Las Chicas Bennet {Editando}

12.

La mañana siguiente me levanté muy temprano. Era el cumpleaños de Jane y corrí hacia su habitación emocionada para ser la primera en felicitarla. Lastimosamente, cuando entré, Chuck se encontraba ahí sentado junto a ella y tenía cara de que no había dormido en toda la noche. 

Él me miró preocupado y mi corazón se detuvo por un segundo.

— ¿Qué sucede con Jane? —miré a mi hermana que dormía a su lado. Tenía el cabello empapado.

— Tuvo fiebre toda la noche —dijo Chuck y se veía realmente agotado — Creo que deberíamos dejarla descansar un poco más.

Él se levantó cuidadosamente y los dos salimos de la habitación.

— ¿Crees que es solo un resfriado? —pregunté y Chuck asintió y me sonrió.

— No tienes nada de que preocuparte, Lizzie. Solo es un resfriado.

Yo asentí, pero no podía dejar de preocuparme.

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Apenas el doctor salió de la habitación de Jane corrí para entrar y estar con ella. Pasaron las horas y al parecer era un poco más que un resfriado. Tenía mucha fiebre y parecía no bajarle con nada tanto así que Chuck llamó a un doctor para que la revisara.

Me acerqué a Jane y la abracé. Ella me aparto y dijo.

— ¡Te vas a contagiar! —yo solo reí y la abracé más fuerte.

— Eres la única persona que se enferma para su cumpleaños —le dije y me acoste junto a ella — ¿Qué se siente pasar tu vuelta al sol acostada en una cama?

— Terrible. Siento que estoy arruinando todo el viaje —dijo ella sin casi voz.

— No digas tonterías. Todos están muy preocupados

— Odio que Chuck tenga que verme así —murmuró.

No pude evitar soltar una carcajada.

— Pues si, a quién le gustaría que su novio vea cómo se le escurren los mocos

— ¡LIZZIE! —dijo ella y enseguida se limpió la nariz — ¿Se me están escurriendo? ¿me veo muy mal?

— Solo bromeaba. Creo que Chuck nunca podría verte con otros ojos que no sean los de un enamorado.

Jane sonrío complacida.

— Tal vez debería llamar a mamá y a papá para que vengan por nosotros. Creo que te sentirías mejor en casa

— No, por favor no. Chuck planeo todo esto y no quiero arruinarlo. Por favor no lo hagas —suplicó ella.

— Realmente tienes mucha fiebre —le dije al sentir el calor irradiar de su cuerpo.

— Lo sé, pero pronto me sentiré mejor. Solo necesito dormir un poco.

Ella se acomodo y yo comencé a acariciar su cabello hasta que en pocos minutos Jane cayó profundamente dormida.

No sé cuánto tiempo pasó sólo sé que Chuck me despertó y estaba casi atardeciendo.

— Lizzie, iré al pueblo comprarle medicinas a Jane y cosas para comer ¿Quieres algo?

Yo me senté en la cama y miré a mi lado y Jane seguía durmiendo.

— Helado — dije y Chuck soltó una pequeña carcajada y asintió — Deberías bajar a comer algo, no has comido nada en todo el día.

Yo lo miré y volví a mirar a Jane.

— En un rato bajo. Lo prometo

Chuck no muy convencido asintió y salió de la habitación. Revisé mi celular y tenía varias llamadas perdidas de Charlie y muchos mensajes.