El Placer de Amar. ~ ~ CastielxSucrette [Corazón de Melón]

Capítulo 19.

«Pv's Sucrette.»

Otro día en la que no tuve tiempo para ir a verlo y ya lleva un mes en prisión. Lo echo tanto de menos...

En los días que he ido a verlo me ha contado todo lo que ha ocurrido, también he visto que estaba más decaído de lo normal y sus ojos ya no tenían el mismo brillo de antes, aparte, su rostro estaba con unos cuantos moretones y por ser de piel blanquecina, se le hacía notar más y cada vez que lo veía así, sentía como mi corazón se rompía en mil pedazos.

—Sucrette. —Escuché la voz de Lysandro, el cual tomo asiento a mi lado bajo el árbol que se encontraba en el patio de la escuela. —¿Te encuentras bien?

—Sí... Supongo. —Contesté desanimada.

—Sé que estás así por Castiel. Debes saber que él siempre ha sido muy fuerte con sus problemas. Él los sabe afrontar y escapar bien de ellos y aunque no pueda escapar de esta, lo puede afrontar. Todos sabemos que lo más seguro es que te echas la culpa de todo, pero no es así... —Hizo una pausa y tomó de ambas manos sosteniéndolas entre las suyas. Yo lo miré y noté como me miraba con una sonrisa. — Tú eres lo mejor que le pudo haber pasado en la vida, Castiel jamás ha estado tan enamorado como lo ha estado contigo. Ahora lo veo más feliz y tranquilo aunque no lo demuestre.

—Lys...

—Solo debes esperarlo por un tiempo, ya verás como pasará de rápido el tiempo. —Yo asentí un par de veces antes de soltar un suspiro.

—¿Sus padres lo saben? —Pregunté y ahora él hizo una mueca de disgusto.

—Sí, trataron de pagar una "fianza" para que lo dejaran libre, pero no se pudo. —Hizo una pausa, pensando en lo que diría. —Luego ellos volvieron al trabajo como si nada, como si ellos ya se esperaban esto venir en cualquier momento.

—Vaya padres. —Volví a soltar un suspiro y Lysandro se acomodó a un lado mío. Yo recargué mi cabeza en su hombro. No lo malpiensen, es solo mi amigo y el mejor amigo de mi novio, jamás tendría algo con él, solo... Necesito a alguien conmigo que me consuele, no estoy del todo bien que digamos.

—Todo va a estar bien, te lo prometo. —Me rodeó con su brazo abrazándome más a él, yo contenía mis ganas de llorar. Quiero ser fuerte, por él y por mí. — ¿Vayamos a ver a Castiel?

—Pero aún falta para salir...

—Sí lo sé, me refiero a después de clases. —Me dedicó una sonrisa y yo asentí, devolviéndosela.

—Eres un gran amigo, Lysandro. —Confesé. — Castiel tiene suerte de tenerte como el mejor.

—Hemos estado siempre juntos, desde niños, es normal. A mí también me hace feliz que él sea mi mejor amigo, no creo encuentre a nadie como Castiel.

—Digo lo mismo. —Una sincera sonrisa se formó en mis labios de tan solo pensar en él y en todo lo que hemos pasado juntos.

Llegó el fin del día de escuela y Lysandro y yo decidimos ir a ver a Castiel. Al llegar pedimos la visita y nos fuimos a una sala en donde podíamos verlo. No pasaron ni 5 minutos y a la cabellera roja de Castiel entrar por la puerta. Aunque algo no estaba bien aquí, él venía con la cabeza cacha y a paso lento, ¿Qué ocurre?

Se sentó en la silla al frente de nosotros, con las manos esposadas al igual que los pies. Él seguía sin mirarnos.

—¿Castiel? —Lo llamó Lysandro el cual también debió haber captado que no estaba bien.

—... —Él no respondió. Después de un par de minutos en silencio, ahí recién lo hizo. — Estoy cansado de este lugar, no lo soporto. —Su voz era de furia total, y más ronca de lo normal.