Capítulo 61.

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— ¿Una semana? — Arrugó la nariz el peli blanco mientras escribía en su libreta una letra de una canción.—  ¿No crees que es muy apresurado? — Arqueé una de mis cejas en señal de "¿En serio me lo dices?", cosa que él se percató de inmediato al momento de mirarme. — No es que me niegue a su boda, pero han tenido tantas separaciones que ya no sé qué pensar. Un día pueden estar de lo mejor y al otro estar casi al borde de la depresión por no poder estar juntos. 

—Esta vez siento que será diferente. — Aclaré mientras descargaba nuevamente unas cuantas aplicaciones en mi nuevo celular.—  Sucrette y yo somos adultos, no nos dejaremos llevar por cosas insignificantes y mucho menos dejaré que alguien más se entrometa en nuestras vidas, mucho menos que lo haga el imbécil de Evan.

— Pareces confiado. 

— Lo estoy.— Le sonreí a lo cual él me devolvió la sonrisa.— Jamás estuve más seguro de algo.

— Espero y me elijas como padrino de bodas y de tus hijos, sería vergonzoso pedírselo a Sucrette.— Nos reímos, yo asentí.— Aún no puedo creer que aquella niña con la que me topé sin querer en su primer día, sea la novia de mi mejor amigo y la madre de tus hijos.

— ¿Y tú creías que yo lo sabía? ¡Ni en mis más profundos sueños me imaginé que esa tabla de planchar se volvería mi razón de ser! — Él se rió y yo simplemente me dejé caer hacia atrás en la cama de él mientras miraba el techo con una sonrisa.— Desde un principio la consideré muy molesta, demasiado entrometida para mi gusto pero... Ella siempre creyó en mí, vio lo que nadie pudo ver, a excepción de ti, ella vio lo mejor de mí cuando ni yo lo veía.

— Me das nauseas. — Me reí.

— Vamos, pronto te tocará a ti también.— Él se encogió de hombros.— ¿No hay una chica de la cuál me estás escondiendo?

—Nadie por el momento.—Volvió a escribir en su libreta. — Seguramente llegará alguien algún día, pero ahora no. Es más, me sorprende que tú estés tan tranquilo, hasta emocionado. Tener un bebé es mucha responsabilidad y en tu caso son dos, no puedo imaginarme tu cara de zombie cuando llegues al estudio o vayamos a conciertos. 

 —Jamás estaré cansado para eso.—Volví a sentarme y le dí un golpecito en su espalda.— Por cierto, necesito tu ayuda con algo.

— ¿Con qué? — Me preguntó sin quitar sus ojos de la letra que escribía. 

— Con el regalo que le quiero hacer a Sucrette para nuestra boda.— Y con eso al fin, me miró a los ojos, curioso de lo que quizá tengo planeado.

— Te escucho.— Yo sonreí, contento con que él estuviera tan interesado en lo que tenía planeado y claro, quién mejor que él para pedírselo.

Pv's Sucrette

— Vamos, mujer, ¡Sal! — Me gritaba Rosalya para que saliera del probador con el vestido puesto, aquel "Sal" me había recordado cuando ella me acompañó a comprarme el vestido para el día que él me pidió ser su novia.

— Me siento gorda con esto... — Me quejé y al escuchar un largo suspiro de afuera, decidí tomar aire y salir, encontrándome con Rosalya la cual estaba con una gran sonrisa en sus labios y con un brillo en sus ojos.— ¿Qué dices?

—¡Te ves muy bien! — Y antes de que pudiera quejarme de nuevo, habló.—  Y no me vengas con que estás gorda, que aún no se te nota la panza. 

— ¿Crees que este es el correcto? — Cuestioné mientras me miraba en el gran espejo de afuera, habían muchas personas que también estaban probándose vestidos y a decir verdad creía que esas mujeres se veían mejor que yo, mil veces mejor que yo.

El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]Where stories live. Discover now