40. Casa

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— Te traje café —dijo Jane entregándome una de las dos tazas que sostenía. Ella se sentó a mi lado en el sofá y nos cubrió con una manta.

— Gracias —le respondí y bebí un poco de café para mantenerme caliente.

Ambas nos quedamos en silencio. Era más de media noche y nos encontrábamos sentadas en el sofá de la sala junto al teléfono esperando a que alguien llamara con noticas sobre Lydia.

Ayer salí del cumpleaños de Georgiana directo a la estación de trenes y tomé el primer tren hacia Hertford. Durante el camino le explique toda la situación a mis tíos y también me disculpe con Georgiana por haberme ido sin despedir. Ella me dijo que no me preocupará que Will le había explicado que había sido una emergencia familiar y que esperaba que todo estuviera bien. El tiempo en el tren también lo utilice para intentar contactarme con George pero fue inútil, su celular se encontraba apagado igual que el de Lydia. En cuanto llegue a casa tomé el carro y comencé a buscar a Lydia por todo el pueblo con Charlotte, no quería quedarme en casa esperando. Odiaba esperar. No quería quedarme esperando noticias de Lydia pero hoy me había tocado quedarme en casa esperando por noticias ya que había sido una orden de mi padre. Papá estaba tan destruido que no quise contradecirlo.

— Me alegra que estés en casa —dijo Jane. Yo voltee a verla y ella tenía la cabeza agachada mirando su taza de café — No puedo creer que esto este sucediendo —su voz era débil casi un susurro — Parece una horrible pesadilla.

— Vamos a encontrarla —dije intentando parecer segura.

Durante las últimas 24 horas había intentado convencerme a mi misma de eso, vamos a encontrar a Lydia y ella va a estar bien. Pero cuantas más horas pasaban y ninguna noticia llegaba, mi esperanza se iba volviendo más pequeña.

— Mary y Kitty están destruidas. Y no sé cuanto más resistan los nervios de mamá, nunca la había visto así.

Yo asentí lentamente. Mamá no había salido de su habitación desde que se entero de la noticia. Tal vez ella y yo no tuviéramos la perfecta relación madre-hija pero era mi madre y me preocupaba por su salud.

— Vamos a encontrarla —repetí — Y todo volverá a la normalidad. Ella tiene que estar bien.

Bebí más de mi café y miré ansiosa el teléfono. Por favor por favor dame noticias de Lydia.

— Lizzie... ¿Puedo preguntarte algo? —preguntó Jane. Yo asentí y aparté la mirada del teléfono para mirarla — ¿Qué estabas haciendo con Will cuando te llame a contarte... Lo que había sucedido?

Yo la miré por unos momentos y después aparte la mirada concentrándome en mi taza de café.

Will... Desde que huí de su habitación ese día no había tenido noticias de él. Sabía que era mi culpa después de todo yo fui la que rechazó su ayuda. La idea de llamarlo había estado ahí presente desde que salí de Hartford pero había algo que me detenía. 

— Estábamos en la fiesta de cumpleaños de su hermana —respondí vagamente. Sabía que no era la respuesta que ella quería.

Jane no dijo nada pero pude sentir su decepción ¿Desde cuándo Jane y yo nos ocultábamos las cosas? Siempre nos habíamos contado todo pero con el tema de Will... Yo ni siquiera sabía bien cómo me sentía.

— El fue muy amable conmigo durante todo el tiempo que estuve en Hartford —añadí y ella me miró con una pequeña sonrisa.

Las Chicas Bennet {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora