LXIV

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Liv

Pasaron algunas semanas, todo era perfecto, Alaric y yo íbamos a la universidad, al salir yo iba a administrar la cafetería y él iba con Hugo, cada vez más construían la pequeña empresa de Alaric, no estaba muy enterada pero me parecía que la empresa era sobre el desarrollo de nuevos aparatos o algo así.

Todo había cambiado para ser mejor. Mi cumpleaños se acercaba, me sentía muy emocionada, pero al mismo tiempo se apoderó de mí una gran curiosidad pues Alaric haría lo imposible por hacerme sentir completamente feliz. Nuestros amigos, todos, habían elegido entrar en la universidad conmigo y con Alaric, además que la mayoría de los fines de semana los pasábamos todos juntos ya fuera en una cena o parrillada viendo los juegos por televisión.

De pronto escuché la puerta abrirse, era Alaric quien entraba.

-Liv...- Susurró.

-¿Sí?- No me moví para nada.

-Vamos, ya es hora - se acercó a mí.

-Vale, vamos - me levanté de la cama - ¿Pero estás seguro de hacerlo?

-Sí, quiero grabar en mí, el amor que siento por ti - se acercó a mí, me dio un pico y salimos de la habitación.

Subimos al auto, íbamos a ir a un estudio de tatuajes, Alaric estaba convencido que quería tener un tatuaje que representara nuestro amor.
Al llegar al estudio el encargado nos abrió y nos dejo pasar, yo me imaginaba algo más, algo diferente; pero tan sólo eran sillas como si te fueses a cortar el cabello y junto a él la máquina con la aguja para tatuar.

-Tú debes ser Jack ¿verdad? - Alaric le preguntó al encargado.

-Sí, soy yo, Luca me dijo que vendrías - Jack me miró de reojo - y ¿ya sabes qué diseño querrás?

-Sí, vengo preparado, jajaja.

-Vale, siéntense y ahora preparo todo - tomé las muletillas y las recargué en la pared.

Tardamos algo así como media hora esperando, Jack volvió a preguntar acerca del diseño, Alaric comentó que quería varios tatuajes pequeños en su mano derecha. Le diseñaron un corazón pequeño sobre los nudillos, muy cerca de éste, una pequeña estrella y un cuchillo, una florecilla, una pequeña mano haciendo una seña obscena justo en el centro, bajo de ella un rayo y por encima una nota musical, y sobre ésta una corona, junto a ellos algunos garabatos para rellenar los espacios como una pequeña pizza, la cara de un ovni, un sobre de alguna carta, una pequeña rosquilla, una luna, una nave espacial, un planeta, una carita triste y algunas frases como I love you, teen, born to sad, bored, O & A, Homewecker.

-Oye, Liv - Alaric hizo señas para ir a donde él estaba - ¿quieres hacerte uno?

-No lo sé, jajaja, quizá - arqueé un poco las cejas.

-Venga, hagámonos el hilo rojo del destino.

-Vale, pero no duele, ¿o sí? - estaba un poco nerviosa.

-Venga, campeona que tú no le tienes miedo a nada.

Antes de que terminaran de tatuar a Alaric le hicieron unos diseños en los dedos índice, y anular unos en forma de anillos en esos mismos dedos le hicieron una cruz y una ancla, en el meñique le diseñaron el hilo rojo al igual que a mí, sólo que en la mano contraria.

Antes de irnos pagamos los tatuajes, salimos y regresamos a casa. Llegando, Alaric tomó un poco de crema corporal y me colocó en mi dedo para evitar que se irritara en la zona del tatuaje.

Busqué en mi bolso un cigarrillo que había dejado y volví a fumar, Alaric me miró sorprendido pues no sabía que yo fumaba; llego hasta mí, transformó su mirada a una decepcionante y me arrebató el cigarrillo de la mano.

-Ésto no te hace nada bien - dijo mientras fumaba del cigarrillo.

-O sea, ¿no puedo fumar pero tú sí? - le eché mi mirada de enojo - qué hipócrita.

-Venga que te hago un bien a ti.

-No, como si quisiera que me ayudarás - tras decir eso último me giré y salí caminando.

Casi nunca peleábamos, en ocasiones era por estupideces como ahora. Entré en la habitación, cerré con seguro y me dormí.

Mi vida empieza y acaba contigoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin