Undertale AU UnderPower ||Overpower||

Lo que hace la DETERMINACIÓN

Narrador normal:

Alphys había decidido que dejar descansar emocionalmente al esqueleto era lo mejor, pero lo que no sabía era que estaba dejando que Frisk y Sans tuviesen intimidad para contarse todas las aventuras y fuertes emociones que habían sentido a lo largo de su separación.

—Jamás pensé que sería capaz de hacerte algo así a ti, peque—las falanges del esqueleto buscaron la mano de Frisk a tientas.

—Yo jamás pensé que Chara estaría a punto de mataros a los dos.

—Pero no lo hizo.

—No lo hizo.

—Yo te maté—Sans se atragantó con sus propias palabras, pues eran complicadas de decir.

Finalmente las manos de ambos se encontraron y se aferraron entre sí como si en cualquier momento alguien fuese a ir para separarlos y tuviesen que aguantar juntos. Quizá en algún momento tenga que ser así, pero en ese momento no era el caso. Se agarraban de las manos para sentirse más el uno al otro. El esqueleto, gracias al contacto, sentía que todo eso era real, Frisk estaba viva y ahí mismo. La niña humana... A la niña humana la embriagaba una gran felicidad, Sans estaba vivo y ella había llegado a tiempo para que siguiese estándolo por mucho tiempo más. (NA:Qué pena que no conozcan a la escritora XD)

Ese día durmieron juntos en la camilla de Sans. No por ninguna razón específica, si no porque no había otro sitio. Como Sans ya estaba ciego jugaban a Marco Polo para pasar el rato, y las tediosas horas pasaban amenamente entre las risas más sinceras.

Fuera el habitáculo de Sans Alphys estaba muy preocupada. Para ella Sans estaba hablando solo, quizá el daño de sus cuencas había afectado al funcionamiento de su cráneo y hablaba solo/ deliraba. Decidió trasnochar para escuchar si hablaba durante la noche.

La voz de Frisk era tan baja y calmada que tras la puerta no se percibía, pero el grave y juvenil vozarrón de Sans no pasaba inadvertido.
Tras la anteriormente nombrada puerta solo se escuchaban las risitas ahogadas de Sans junto a unos "¿De verdad?" "¿No mientes?" Y risas proseguidas de más risas.

A la mañana siguiente Aphys entró bien llegada la madrugada junto a Undyne para hacerle una prueba de cordura.

—No te preocupes Alph—le había asegurado la guerrera—Si se resiste o se pone agresivo le rompo lo que le queda de cráneo.

Pero la sorpresa fue otra. ¿¡Quién iba a imaginar que se encontrarían a Sans junto a Frisk!? Pronto los reyes llegaron a la estancia y abrazaron con efusividad y cariño a la muchacha.
Sin duda alguna el esqueleto estaba tan desorientado que el único movimiento de su cuerpo era el de su mano buscando la de Frisk para poder situarse.

Dicen que los ciegos desarrollan los demás sentidos para poder buscarse la vida... Pero en Sans eso no ocurría, digamos que su cuerpo era demasiado vago como para hacer un esfuerzo tan grande, así que necesitaba ayuda para casi todo. O por lo menos para no chocarse contra las paredes.

—¿Te chocaste?—preguntaba siempre que el esqueleto colisión abra contra algo

—No, solo inspecciono las cosas con mi cara—esperaba con mal humor y sarcasmo Sans

El periodo de tiempo en el cual pensaban que Frisk estaba muerta había sido una temporada triste. Sans no se había esforzado por hacer nada ni por moverse o tratar de valerse por sí mismo. Pero desde que ella había vuelto había dado un cambio impresionante. Más o menos se orientaba por el laboratorio, y pronto pudo trasladarse a su cuarto. Cada mañana uno de sus amigos llamaba a su puerta para acompañarle a pasear, y le indicaban con todo lujo de detalle que era lo que estaban viendo y por donde pasaban para que en un futuro lo pudiera hacer él mismo.

¿Acaso se iba a quedar así para siempre?

Esa era otra de las preguntas que carcomía a Sans. Así jamás podría casarse ni declararse ni empezar un noviazgo con ella. No podía verla. ¿Cómo sabría si estaba feliz?¿Cómo sabría si necesitaba que alguien secase sus lágrimas?
No lo podía saber.
Pero pronto llegaría alguien que podía.
Tres figuras encapuchadas se aproximaron hacia el campamento real con lentitud.
Una de esas figuras cargaba con otra con máximo cariño.
Undyne salió al gran portón para recibír los con una lluvia de lanzas si eran peligrosos. El resto de monstruos observaban desde las ventanas de la edificación animando a su gran guerrera.

La figura que cargaba con la otra dejó a la nombrada en el suelo y se adelantó a los otros dos. Su alma entró en combate.

DETERMINACIÓN