43. Cuenta regresiva

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Sábado, 27 de Febrero 2:57 a.m

— ¿Qué haces llegando a esta hora a casa? —preguntó mamá que se encontraba sentada en la sala.

Deje mis llaves en una mesa y me acerqué a ella. Había pensado que todos estarían dormidos para cuando llegara a casa.

— Dije que llegaría tarde —le respondí.

— No en la madrugada, Lizzie. Estaba preocupada —dijo ella poniéndose de pie.

Miré a mamá detenidamente, estaba en pijama y tenía enormes círculos morados bajo sus ojos, al parecer no poder dormir se había convertido en un hábito en esta casa. Mamá y yo nunca hemos tenido la mejor relación madre e hija, no entendía a qué venía esa nueva preocupación. No quería discutir con ella, estaba cansada y hoy sería un día MUY largo. Me limité a asentir y a dirigirme a las escaleras.

— ¿Dónde estabas? —preguntó ella y yo voltee de nuevo a mirarla ¿Ella hablaba en serio? Desde hace mucho tiempo que ella no me pregunta a donde voy.

— Estaba con Charlie — mentí. No podía decirle a mamá que había estado con Maddie sin que ella llegara a sospechar que algo estaba mal.

Ella asintió.

— Me preocupas ¿sabes? —su comentario me desconcertó. No era muy típico de mí madre decir este tipo de cosas. — Yo... Yo me preocupo por todas ustedes.

No supe qué decir. Nunca había sido muy buena comunicándome con ella, para mí, mamá y yo éramos de mundos distintos pero al verla aquí frente a mí se veía vulnerable y eso me hacía sentir algo culpable. Nunca pensé que ella se preocuparía. Nunca lo ha hecho.

— Lo siento —murmuré.

Ella me dedico una débil sonrisa y se volvió a sentar en el sofá.

— ¿Te importa sentarte conmigo un rato? —me dijo ella de forma amable. No pude negarme aunque mis ojos pesaban. Anhelaba mi cama.

Me senté a su lado aunque dude un poco. Esto era nada habitual.

— Yo... Yo sé que tú y yo no hablamos mucho solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, Lizzie —ella parecía tan incomoda como yo lo estaba con todo esto.

Me limité a asentir. Nunca habíamos sido cercanas como ella si lo era con las mellizas o con la misma Jane, pero ella y yo parecimos no entendernos.

— Sé que he cometido muchos errores pero quiero que sepas que siempre he querido lo mejor para ustedes —dijo ella y me di cuenta lo que sucedía. Ella se sentía culpable.

Mamá no había salido mucho de su habitación después de lo que había sucedido. Todo este tiempo pensé que había sido solo por esconderse de los rumores y chismes del pueblo pero ahora noto que no era así. Mamá sí estaba preocupada podía verlo en su rostro.

— Lo que sucedió con Lydia no fue tu culpa, mamá —le dije en tono neutro.

No, no fue tuya. Fue mía y ahora voy a arreglarlo.

— Ser padre es difícil, Lizzie. Algún día tú y tus hermanas lo entenderán cuando tengan hijos —su tono fue algo críptico. Eso me puso alerta.

La volví a detallar y noté que algo estaba mal. Ella había estado llorando podía ver ahora las señales, me sentí tan tonta al no haberme dado cuenta antes ¿qué clase hija soy?

— ¿Qué sucede, mamá? ¿Algo está mal? —pregunté frunciendo el ceño.

Ella se quedó en silencio. La sensación de peligro me puso alerta, mi cansancio había desaparecido.

Las Chicas Bennet {Editando}Where stories live. Discover now