"Es una verdad reconocida por todo el mundo que toda adolescente de 17 años con cuatro hermanas necesita privacidad... O una pistola. Lo que suceda primero. Mi nombre es Lizzie Bennet y esta es mi vida: Bienvenidos a un día normal dentro de la famil...
— ¡Dame mi collar! —escuché a Kitty gritarle a Lydia.
— ¡Yo lo necesito más que tú! —le respondió ésta también con gritos.
Viré los ojos mientras terminaba de rizar mi cabello. Ellas se la habían pasado peleando en su habitación desde temprano. Primero porque Lydia había acaparado la ducha cuando llegó después del partido de Football, luego porque Lydia había acaparado el secador de cabello, luego siguió la pelea por un bolso que a final de cuentas era de Jane y ahora por un collar. Me pregunto por qué más podrán pelearse hoy. El estrés por el baile del homecoming ha traído más caos a mi hogar que el habitual.
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Termine de aplicarme el labial rojo para completar mi maquillaje. Mis ojos con un maquillaje smokey y poco de rubor nada recargado. Había comprado un croptop negro con un poco de escote en el pecho y una falda corta adelante y larga atrás negra, juntos parecía como si llevará un vestido. Un collar plateado y unos zapatos plateados que combinaban con mi bolso pequeño de piedras. Hoy me sentía brillante y mi outfit lo mostraba.
— ¡Ugh! ¡Te odio, lo partiste! —volví a escuchar a Kitty.
— ¿Qué sucede? ¿por qué tanto escándalo? Su padre cree que están matando a alguien — dijo mama subiendo las escaleras. — ¿Por qué pelean?
— ¡Lydia rompió mi collar! —se quejó Kitty.
— Tu misma lo dañaste por egoísta —se defendió Lydia.
— ¡Suficiente! Silencio ambas. Kitty, es solo un collar estas cosas pasan. Ahora terminen de arreglarse ahora mismo —sentenció mama.
— ¡Siempre te pones de su lado! —grito Kitty enojada y luego sentí unos pasos bajando las escaleras corriendo.
Dios... Ya quería salir de esta casa.
"¿A qué hora iremos al homecoming?" Le envié el mensaje a Charlie. Yo ya estaba lista solo faltaba que Charlie me dijera que bajara que ya se encontraba en su auto en la calle. Fruncí el ceño al ver que el mensaje no le llegaba.
— Lizzie ¿Cómo me veo? —pregunto Jane entrando a la habitación en su ajustado vestido blanco con encaje en toda la espalda. Jane parecía un ángel de labios rojos, él rojos definitivamente nos quedaba bien a nosotras las Bennet. Su cabello caía en ondas perfectas hasta un poco debajo de sus hombros.
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