25. Invierno en Rosings

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Hola! Generalmente pongo estas notas de autora al final de los capítulos pero esta vez no. LAS CHICAS BENNET TIENE 2000 leídos! OMG muero de la felicidad! Estoy tan emocionada que comenzare a escribir así que estoy a las 10:11 p.m con té Chai en mano lista para escribir por lo menos 5 capítulos y llegar al final de la fase 3 de la novela. Así que... ¿Estamos listos para lo que viene? ¡Comencemos!

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— Así que... ¿Qué se siente trabajar en Rosings? —pregunto Kitty el viernes por la tarde mientras me estaba preparando para ir a mi turno.

Desde acción de Gracias había comenzando a trabajar en el club Rosings, luego de muchas súplicas de Charlie acepte el trabajo. Llevaba una semana de trabajo y puedo decir que no conozco a una jefa más exigente que Catherine de Bourgh. La señora tiene su propia manera de hacer todo y considera que es la única forma correcta literalmente de hacer todo, desde cómo hacer un chocolate caliente hasta cómo doblar servilletas, no sabía ni siquiera que había tantas formas de doblar servilletas ¡Son solo servilletas! Afortunadamente casi nunca estaba pero cuando lo estaba era un dolor en el trasero, un dolor en el trasero que soportaba con mi mejor amiga, afortunadamente.

— ¡Genial! Ahora sé 10 formas distintas de doblar servilletas y de poner manteles. Mama estaría orgullosa —respondí mientras intentaba hacerme una perfecta cola de caballo. Si, una política del club es que sus empleados usen uniforme y colas de caballo para mantener la uniformidad y armonía.

Mary rió y yo la mire por el espejo de mi tocador.

— Lo siento, es gracioso —dijo ella encogiéndose de hombros.

— No te preocupes lo harás bien —dijo Jane intentando animarme.

— Además de doblar servilletas ¿qué más tienes que hacer? —pregunto Mary.

Mire mi cola de caballo que aún no era perfecta y la desarme antes de responderle.

— Charlie y yo trabajamos en el café del club, yo en la barra y ella de mesera, no soy buena llevando bebidas en bandejas —les dije y ellas asintieron.

— Lo sabemos, tu equilibro apesta —dijo Kitty y yo vire los ojos.

— Así que ya sabes atendemos a los niños ricos que van al bar a pasar el rato y estar cerca de la chimenea —continúe. Suspiré profundo y volví a comenzar a hacerme mi cola de caballo.

— ¿Chicos? ¿Hay muchos chicos? —pregunto Kitty.

— Muchos. Al parecer el club es un lugar popular para irse a refugiar del invierno entre los universitarios de este lado del país —le respondí.

La semana pasada desde el viernes habían comenzado a llegar los universitarios del Este para pasar su invierno en el club, estaba rodeada de chicos que iban a alguna universidad de la Ivy league, Princeton, Brown, Harvard, Darthmouth y por supuesto, Yale. La mayoría de ellos sólo iban a beber chocolate, las heladas ni siquiera habían comenzado y ya el club estaba lleno. Había escuchado que era un plan común irse con unos amigos a las cabañas del club usualmente hacían fiestas ahí y celebraban terminar los exámenes de semestre. Otros chicos se dedicaban a pescar en el lago antes de que se congelara completamente, jugar golf, montar a caballo o jugar polo.

— ¡Debe ser el paraíso! —dijo Kitty y las tres reímos.

— Si tu versión del paraíso incluye estar rodeada de chicos esnobs... Tal vez —le dije y me mire al espejo. Aún la cola de caballo no estaba perfecta volví a soltarla y solté un grito de frustración.

— Déjame ayudarte con eso —dijo Jane viniendo a mi rescate — Y no deben ser tan malos, de seguro te debes estar divirtiendo con Charlie.

Ella comenzó a peinar mi cabello.

Las Chicas Bennet {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora