» 37

99.8K 6.4K 2.4K
                                    

Puedes seguirme en twitter: @milanolivar 😁🤍


Lauren's POV

—Shh... Mike no. —Escuché la voz de mi madre al otro lado de la puerta. Creían que estaba dormida. ¿Qué era eso?

—¿Qué pasa?

—Está dormida. —Me quedé de pie frente a la puerta.

—¿Y qué? Tengo que echar abajo media pared. —A mi padre no le importaba que yo estuviese durmiendo, haría ese estruendo igual. Ellos creían que yo dormía porque no me quejaba, pero la realidad era que me quedaba en la cama con los ojos abiertos como un búho. Lo raro era... ¿Mi madre se preocupaba porque durmiese?

—No, Mike. Ahora que duerme, podemos esconder el dinero del primer mes. —Ya decía yo. ¿Estaban intentando esconder mi propio dinero por si lo cogía? Eso ya era el colmo.

—Es verdad... —Escuché los pasos de mi padre en la puerta. —¿Dónde podemos esconderlo?

—Había pensado detrás del mueble de nuestra habitación. Pegado en un sobre. Si se le ocurre mirar, que no lo creo, no mirará ahí. —Mis pies permanecían estáticos al igual que mis manos, sin hacer ningún ruido. Mi corazón latía a mil por hora, rezando por que no abriesen la puerta.

—Sí, es verdad.

Cuando los pasos desaparecieron, me apresuré a la cama metiéndome en ella aún con el pantalón del uniforme puesto. Aquellos cabrones se iban a enterar.

*

Se fueron a comprar algunos materiales que mi padre necesitaba para seguir haciendo la obra, quince minutos después asegurándome de que se habían ido, metí toda mi ropa en la mochila, mi móvil, mi mp3, los cuadernos y carboncillos y en la mano llevaba el estuche de óleos. Fui a la habitación de mis padres y separé el mueble frente a su cama, detrás, en el chapón había pegado un sobre color mostaza. Lo abrí, tenía todo MI dinero.

Bajé corriendo las escaleras mientras contaba los billetes, algo que podría haberme costado la vida, hasta que me choqué con algo. Era mi padre. Levanté la mirada y, en ese momento sentí unas ganas de vomitar enormes. Sentí que algo me apretaba la boca del estómago, y que mis piernas eran simples palos sosteniendo mi peso muerto.

—¿Qué haces, Lauren? —Su mirada era tan fría, tan dura, tan cruel, que aunque me estuviese muriendo de miedo tenía que responderle.

—Es mi dinero. —Respondí con rabia, pero él me agarró la muñeca, apretándola tan fuerte que sentí mi mano hincharse tras unos segundos al cortarme la circulación.

—Esto —sacó el sobre de mi mano de un tirón— es mío. —Se lo guardó en el bolsillo de la chaqueta, pero no dejó de apretar mi mano.

—¡Yo trabajé para ganarlo, y es mío! —Grité forcejeando, pero él no se movió, siguió apretando mi mano que estaba totalmente roja.

—Yo he trabajado toda mi vida para alimentarte, darte ropa y un techo en el que vivir. Ahora esto es mío.

—Eres un hijo de puta. —Le escupí en la cara, y en ese instante me arrepentí con todas mis fuerzas de lo que había hecho.

Su mano, la gran mano de mi padre me cogió por el cuello y me levantó medio metro del suelo golpeándome contra la pared. Su brazo estaba en total tensión, y sus ojos estaban repletos de ira.

—ADELAGAZA, HAZ LAS COSAS BIEN Y QUIZÁS, SÓLO QUIZÁS SERÁS FELIZ. —Me gritó en la cara, su aliento era nauseabundo y yo me estaba ahogando. Moví las piernas para darle una patada, pero aquello no funcionaba así, cuanto más me resistía él más me zarandeaba. Sus palabras se clavaron en mi cabeza al igual que sus dedos en mi garganta, dejándome sin aire. Me dio un cabezazo en el pómulo, y entonces opté por la opción más fácil; dejar de moverme y hacerme la inconsciente.

coldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora