Undertale AU UnderPower ||Overpower||

Un asunto de menester

Asgore caminaba de un lado a otro con nerviosismo, el largo pasillo se le quedaba corto de tanto habérlo caminado.

La puerta de la habitación de Toriel, su reina, se abrió dejando ver a la nerviosa Alphys saliendo de ella.

—¿Cómo está Toriel?— El gran rey tomó por los hombros a la científica

—A--al parecer el ataque de ansiedad que le dió hoy ya no aqueja su cuerpo...pero...—La pequeña científica se deshizo del agarre de su rey y se limpió las gafas con su bata.

—¿Pero...?—Asgore miró hacia la puerta de los aposentos de su reina

—Sigue sin encontrarse bien. T--tras la desaparición de Frisk, la de Sans, y hasta la de la mutación de Papyrus la ha dejado...mal. Su HP está muy baja, con un simple toquecito podría convertirse en polvo— prosiguió la pequeña con algo de tristeza en su voz

—No solo eso... mañana se cumplirán X años desde que murieron Asriel y Chara...

La tensión podía hasta cortarse con un chuchillo, y el aura depresiva llenaba la estancia íntegramente. Todos los ciudadanos del campamento real estaban muy nerviosos y preocupados por su reina. Y la guardia real rebosaba de actividad. Todas las unidades patrullaban por cada zona buscando posibles mutaciones fugitivas.

Undyne había cuidado el que su patrulla jamás tocase cerca del laboratiorio, para no distraerse con su querida, y los guardias reales perrunos tenían prohibido estar cerca de la guardería y de la cocina.

Undyne patrullaba las puertas de los aposentos reales por ser la mas fuerte y la más cercana al rey.

El equipo perruno (NA:La patrulla canina XD) cuidaba de los grandes salones de fiestas generalmente vacíos, pues así se evitaba que se entretuviesen con algo o con alguien.

La pequeña patrulla de froggits cuidaba de las zonas exteriores, pues se sentían más cómodos en ellas.

El grupo de conejitos de la guardia real cuidaban del gran pasillo de los dormitorios del resto de monstruos, pues su aspecto era más agradable.

Los ositios, también entrenados para guardias reales, paseaban por las guarderías, y los niños no parecían estar preocupados por el peligro gracias al tierno aspecto de los ositos.

Los sótanos eran protegidos por la contratada Muffet, pues tenía cientos de arañas y los sótanos no eran muy concurridos.

Las salas comunes más concurridas solían tener de vigilancia al equipo Temmie, el estúpido de Jerry y los guardias 01 y 02...

Todo parecía muy bien organizado y en orden, sólo el estado de la reina preocupaba a los monstruos y al rey... hasta aquel día. Toriel salió de su habitación para pasear, y entró en el hermoso cuerto de Frisk. Su diario descansaba bajo su almohada, lo sabía bien, y jamás se le había pasado por la cabeza el leerlo. Pero ese día iba a cambiar ese hecho, pues a lo mejor en su diario hayaba las respuestas que tanto buscaba.

Pasó sus páginas hasta llegar a las últimas escritas. Había unos párrafo escrito con bolígrafo verde, contrastaban bastante entre detras de color negro. Sin casi darse cuenta leyó.

Observo la luna relucir en silencio desde mi ventana, desde aquí no solo veo la luna, desde mi oscuro trono contemplo todas mi futuras posesiones. No hay estrellas, y los grillo son mis únicos invitados en esta fiesta. El viento que mueve las bailarinas hojas son la música. En esta zona hace mucho calor como para que nieve, es polvo lo que hay en mi ropa. En noches como esta, las crías como yo deberías pudrirse en el Averno.

La mujer creyó haber escuchado palabras parecidas provenientes de alguien ¿quien era?

Con el tiempo despertaré, con tus heridas y pérdidas creceré, con tus acciones y decisiones me volveré más fuerte, y al final el camino que tomes será en vano. ¿No dicen que todos los caminos llevan a Roma? Bienvenida a ella.

Que curioso ¿El ángel que los había salvado a todos tenía un secreto?

Era de esperar, Frisk siempre fue una niña que al caer al subsuelo tras la tragedia de la contaminación cerró los ojos, fingió que nada había pasado...

Pero sin que se diese cuenta llegó el día en el que tuvo que abrirlos de nuevo.

DETERMINACIÓN