XL

1.8K 67 0
                                    

Alaric

Liv salió, me quedé pensando en todo, tal vez aún había una esperanza, pero ya no podía creer más, ya nada me quedaba, simplemente una tristeza incontrolable.

Estaba tumbado en su cama, quise dormir un poco, pensé que eso me tranquilizaría, pero fue totalmente al contrario, intenté soñar otra vez como lo hacía antes, pero no logré conciliar el sueño, fue cuando me senté, junte mis piernas y estaba en posición fetal, uní mis rodillas con mi pecho y lloré, era la única forma de dejar ir todo lo que sentía.

Liv regresó, me vio y literalmente soltó lo que traía en las manos para abrazarme.

-Ric - acarició mi cabello - nunca te dejaré solo, nunca me separaré de ti, ¿sabes? -levantó mi rostro cariñosamente - Te amo y así será por siempre.

Me enmudeció, alteró todos mis sentidos; quería contestarle, quería decir todo lo que sentía, pero por varios minutos toda la habitación sólo se llenó de un silencio atroz, triste, incómodo; pero al final logré pronunciar lo que sentía, lo que siempre había querido decirle.

-Te amo -voltee a mirarla y ella me recibió con una sonrisa, la más sincera que había visto.

Hizo que me recostara junto a ella; poco a poco fue perdiendo la noción de lo que pasaba, todo esto se había logrado tranquilizar mi ansiedad, fui quedándome dormido hasta ya no escuchar ni sentir nada de lo que pasó a mi alrededor.

A la mañana siguiente, se escuchaba que Liv estaba bañándose, antes de levantarme, vi que estaba mi ropa junto a la de ella en la cama, todo estaba listo, miré a un lado mio y vi que sobre el buró había una pequeña nota doblada que decía mi nombre encima.

>>Alaric, prepara el desayuno, ven al comedor.<<

Me levanté casi de inmediato, y fui lo más rápido que pude al comedor, como siempre Liv deleitándome con ese gran don que tiene para cocinar. Sin bromear y sin mentir podría decir que casi devoré todo lo que Liv preparó; un día antes que regresará no había comido prácticamente nada.

Encendí el televisor, mientras desayunaba Liv salí y me vi, ella estaba envuelta en una toalla y tenía el cabello húmedo. Noté que me miraba.

-¿Qué? - apenas si se entendía lo que había dicho, pues tenía la boca llena.

Solo se burló un poco de mí y mientras entraba a su habitación, me gritó para que me apresurara.

-¡Alaric!, apresúrate, que debemos irnos temprano.

-¿Cómo?, ¿por qué? -regresó y me miró.

-Llevas días sin ir al instituto, y de una vez te digo que vas a ir por que vas a ir - trató de poner su cara de enojada.

-Jajaja, vale vale, no es para tanto.

Terminé de desayunar, fui a bañarme, ya me sentía mucho más tranquilo, mientras tanto Liv ya estaba lista, tan sólo me estaba esperando, claramente la amaba, nunca había pasado por un momento tan malo y que ella me apoyará fue lo que más me ayudó.

Al salir del baño, fui a cambiarme, me apresuré por que parecía que ya íbamos tarde, ya que Liv estaba algo desesperada por no irnos todavía. Como fuese terminé y nos fuimos.

Llegamos al instituto, y las primeras clases fueron algo pesadas pero no me importaba por que Liv estaba a mi lado y con ella nada era complicado.

Antes de que terminará el día en el instituto ya me había desesperado, tenía sueño y me había aburrido demasiado, pero tan sólo faltaban algunos minutos.

-Ric - Liv me movió bruscamente del hombro -reacciona jajaja.

-Le solté una sonrisa -¡Ya me quiero ir!

Ciertamente me había ausentado un largo tiempo, pensaba que tal vez ya me habían dado de baja, pero aún estaba en el límite, ya no podía faltar para nada, además faltaba muy poco para terminar el instituto y poder empezar la universidad.

Estaba guardando mis cosas y como siempre Liv, muy a su forma, me apresuraba para salir, íbamos caminando por el pasillo, parecía que todo se había tranquilizado, pero muy en el fondo sabía que había algo que Liv no me había dicho.

Me llevó fuera del instituto, caminamos un poco y fue entonces que...

-Dame todo lo que traigas - la voz la conocía pero no la reconocía - Jajaja no es cierto... jajaja debiste ver tu cara - gire para ver quien era, Luca se burlaba de mí.

-¡Oh, eres un carbón!- lo abracé como si fuesen años que no lo veía.

-Hola Alaric - era Amy.

-Hola -la salude- Me alegro mucho de volverlos a ver.

Liv propuso ir a comer juntos, esta vez fue más sencillo, seguía sintiéndome ausente, llegamos a la cafetería donde trabajaba, pues era de suponerse que ya me hubiesen despedido.

Hugo estaba parado supervisando todo, me miró y no apartó la mirada...

-Hugo... -dije un tanto temeroso.

-Alaric - contestó como si nada hubiese pasado.

Me senté con Luca y Amy para poder platicar con ellos, mientras Liv se quedó con Hugo para poder explicarle lo que había pasado, lo mismo hice cuando me preguntó Amy acerca de mi repentina ausencia. Al terminar, ambos me dieron su apoyo hasta Hugo, que pensé que iba a ser mucho peor platicar sobre todo esto con él, también Hugo me platicó sobre su padre, al igual que mi madre enfermo de cáncer, pero por su desgracia su padre murió pues ya era demasiado tarde, tan sólo le dieron el tiempo estimado de vida.

El resto del día fue mucho más tranquilo, regresé con Liv a su casa, al llegar no tardé nada en llamar a mis padres, avisé que iría pronto y que estuvieran tranquilos, ya que no faltaba mucho para saliera de vacaciones y así estaría más tiempo.

Me recosté en la cama durante un rato, Liv se acostó junto a mí y se acurrucó conmigo; pude dormir tranquilo, con el amor de mi vida a un lado mío.

Mi vida empieza y acaba contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora