Codigo: Peligro

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Por una vez no sería Bren el que contase la historia, si no Danae. Algo le decía que quizá no era lo correcto, pero algo aún más fuerte que ella indicaba que no importa el contar la historia. Quizá porque sabía que...no la finalizaría.

—Recuerdo que cuando sonó aquel ruido tan fuerte perdí la conciencia cerca de mi madre. No sé cuánto tiempo pasó hasta que me desperté a la espalda de mi padre.
Él era una mutación y...había hecho un mecanismo extraño el cual seguía para moverse y no mutarme de ninguna manera.—hizo una pequeña pausa tratando de recordar todo detalle pertinente—pero un día, aunque todo parecía ir bien junto al que una vez fue mi padre, las cosas cambiaron cuando Jake y compañía mataron a mi padre...para "salvarme". De eso hace ya unos ¿diez años?

>>Tenía miedo aún estando con ellos, mi intuición me decía que no debía fiarme de ellos, que me abandonarían, que yo era más que autosuficiente.
Pero tenía mucho miedo. No quería quedarme sola, y me aterraban esas criaturas.  Finalmente y como siempre mi intuición no fallaba, me abandonaron a mi suerte cuando--...—un ruido la interrumpió

—¿Frisk?—Toriel se levantó de la mesa—Creí que no te despertarías nunca, cariño mío

Abrió con lentitud la puerta que daba al cuarto en el cual la niña debería encontrarse.

—¡FRISK!—Exclamó entonces la reina asustada a más no poder

Cuando el resto de asistentes se asomaron dejaron reflejar en sus caras el mismo temor que la reina había expresado.

—¿¡Qué le ocurre!?—la reina, horrorizada, no sabía ya que hacer.

—Está mutando—musitó Danae haciendo uso del poder de su alma

—Mi niña...—pesaroso, Asgore alzó su tridente—atrás...

¿Acaso iba el rey a matar a su propia hija?
No, sus planes eran mil veces mayores.

—Yo la retengo, llamad a Alphys, espero que no sea demasiado tarde

La puerta se abrió de golpe cuando Danae, Bren y Toriel corrían como alma que persigue el diablo hacia la cabaña de Alphys, misteriosamente solo dos de ellos llegaron.

—¡ALPHYS!¡FRISK!¡ES FRISK!—con voz temblorosa e ideas confusas la maternal mujer no sabía qué decir

—La chica llamada FRISK está mutando.¿Tienes una solución?—Bren decidió que él se haría entender

Sí, la que faltaba en esa cabaña era Danae. Ella se había desviado y había tomado el rumbo hacia las celdas. Su INTUICIÓN, o como Bren le decía, su "ADIVINACION"  le decía que Sans era muy necesario.

Con falta de aire en sus pulmones llamó al Gaster Blaster. Este, llegando a toda prisa, se dispuso a obedecerla y a lanzar su láser hacia la puerta para reventarla rápidamente.  Tras romper el último obstáculo que podía hacerle perder tiempo se encontró en la celda a un Sans muy confundido.

—¡La chica que te gusta está mutando!¡Seguro que tú sabes lo que hacer!—tomó del brazo a su amigo esqueleto y echó a correr hacia la cabaña en la cual debían estar Bren y Toriel

—Más despacio, niña, no he entendido nada.¿Qué dices que le ha pasado a Frisk?—El esqueleto trataba de frenar sin éxito, finalmente se dejó llevar por la humana

"—¡HABLA DE LA HUMANA, SANS!"

Llegaron justo en el momento en el cual Alphys hablaba de él.

—Sans es el único que conoce el paradero de las flores—y la científica enmudeció cuando vio entrar a la humana con Sans tomado de la mano

—¿Hablabais de él?—Con una sonrisa triunfante la humana río y cerró la puerta de la cabaña

—Perfecto, tengo algún pétalo de la flor-antídoto, pero no lo suficiente como para que--—la científica fue interrumpida por Sans

—Quiero ver a Frisk. Apresuremonos para ayudarla. Cuando la vea iremos a por las flores. Ella no...no va a acabar así— y de nuevo, como si no hubiese

El grupo otra vez corrió hacia la cabaña real para divisar la gravedad del asunto y apaciguar con el pétalo de la flor-antídoto y ganar tiempo.

Antes de que llegasen a la cabaña la puerta fue tumbada por el propio rey que retrocedía. Había intentado por todos los medios el retenerla simplemente amenazándola con el tridente, pero también había sido superior a sus fuerzas el simple hecho de pensar que se acercaba a él rogando auxilio para terminar con sus sufrimiento.
¿Cómo había podido acabar así?¿Cuándo la infectaron?
Sans se dio cuenta en ese mismísimo instante.
Cuando fue a buscarla cuando se marchó, cuando encontró a la mutación de Papyrus de nuevo, ella también había estado mutando. A pesar de darle una flor no había expulsado, como él mismo había hecho, el líquido viscoso que las caracteriza.

¿Pudo ser que finalmente aquello finalmente haya infectado a la pequeña Frisk? Todo pintaba a ello.

—¡TODO TIENE SENTIDO AHORA!—exclamó el perspicaz esqueleto

—Fue ella—Danae sonrió asintiendo

—El Gaster Blaster con el que fue atacada provenía de ella misma—más feliz de lo que creía que podía estar, el esqueleto tomó en brazos a la niña de ojos canela y la hizo girar en el aire

—¡Claro! No quería heriros y pensando que os haría daño se atacó a sí misma—la alegría tras las palabras de la joven se extinguió en cuanto Bren los miró

—En vez de alegraros...¿no deberíamos ir a por lo que la va a salvar?

Era cierto, se habían olvidado, y el tiempo corría en contra en todo momento.

"—Vamos, Sans, conozco el camino"

Y con nerviosismo y mucha ansiedad Bren, Danae, el Gaster Blaster de Danae y Sans, marcharon en búsqueda de lo único que salvaría a uno de los pocos rayos de sol que quedaban en la superficie.

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