El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]

Capítulo 33.

El pelirrojo tomó de ambas piernas a su castaña, haciendo que esta enrollara las mismas por la cintura de éste y teniéndola bien firme, se la llevó a la habitación, dejándola caer en la cama ya estando cerca de ella. Él se fue acercando cada vez más mirando como su chica mordía su labio inferior por tal vista que le brindaba su novio.

No hubieron muchas más palabras, simplemente este se ganó encima de ésta, comenzando a besar salvajemente su boca, a la vez que desabotonaba la blusa de esta, pero era tanta la desesperación de tenerla, no tuvo opción de destruir la blusa, haciendo que los botones volaran por toda la habitación.

Ella por su parte, le ahorró la parte de que él le quitara el sujetador y ella misma lo hizo, lanzando esta a algún lado del piso de la habitación. El pelirrojo se separó de la boca de su amada, ahora acercando su boca a uno de los pezones de esta, succionando y dando unas pequeñas mordidas, mientras que con una de sus manos acariciaba y daba pequeños apretones al otro. La de cabellos castaños soltaba fuertes gemidos de tanta excitación que sentía en esos momentos.

Con agiles movimientos de manos, le desabrochó el pantalón de pijama a su chico, bajando estos de un solo tirón, aunque él tuvo que ayudarle y al final los dejó tirados por algún lado de la habitación, quedando solamente de bóxer. Él no aguantaba más, con ansiedad e impacientemente, le desabrochó el short que ella traía puestos y ella con sus mismos pies, se quitó las sandalias que traía puestas. Finalmente solo había una prenda en cada uno los cuales los separaba, pero no por mucho.

Él la atrajo aún más hacía él, se quitó los bóxer y disfrutó de cada momento en lo que quitaba las bragas de su mujer, teniéndola segundos después totalmente como dios la mandó al mundo, era una vista realmente hermosa para sus ojos.

Por otro lado, ella estaba realmente apenada bajo la mirada de su chico, no era la primera vez que lo hacían, y menos la primera vez que la haya visto desnuda. Pero era eso lo que él provocaba en ella, y para ella, era algo que realmente le encantaba de él.

Estaba tan metida en sus pensamientos, que no vino venir la primera embestida del otro, haciendo que soltara un gran gemido lleno de placer, la cual vino seguida de embestidas aún más fuertes y rápidas, él estaba desesperado, estaba necesitado de ella, la necesitaba, quería también demostrarle todo el amor que siente por ella, toda la pasión. Que a pesar de estos dos meses sin verse, nada había cambiado, en absoluto, el sentimiento había ido en aumento.

El la jaló del brazo, ahora él sentándose en la cama, teniéndola encima de él. Ella comenzó a dar saltos, moviendo su cadera lo más rápido que estas le permitían. Habían vuelto a unirse en beso fugaz, en uno lleno de amor y pasión.

—Su... Estoy por...—Soltó un pequeño gemido el pelirrojo, llevaban ya un buen rato así y comenzaban a agotarse, ya teniendo los cuerpos algo brillantes por el sudor que emanaban ambos cuerpos.

—Cas...—Lo nombró antes de que él se saliera de su interior y finalmente llegaran al clímax juntos.

Ella apoyó su cabeza en el hombro del otro, con la respiración entre cortada mientras el otro, daba pequeños besos en el cuello y hombro de su chica, también tratando de controlar de alguna manera su respiración. Aunque de la nada, se le vino una grandiosa idea que ambos lograrían disfrutar, sobre todo su chica la cual aún respiraba agitadamente.

La empujó hacia atrás, tomándola por sorpresa.

—¿Castiel que ha...? —No logró continuar, porque él nuevamente la agarró de la cadera e hizo que esta se acercara más, pasando sus brazos por debajo de sus muslos, levantando la cadera de ella, quedando justo con su rostro entre las piernas de su chica de ojos verdes. — ¡Cassy! —Gritó ella avergonzada, no había imaginado que él fuese capaz de hacer eso. Él solamente se rió ante sus regaños.