Capítulo 18.

3.3K 219 36
                                    



«Pv's Sucrette.»

Me estiré en mi cama, pensando en todo lo que Viktor me ha contado, ¿Será verdad? Quizá si deba creerle esta vez, jamás me ha mentido, siempre ha tenido razón... Él jamás tuvo malas intensiones conmigo, solo esa vez que le invadieron los malos pensamientos, él no quería hacerlo... Tal vez y si deba perdonarlo, él no tiene la culpa de nada, tal vez si Laeti no se hubiera metido con él, todo esto no habría ocurrido, no estaría con Castiel, él no estaría en prisión y Demonio seguiría con vida...

Castiel... No te imaginas lo mucho que te extraño en estos momentos...


«Pv's Castiel.»

Ya llevo una semana aquí, solo una y ya odio este lugar. En las horas "libres" que nos dejan en un campo tomando aire, he dado las peleas de mi vida y por poco me dejo vencer al ser tres contra uno, pero el pensar en Sucrette era lo único que me daba fuerzas para seguir peleando. Ninguno ganó, terminaron separándonos los guardias.

Juro que si paso más de una semana más en esta mierda me voy a volver loco. He estado en la correccional de menores, pero nunca en la cárcel, y vaya que es distinto, muy distinto.

—Sal. —Dijo aquel guardia que me vigilaba. Era la hora de salir fuera.

—... —No respondí, ni tampoco me levanté de la cama. No tenía ganas de salir, simplemente quería que me dejaran en paz.

—He dicho que salgas. —Volvió a ordenarme y dio un disparo hacia el suelo. Me levanté de inmediato, algo aturdido, no por miedo, más bien al escuchar ese sonido y recordar cuando le dispararon a Demonio frente a mis ojos. —Es mejor que te portes bien, tienen pensado en darte libertad condicional en un par de meses.

—¿Por qué? —No entendía el motivo.

—La victima quiere retirar cargos, pero no puede ahora, necesitamos unos meses. —¿Ese bastardo? ¿Para qué me encerró si luego iba a retirar cargos? No lo entiendo. — Ahora sal o te dejaré sin cena hoy. —Con pereza salí de mi celda, yendo en dirección al patio. Pasé por al frente de un espejo y pude notar las bolsas oscuras bajo mis ojos, tenía ojeras y se notaban demasiado. Mis ojos habían perdido su brillo y mi piel era más pálida de lo normal, bueno, con algunos moretones por encima. Todo se ha ido a la mierda desde que entré aquí y no lo soporto. — Luego ve al casino en un rato estará la cena. —Y se fue.

Fui caminando por todo el patio, llegando a un lugar apartado de todos. Me senté en un banco bajo un árbol el cual me daba sombra. Estaba aburrido y perdía condicionamiento físico, aunque Sucrette me visita todos los días, no he podido sentirme bien del todo. Esto es un asco.

—Tú debes ser Castiel, ¿Verdad? —Alcé la mirada y no había nadie. Espera, esa fue... ¿Una voz femenina? —Me di la vuelta y ahí la vi. Una chica de cabellos celestes y unos ojazos verdes los cuales me recordaba a... Sucrette. Aunque aquella chica se encontraba detrás de una reja, en otro patio diferente el cual siempre está vacío cuando yo estoy aquí, pero que ahora está lleno de chicas.

—Este... Sí, soy yo. ¿Tú eres...?—Pregunté, esperando a que ella se presentara.

—Soy Cristi, mucho gusto. —Ella me dedicó una blanca sonrisa, ella me recordaba a Su', era muy parecida a ella. — Hace ya un par de días te he observado y he notado que eres muy solitario y te peleas, ¿Quieres compañía?

—Da igual. —Volví a sentarme derecho, dándole la espalda, apoyando la misma contra la reja

—¿Por qué estás aquí? —Que cotilla es.

—Le dije a mi perro que atacara a un tipo que trató de violar a mi novia. Las heridas fueron graves y se desangró mucho, me demandó al despertar y eso. —Me encogí de hombros, desinteresado, pero seguía mal por la muerte de demonio. Es la primera vez que estamos tanto tiempo separado y tendré que acostumbrarme aunque no quiera.

—Ou... Eso sí que es feo. ¿Y cómo está tu perro?

‹‹Mierda.››

—Murió. —Solté de golpe. No sabía por qué le estaba diciendo esto.

—Oh... Lo siento... No de... —Le interrumpí.

—No lo sientes, no sientes como fue ver morir a tu compañero de toda la vida morir frente a tus ojos, a manos de un policía que le disparó en la cabeza y que toda la sangre saltara a tu cara. No sientes absolutamente nada. —Me levanté, dispuesto a irme.

—Perdón, no fue mi intención... Solo quería ser amigable...

—Pues se amigable con alguien más, porque conmigo no vas a poder, ahora piérdete. —Y sin decir más, me alejé de ese lugar, dirigiéndome ahora al casino.


Esa chica es molesta, no hay duda. Pero el imbécil soy yo por contarle mis cosas... Quizá solo necesitaba a alguien a quién decirle lo que siento, me siento muy afligido por aquello y ahora que le conté todo a esa chica, me siento un poco más tranquilo.

Por alguna razón Cristi me recuerda demasiado a Sucrette, es igual de cotilla y habla demasiado. También tiende a cagarla de vez en cuando, pero no soy quién juzgar eso si aún no conozco a esta chica aún, aunque no tengo el más mínimo interés de conocerla.

Terminé con la cena y fui hasta mi celda, en la cual me encerraron y yo me volví a recostar mirando el techo en mi cama. La cual era muy incómoda y es en estos momentos que extraño dormir en mi cama o en la de mi novia. Aun me sigue sorprendiendo que el día después de pedirle la propuesta, me hayan encerrado... Creo que ella debe considerarme la peor persona del mundo, pero aún así tiene la consideración de venirme a ver, no me sorprendería si ella me olvidara en todo este tiempo (aunque espero que no ocurra), aunque eso solo lo determinará el tiempo.

Cerré, tratando de recordarla, de sentirla nuevamente, de escuchar su voz decirme que me ama y que siempre estará a mi lado.

Aunque lo injusto de la vida es que... Nada ni nadie es para siempre...

El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora