El amor de una madre 2/2

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Asriel, mi niño querido, mi pequeño... ¿Sabes lo que ocurrió, mi niña?

                   –Flashback–

Asriel llegaba lleno de heridas y con un solo punto de vida cruzando la barrera. ¿Creéis que colapsó en la sala del trono? Ni hablar. Aún podían salvarle.

El rey, tomó a su hijo en brazos y lo llevó hacia su habitación para que descansara. Su científico real, WD. Gaster, estaba buscando algo para salvarlo...pero estaba tardando demasiado.

Una persona, de todas formas, estaba junto a su hijo a sol y a sombra, incondicionalmente: Su madre, la reina Toriel.

Mírales... sólo un ciego no puede ver
Las palabras de amor a través de su mirada

El joven príncipe estaba sufriendo tanto... Había perdido a su mejor amiga, su hermana. Y para colmo había experimentado la crueldad humana en su propia carne.

el dolor atenaza el jóven corazón.
Ella le da su amor, pero eso no le basta...

El científico estaba muy estrenado buscando una cura, y la madre, ya con poca paciencia ante el científico, acariciaba a su hijo para disfrazar esa ansiedad que la comía por dentro.

Mamá...

¿Sí, vida mía?—las sonrisas que le dirigía decían tantas cosas...

"Quédate conmigo" por ejemplo.

Y le pidió que acabara pronto
con todo el dolor que su alma aguantaba.

No puedo aguantarlo más, mamá—lágrimas caían de sus ojos y mojaban la almohada—no quiero más

Claro que puedes cariño. Eres muy fuerte y muy valiente tú--...—fue interrumpida por un llanto más alto por parte de su hijo

No quiero más...no soporto tanto dolor

A pesar de que su madre no lo dejaba nunca, se sentía solo sin Chara. Se sentía destrozado y desamparado... Y si Chara no estaba con él y su vida iba a ser un sufrimiento como el que soportaba...

Él decidió que la madre que una vez vida le dió,
ahora se la quitara.

Cuando iba a decir algo y a finalizar su deseo fue sorprendido por un abrazo de parte de su madre. El calor y olor que transmitía su cuerpo era tan...sentía tanto... Uhg...

PERO NO ERA SUFICIENTE

—Mamá...¿crees que podrías matarme?

Ella sin duda era la más adecuada para esa tarea... La que le había dado la vida  era la única con el derecho a quitársela... O por lo menos en ese momento y en esa situación.

El dolor también era su dolor, sin poder ayudar
a un hijo que se ahogaba...

Con lágrimas descendientes también por parte de la madre que tanto amaba a su hijo se limitó a abrazar a su hijo. ¿Cómo iba a poder matar a la cosa más preciada que tenía en su universo?¿Cómo iba a aguantar su pobre alma el enterrar a su hijo tras haberlo matado ella misma?

Pero su hijo ya no sufriría más. 

Decidió, sin pensar en ley o en Dios,
sólo una razón: su hijo la necesitaba.

Con un beso en la frente de despedida se acercó a la cocina y con unos cuantos Buttercups preparó un pequeño bebedizo de aspecto muy bonito y dorado.

Con un pedazo de una de sus tratas bañó el exterior con ese bebedizo y le agregó miel para que tuviese buen sabor...

Eutanasia...

Toma, mi niño...¿de verdad es lo que quieres? Yo... Te quiero más que a mi vida...y tu padre también...Ambos te amamos...

Duele, mamá. Duele mucho

Y tras esa afirmación que más parecía un ruego Toriel tomó la decisión. Aproximó el plato hacia su hijo y sentándose en la mecedora más cercana se dispuso a darle los pedazos de tarta.

Tras haber ingerido ya la mitad del pedazo el Niño se detuvo. Ya se estaba yendo del mundo.

Toriel tomó su mano mientras murmuraba palabras de amor hacia su pobre hijo.

Le acompañó hasta el cielo.
De la mano le llevó; el dolor amainaba...

Los ojos verdes del niño empezaron a verse opacos y sus pupilas se dilataron.

Gracias mamá...os quiero a los dos...

No recibió respuesta, porque no era necesaria.

—Mamá... La tarta estaba muy buena, como siempre

La reina acaricio sucesivas veces la mano de su hijo, pero al final, si poder evitarlo lo envolvió en sus brazos con dolor y desesperación mientras lo mecía como cuando era un bebé.

Su niño se moría por su culpa, su sueño más grande, su estrellita... Su estrellita se apagaba.

Él la miró y apretándole la mano, sonrió.
Su vida se apagaba...

El grito de dolor de Toriel se escuchó por todo el castillo, y el padre de la criatura, que tras lo contenido con su hijo no había dormido casi ayudando al científico a encontrar la cura, abrió la puerta de una patada.

El científico llegó detrás con un botecito de cristal rojo. La medicina.

ASRIEL PODRÍA HABER SOBREVIVIDO...

PERO NO LO HIZO

Se la juzgó: ni el jurado ni la gente
comprendió lo que ella intentaba...

El reino entero creía que su amada reina había sido una asesina sin escrúpulos...todos menos su marido, al mirar a su esposa a los ojos había sabido desde un principio que ella había intentado ayudar a su hijo que tanto había sufrido durante ocho largos meses.

Pero la propia reina no tenía esa idea en su mente... Había matado a su hijo. Lo había asesinado.

En castigo por aquello se exilió en las ruinas, su propia cárcel , ahí recibiría su penitencia la madre maldita.

No hay compasión.
La llamaban asesina y , en prision,
una madre lloraba...

El rey, para honrar la memoria de su hijo, esparció el polvo en el que se había convertido por la sala del trono...y flores doradas florecieron.

            –Fin del FlashBack–

Y aún así, tras la historia de Toriel y su abrazo maternal en muestra de que la amaba igual que a su propio hijo...

FRISK NO SINTIÓ NADA

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