XXXIII

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Liv

Desperté temprano, ya me sentía mucho mejor, entre a ducharme, me solté de los brazos de Alaric sin alterarlo.

No hacía la diferencia, pero esta vez, ya sabía a que iría a la cafetería, por eso me vestí un tanto más formal para dar mayor presentación. Me preparé muy bien, es más, intente que no me afectará nada de lo que podía ocurrir, yo iba a conseguir el empleo y nadie más estaría con mi Alaric, mucho menos esa perra de Kate.

-¡Hey, Ric! -volví mi voz lo más tierna y sensible posible.

-Hola pequeña -despertó y volteó a verme, estaba muy somnoliento.

-Recuerda que debemos llegar temprano hoy -me burle mostrando la lengua.

-¡Si, es cierto! -se apresuró a levantarse y arreglarse.

Salí del cuarto, estaba esperando que terminara, pero se iba a tardar, así que mejor me serví algo de desayunar para esperar a que pasara el tiempo.

Escuche cuando salió de la ducha, yo seguía en la cocina desayunando, seguía esperándolo, era sábado, pero aún así necesitábamos llegar temprano a la cafetería.

-Alaric ¿Ya? -Ya me había desesperado.

-Espera, aún no terminó.

-Pareces niña, apúrate -las ideas habían salido de mi cabeza.

-Soltó una carcajada- ¿es en serio?

-Pues es que... ¡ay!- también reí

-Vale vale, solo espera 10 minutos y ya.

No conteste nada, sólo estaba alistándome, busqué mi cazadora, las llaves del auto, en lo que Alaric salía. Le busqué una manzana en el refrigerador para que desayunara.

-Okay, vayámonos - salió prácticamente corriendo.

-Bueno -le dí la manzana - toma.

-Gracias.

No tardamos mucho, aún era temprano y casi nadie había salido, yo iba en el móvil buscando recetas, lo sé muy tonto, pero esta ves debía ser perfecto. Iba a ser lo mejor que hubiese probado Hugo.

Habíamos llegado, lo primero que hice fue entrar a la cocina, aún no llegaban todos, ni Hugo había llegado pero ya estaba abierta la cafetería, aunque busqué otras recetas me decidí por la misma, tal vez lo nuevo y lo diferente son creativos, pero lo clásico siempre tiene un lugar, por eso mismo decidí hacer el mismo platillo.

No tarde prácticamente nada, en lo que esperaba a que llegará Hugo, dejé calentando un poco de café para acompañar el pequeño desayuno. Miré a Alaric como estaba barriendo la entrada, hasta que entró Kate, lo saludo muy contentita y de beso, y si no fuese poco la muy hipócrita me saludo a mi también.

-Hola Liv -Me sonrió, eso me mataba por dentro

-Hola Kate, dime Oliva por favor, sólo mis amigos me llaman Liv -Alaric me miró, pero no me importó, a la vez se escucho el sonido de la puerta.

Hugo iba llegando, saludo a Alaric, conversaron un momento, luego Hugo entró en su oficina para dejar sus cosas y salió para verme en la cocina.

-¿Ya estás lista? -Se asomó en la cocina.

-Ya está todo -me burle un poco.

-¡Qué rápida! Me gusta, ok, déjame probar - se sentó y lo seguí con el souffle en mis manos, regresé después por el café que lo había dejado en la mesa de la cocina.

Me alejé un poco para que lo probará, Alaric se acercó a mi, y ambos notamos como Hugo cambió totalmente la expresión que tenía en el rostro, era obvio que le había gustado pero trataba de ocultarnos esa expresión.

-Bueno, me ha gustado - eso ya lo habíamos notado,pensé -y bueno quiero felicitarte, y decirte que estas contratada.

Me emocioné demasiado, grité, abracé a Alaric y lo besé. Podría estar ahora todo el tiempo con él, podría compartirlo todo con él, y también cuidarlo y dejar que él me cuidará, aunque yo pudiera hacerlo sola.

Todo me agradaba en la cafetería, el ambiente, la tranquilidad, mi horario, no era tan difícil, el uniforme no me gustaba pero era pasable. Ya tenía organizado todo, tenía que reducir mis materias, como era el último ciclo del instituto, podría terminar sin problema. Lo único malo de esto era Kate.

-Vale, quiero que empieces ahora.

-Si, por su puesto.

Mi vida empieza y acaba contigoWhere stories live. Discover now