esa estúpida sonrisa. — Dime por qué me haces esto, yo no te he hecho nada.

—¿Por qué? —Hizo la misma pregunta, como si no hubiera escuchado bien y quería confirmar si había sido así. Yo asentí. — Porque tú siempre has tenido la atención de todos, sobre todo de Viktor, el pobre está locamente enamorado de ti. —Dijo con rabia en su voz. Su sonrisa se anchaba aún más, daba miedo, sobre porque está loca pero eso lo oculta con su inocente y linda mirada. — Jamás te dije que estaba enamorado de él porque no quería arruinar su relación "Perfecta", es ridículo. Ni siquiera le dabas lo que él de verdad quería, jamás pudiste satisfacerlo como yo hubiera podido hacer.

—Eras mi mejor amiga... ¿Cómo pudis...?—Me interrumpió.

—Tu misma lo dijiste; Era tu mejor amiga. Eso solo duró hasta tiempo después de que empezaron a salir juntos.

—Me traicionaste. —Afirmé, no quería llorar, pero era inevitable no llorar con todos estos recuerdos. El recordarla a ella y a él revolcándose en la cama de Viktor. — Los dos me traicionaron. —Miré a Viktor y él rió.

—En realidad Viktor no te traicionó. —La volví a mirar, esta vez confundida por sus palabras. — Él me dijo que te contó lo que pasó y tú no le creíste. —Tragué en seco, ¿Acaso...?— Él tenía razón, idiota, siempre la tuvo. Yo lo drogué y obligué a acostarse conmigo. Reaccionó al verte ese día, pero luego volvió a caer por el efecto de la droga, si no hubiera sido por eso ten en cuenta de que él si hubiera ido tras de ti. —Ella tenía su mandíbula apretada, yo la tenía suelta, sin poder creer todo esto. — Aún no sé que ven en ti, soy más linda que tú en todo sentido.

—Ella no es una perra. —Dijo Viktor, aunque se notaba su tono gracioso en su voz.

—Tú dijiste esa vez que...—Me interrumpió.

—Era la rabia y los celos. Me volví loco, me disculpo por golpearte, en un principio no pensaba hacerte daño, solo quería asustarte, fue un impulso pegarte y después ya no pude evitar hacerlo de nuevo. —Aclaró esta vez más serio, seguro a sus palabras. —Solo pensaba en tenerte para mí y hacerte mía, no te quería para nadie más.

—No soy un objeto para que digan que soy de la propiedad de alguien. —Estaba molesta por como decía las cosas. No todo fue verdad, pero lo que sí, es que si tenía claro el querer tener mi virginidad a toda costa.

—Yo ya me he rendido, ¿Sabes? —Dijo sin interés.

—¿¡Entonces por qué denunciaron a Castiel!? —Grité furiosa, no entendía a lo que íbamos.

—Yo no lo hice, te lo dije. Yo solo hablé del tema con Laeti porque me vino a visitar, no tenía idea de que después de que saliera por la puerta denunciaría a ese imbécil.

—Sí, es verdad. —Confirmó ella entre risas. — Si yo no puedo tener a la persona que amo, tú no tendrás a la persona que tú amas.

—Eres... Eres... —Estaba hecha una fiera, sentía mi sangre hervir en rabia. Ahora entiendo las ganas de matar a alguien de Castiel cuando está enfadado. — ¡Eres una hija de puta! ¡Perra bastarda, te voy a matar! —Me iba a abalanzar contra ella para golpearla, pero me sostuvieron del brazo antes. Me giré y vi a Viktor sentado en la cama y con su brazo bueno me detuvo.

—No vale la pena. —Las lágrimas volvieron a descender por mis mejillas, estaba molesta por todo esto, todo el tiempo fui engañada, pensando que el único culpable era Viktor cuando en realidad toda la culpa es de Laeti. — Tú. —Dijo, refiriéndose a ella. — Vete de aquí y deja en paz a Sucrette. Y si me entero de que le hiciste algo, juro que lo primero que haré al salir del hospital será buscarte y darte una lección.

—Después de todo no iba a quedarme mucho más, vine con mis padres de visita a unos amigo suyos, me iré en un par de días más —De todo lo que me ha contado hasta ahora, es la parte que más me alegra de la historia. —Bye, bye, parejita de imbéciles, hasta nunca. —Y entre risas, ella salió de la habitación. Yo me dejé caer en la silla que había a un lado de la camilla, las lágrimas al fin habían parado, pero amenazaban mis ojos en volver a salir.

—Perdón. —Lo escuché decir, seguido de otros suaves sonidos, lo miré por el rabillo de mi ojo y noté que volvió a recostarse en la camilla. —Por todo este mal entendido y por lo mal que te he tratado, no volveré a pasarme contigo.

—... —No quería llorar, no quiero llorar, no...

—¿Su? —Malditas lágrimas. — Castiel no estaría feliz de verte así. Eres más hermosa cuando sonríes. Hazlo, demuestra cuánto... —Hizo una pausa. —..Lo amas. —Le costó decir. — ¿Qué diría él en un momento como estos?

—Que me veo fea llorando a cada momento. —Me reí de tan solo imaginármelo. Me sorbí la nariz y con mis muñecas (aún vendadas), me sequé las lágrimas.

—Que tierno. —Trató de sonreír. —El caso es que a él no le gusta verte llorar y a mí tampoco. Demuéstrales a todos que no vas a llorar más y serás paciente este tiempo que él estará en la cárcel. —¿Me perdonas? No prometo dejar de amarte, pero si tratar de dejarte hacer tu vida y yo no meterme en lo que no me incumbe.

—Eso es algo que no puedo perdonarte tan fácilmente... Solo necesito tiempo para recuperarme y veremos que pasa. —Solté un largo suspiro, estaba cansada de todo lo que ha pasado. — Y por el caso de Castiel, ¿No hay manera de que quites la denuncia? Siento que moriré estos dos años sin no está conmigo.

—Lo siento... Pero fue acto de violencia y casi me mata, aunque quiera quitar la denuncia, dudo mucho que permitan dejarlo ir.

—Ya me parecía muy bueno todo esto para que todo saliera bien.

—Debes ser paciente.

—No me digas. —Respondí con sarcasmo y me levanté de la silla. — Ya debo irme... Tal vez vuelva más tarde o mañana después del instituto.

—Te estaré esperando entonces. —Y por primera vez, después desde hace ya mucho tiempo, una sincera sonrisa se dibujó en sus labios. Yo le correspondí de la misma manera, esa sonrisa era una de las cosas por las cuales me enamoré de él, pero ahora ya no creo sentir nada más por él ya por más linda sea su sonrisa.

—Sí... Y Viktor. —Lo llamé, y él me miró de manera diciéndome que me escuchaba. — Antes de irme, ¿Podrías contarme todo lo que ocurrió... hace dos años? —La verdad era que no quería, pero ahora que todo se está dando a la luz, quisiera saberlo todo.

—Si tú quieres. Te contaré todo lo que pasó antes y después de eso que viste.

—Adelante...

—Yo creo que quieres sentarte, la historia será larga. —Aconsejó y yo asentí. Acerqué aún más la silla a la camilla para estar cerca y ahí me senté, esperando a que él hablara. — Bueno, todo empezó ese mismo día, se supone que te llamé para decirte que no iría a la escuela, pero en realidad te quería preparar una sorpresa por haber cumplido ya un año y seis meses. Pero eso no terminó tan bien como lo planeé...

El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]Where stories live. Discover now